domingo, 28 de agosto de 2011

Live in Gdánsk - 3 Disc Edition (David Gilmour) 2008

Como ya he comentado alguna que otra vez, me gusta acercarme periódicamente a las grandes superficies comerciales y rebuscar en las estanterías de la sección de música a la caza de posibles ofertas, gangas y baratijas. Si hace un par de meses me topé con el fantástico DVD de Keith Richards y los X-pensive Winos a un precio de los llamados “anti-crisis”, este mes he encontrado este doble CD y DVD de David Gilmour, como bien indica en la pegatina que viene pegada en la portada, voz y guitarra de Pink Floyd. Cuando uno ve a Roger Waters y a David Gilmour (los dos líderes de Pink Floyd) en la actualidad, lo primero que piensa es que el tiempo no ha sido igualmente justo para el uno que para el otro. Mientras que Roger Waters conserva su espesa melena, su constitución atlética y su vitalidad y ganas de cambiar el mundo en cada una de sus intervenciones públicas; David Gilmour parece el típico inglés jubilado que viene a pasar sus vacaciones a Lloret de Mar, calvo y gordo, nada parecido a lo que todos nos imaginamos cuando pensamos en una leyenda del rock. Esta impresión cambia por completo cuando lo escuchamos tocar en directo en este “Live in Gdánsk”, donde queda patente que, independientemente de su físico, la creatividad, el talento y la magnífica forma de tocar en directo del bueno de Gilmour permanecen totalmente intactas.

“Live in Gdánsk” es la grabación en directo del último concierto de la gira “On an island” de David Gilmour celebrado el 26 de Agosto de 2006 en la localidad polaca de Gdánsk. Para esta cita Gilmour contó con un fabuloso elenco de músicos donde destaca la presencia de Rick Wright (teclista y uno de los miembros fundadores de Pink Floyd) en los coros y los teclados, Phil Manzanera (guitarra de Roxy Music y productor de grandes bandas del rock) en la guitarra y Dick Parry (histórico colaborador de Pink Floyd) en el saxofón. Además, también cuenta con Guy Pratt en el bajo, Jon Carin en los teclados, guitarras y coros, Steve Di Stanislao en la batería y, quizás el elemento diferenciador de este concierto que todavía hace más grande y espectacular la puesta en escena del repertorio, la Polish Baltic Philharmonic Orchestra dirigida por Zbigniew Preisner y por Leszek Możdżer en el piano. Si bien es cierto que todos los miembros de la banda son a cual mejor (algunos ya integraron la formación de los conciertos de la última etapa de Pink Floyd sin Roger Waters), es especialmente emotivo ver y escuchar al difunto Rick Wright en la que fuera su última actuación en directo registrada antes de su fallecimiento en 2008, una semana antes de la publicación de este disco.

Centrándonos en la parte audio del “pack”, decir que el “set-list” del concierto es sencillamente inmejorable. Evidentemente es un disco en directo de David Gilmour en solitario y en él interpreta todos los temas de “On an island”, su último disco de estudio, pero el hecho de abrir con “Speak to me”, “Breathe”, “Time” y “Breathe (Reprise)”, los cuatro temas que abren el mítico álbum de Pink Floyd “Dark side of the moon”, con una voz espectacular y unas guitarras “made in Gilmour” que nada tienen que envidiar a las de las grabaciones de los años 70’s de la banda, hacen que inmediatamente el oyente se enganche por completo al disco. A partir de aquí, el primer CD continúa con todos los temas del álbum “On an island” interpretados en directo, entre los cuales destacan momentos como la puesta en escena de “Red sky at night” o “Then I close my eyes” con Gilmour en el saxofón y en el banjo respectivamente. El segundo CD contiene una recopilación de temas de todas las épocas de Pink Floyd como “Shine on you crazy diamond”, “Astronomy domine”, “Fat old sun”, “High hopes”, “Echoes”, “Wish you were here”, “A dreat day for freedom” y “Comfortably numb”.

Por lo que respecta al DVD, tiene el inconveniente de no contener el concierto íntegro. Así pues, pasajes tan importantes dentro del disco como son el inicio del “Dark side of the moon” o los temas “Shine on your crazy diamond” y “Wish you were here” se han quedado inexplicablemente fuera del DVD. Al margen de esto, es realmente asombroso ver como una banda de viejetes como David Gilmour, Rick Wright, Phil Manzanera o Dick Parry pueden llevar a cabo un show como este y enganchar de esa manera a los cincuenta mil espectadores que asistieron al concierto. Visualmente no es que sea algo descomunal porque, ni cuando estaba en Pink Floyd, David Gilmour nunca ha sido de esos artistas que te arman el lío en el escenario, pero la calidad musical y la excelencia en la ejecución de cada una de las piezas es inmejorable.

En mi opinión, semejante repertorio, tan bien interpretado y con una calidad sonora en la grabación tan impecable, convierten a este álbum en el mejor de todos los editados en los últimos años en lo que a material “pinkfloydiano” se refiere. Eso sin olvidar a la Polish Baltic Philharmonic Orchestra, cuya brillante aportación le da un toque de calidad al disco consiguiendo unas atmósferas de lo más especial. Estamos tan acostumbrados al uso de teclados y sintetizadores para conseguir determinados efectos y texturas ambientales, que escuchar las cuerdas de una orquesta filarmónica de verdad en un concierto se agradece en sobremanera. Disco totalmente imprescindible.

sábado, 27 de agosto de 2011

Próxima estación: Springfield

Durante un viaje en el tren regional que va de Barcelona a Zaragoza hay tiempo para todo. En un trayecto que dura cinco horazas de nada (a cuatro Euros la hora, cágate lorito) podemos leer, estudiar, escuchar música, pensar y, a través de las ventanillas, también tenemos la oportunidad de divisar todo tipo de estampas paisajísticas de lo más variadas: Desde los repugnantes polígonos industriales y almacenes de Hospitalet y El Prat de Llobregat, hasta los desérticos secarrales del Bajo Aragón, pasando por la costa tarraconense, el macizo del Garraf o los pueblos de la ribera del Ebro.

Pero si hay algo realmente espeluznante y que pone los pelos como escarpias en este viaje (aparte de que se retrase el tren o de no poder sentarse hasta Tarragona) eso es pasar por Ascó. Ahora que se está hablando tanto de Fukishima y de las catástrofes naturales que puede ocasionar un accidente en una central nuclear, ver la mastodóntica chimenea de la central nuclear de Ascó vomitando humo en las márgenes del río Ebro como si de la ciudad de Springfield de los Simpson se tratase, la verdad es que da auténtico miedo. Para muestra, aquí os adjunto una preciosa fotografía realizada el pasado día 17 de Agosto y así juzgáis vosotros mismos.


Autor: El Artista Multimedia, uno que no piensa ir a correr a Japón.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Sorry (Guns N' Roses)

Poco después de salir a la venta escribí una reseña en este blog de “Chinese democracy”, el primer y de momento único álbum de la nueva versión de Guns N’ Roses editado en el año 2008. Por aquel entonces puse el disco literalmente a parir porque me hervía la sangre sólo de ver las palabras Guns N’ Roses en un disco dirigido y publicado únicamente por Axl Rose y una cuadrilla de músicos asalariados a cuál más “freak”. Para mí eso no eran Guns N’ Roses (y siguen sin serlo) y, como fan que soy de la banda original, me indigné cuando lo escuché. Con el paso del tiempo fui asimilándolo poco a poco y, sin gustarme demasiado, hasta he llegado a pillarle el punto a alguna que otra canción. Un ejemplo de ello es esta que recomiendo en este artículo.

“Sorry” es uno de los temas que podrían denominarse salvables de “Chinese democracy”. Se trata de una de las baladas del disco y, como ocurre con la mayoría de las canciones, instrumentalmente es bastante compleja. Si nos paramos a escucharla con detenimiento, en “Sorry” se combinan de forma excelente una serie de efectos electrónicos destinados a generar texturas ambientales, unas guitarras acústicas y otras eléctricas con un ligero efecto “flange” en la parte rítmica de la canción, y las clásicas guitarras eléctricas con la ganancia a tope, imprescindibles en cualquier balada de “hard rock” que se precie. No en vano, en su grabación han intervenido tres guitarristas de la talla de Buckethead, Ron “Bumblefoot” Thal y Robin Fink, de los cuales Buckethead se encarga de los solos y Robin Fink de las guitarras acústicas. Por lo que respecta a la voz, aquí Axl Rose apenas hace uso de su famoso falsete desgarrado, utilizando principalmente su registro más grave. Quizás sea este el motivo por el cual “Sorry” es una de las canciones que más me gustan de “Chinese democracy”.

Si nos centramos más en lo que se dice que en lo que se escucha, enseguida nos damos cuenta de que, más que una canción, “Sorry” es una carta, una carta de odio para ser exactos. Sin ser nada del otro mundo líricamente hablando, la letra está cargada de mensajes, reproches y desprecios hacia alguien que, pese a haber llegado a tener una buena amistad con Axl (autor de la letra), le ha hecho mucho daño y le ha decepcionado completamente. Básicamente, lo que viene a decirle Axl al misterioso destinatario de la carta es que en el fondo le da verdadera lástima verlo esforzarse tanto en joderlo, en provocarlo y en malmeter contra él, porque para él en realidad no es más que un desgraciado que no sabe ni dónde tiene la mano derecha y que no le importa a nadie. Que levante la mano el que no piense que esta canción no está dedicada a Slash...

Pues sin más dilación, os dejo que escuchéis “Sorry” de los nuevos Guns N’ Roses, y desde aquí me gustaría dedicársela a todos aquellos que alguna vez en su vida han sufrido en sus carnes una decepción similar a la que expresa Axl Rose en su canción.

Ficha Técnica:
· Título: Sorry
· Álbum: Chinese democracy
· Año: 2008
· Intérprete: Guns N' Roses
· Autor: Axl Rose, Buckethead, Bryan Mantia, Pete Scaturro

Escucha un fragmento:


“Lo siento por ti, no por mí. Tú ahora no sabes ni en quien puedes confiar ni a quien debes creer”

martes, 16 de agosto de 2011

Capitán América: El primer Vengador (Joe Johnston) 2011

De toda la vida, el verano siempre ha sido una época del año en la que los estrenos cinematográficos han dejado mucho que desear. Al parecer, en los últimos años las grandes compañías de la industria cinematográfica están haciendo lo posible para romper esta norma no escrita. Si el verano pasado fue “Origen” de Christopher Nolan uno de los estrenos de año, este 2011 lo están siendo la última entrega de la saga de Harry Potter, la precuela del Planeta de los Simios y la nueva adaptación al cine de un cómic de Marvel, esta vez dedicada al Capitán América. Sí, vale, los culturetas gafapasta a los que les gusta el cine iraní dirán: “¡Pues vaya lo que consideras tú películas buenas!”. Pues sí, ¿qué pasa? Soy de los que creen que el cine es un entretenimiento y un espectáculo, y como tal, me gusta ver películas que me sorprendan, tanto en lo narrativo como en lo visual. Por lo tanto, y le pese a quien le pese, para mí todo esto que acabo de nombrar son buenas películas y en especial “Capitán América: El primer Vengador” que es de la que voy a hablar a continuación. Lo que sí es cierto es que las películas de superhéroes suelen ser como los melones. Aunque aparentemente todas tengan buena pinta, luego cuando las ves te pueden salir buenas o te pueden salir un pepino. En el caso de “Capitán América: El primer Vengador” hemos tenido suerte y nos ha salido de las buenas.

El film trata sobre el origen del Capitán América, un súpersoldado creado en 1941 en los laboratorios secretos del ejército de los Estados Unidos con el objetivo de luchar contra la invasión nazi. Este súpersoldado no es otro que Steven Rogers, un recluta de condición física lamentable enrolado en el ejército por recomendación del Doctor Emil Erskine, cuya inteligencia, honestidad y vocación por ayudar a su país le hacen ser un perfecto candidato para someterse a la llamada “Operación Renacimiento”. “Operación Renacimiento” es un proyecto liderado por el propio Doctor Emil Erskine y por el multimillonario científico Howard Anthony Stark (padre del futuro Iron Man) consistente en suministrar de forma intravenosa a la persona elegida el llamado “suero del súpersoldado” y posteriormente bombardear su cuerpo con “rayos vita” para convertirlo en una auténtica arma humana. Vamos, lo que hoy en día hacen algunos deportistas para aumentar su rendimiento pero en versión ciencia ficción y para fines militares. Pero como no hay superhéroe que no tenga un archienemigo “freak”, lo que viene siendo un supervillano de toda la vida, el Capitán América no podía ser menos y también tiene el suyo propio. No es otro que Johann Schmidt, un general nazi que debido a su obsesión por el ocultismo y gracias a la ayuda de la ciencia y la tecnología, acaba convirtiéndose en Cráneo Rojo, un ser malvado y monstruoso que, al frente de la organización HYDRA y totalmente al margen de las tropas de Hitler, pretende hacerse con el control del planeta.

Hasta aquí, cualquiera que esté leyendo esta reseña no verá nada especial o que diferencie a esta película de las decenas y decenas que ya existen sobre superhéroes, pero es que hay dos formas de afrontar una adaptación al cine de un cómic: Hacerlo bien y hacerlo mal. En este caso, y como ya he dicho al principio, la adaptación del Capitán América es realmente buena. No es sólo porque la fotografía y la ambientación de la época sean perfectas, consiguiendo transportar al espectador a los años cuarenta con bastante éxito; sino porque además hay una serie de guiños relacionados con los primeros cómics del Capitan América, los diferentes uniformes y escudos que ha llevado el personaje en las viñetas a lo largo de su historia y el uso que el ejército americano hizo de estas revistas para levantar el ánimo de sus tropas durante la Segunda Guerra Mundial, que a todo al que conozca un poco la historia del superhéroe le gustará verlos en pantalla.

En cuanto a los actores, Chris Evans (que ya hiciera de Antorcha Humana en “Los 4 Fantásticos”) es el responsable de encarnar a Steven Rogers y, aunque interpretar a un superhéroe no es excesivamente complicado, lo hace igualmente bien en la faceta de soldado enclenque, como en la de Capitán América o en la de payaso de circo. En cuanto a Johann Schmidt (Cráneo Rojo), el encargado de darle vida es Hugo Weaving, conocido por sus papeles de Elrond en “El Señor de los Anillos” y Mr Smith en “Matrix”. La verdad es que sus características facciones y su brillante forma de trabajar le están haciendo convertirse en uno de los actores más versátiles de Hollywood, tanto que lo mismo le dá hacer de elfo, que de travesti, que de cabronazo. Además, otros actores de papeles más secundarios como Tommy Lee Jones, Hayley Atwell, Dominic Cooper o Stanley Tucci también realizan un gran trabajo en esta película.

“Capitán América: El primer Vengador” no es simplemente una película de mamporros y de efectos especiales, cuyo uso se limita únicamente a lo justo y necesario. Básicamente se trata de una buena película de acción con un transcurso de la trama muy dinámico y divertido que a cualquier amante del género, haya leído cómics del Capitán América o no, seguro que le hace pasar un buen rato.

domingo, 14 de agosto de 2011

Motocuatro

MotocuatroTodos los seguidores del Campeonato del Mundo de Motociclismo tenemos una página web de referencia donde acudimos siempre que queremos informarnos sobre el calendario de Grandes Premios, consultar los horarios de entrenamientos y competiciones, ver datos sobre los pilotos del Mundial e incluso descargarnos fotografías de las carreras a una altísima calidad. Me refiero a la página web oficial del Mundial de MotoGP. Pero si además de toda la información oficial proporcionada por Dorna nos gusta leer la opinión de algunos expertos en este deporte, las crónicas de las carreras o entrevistas a los pilotos entre otras cosas, desde hace un año existe una página en Internet llamada “Motocuatro” que no os podéis perder. La encontraréis en la siguiente dirección: http://www.motocuatro.com

“Motocuatro” es un portal web que tiene el Mundial de MotoGP como tema principal y cuyos contenidos se encargan de coordinar cuatro periodistas deportivos de una gran reputación dentro del mundo del motociclismo como son Emilio Pérez de Rozas, Alberto Gómez, Germán García Casanova y Oriol Puigdemont. Además de toda la información sobre clasificaciones, horarios, circuitos, etc., en “Motocuatro” también encontramos noticias, crónicas, artículos, entrevistas y toda la actualidad relacionada con el Mundial de MotoGP. Pero el plato fuerte de esta página se encuentra en la sección “Opinión”. En ella, los cuatro periodistas nombrados con anterioridad disponen de sus respectivos blogs individuales donde publican periódicamente sus propias opiniones. Así pues, Emilio Perez de Rozas en “Si lees no conduzcas”, Alberto Gómez en “Pasado de vueltas”, Germán García Casanova en “Vuelta rápida” y Oriol Puigdemont en “Por los pianos”, dan cuentas sobre las carreras, los pilotos, la organización o cualquier asunto que tenga que ver con el Mundial de una forma totalmente subjetiva e independiente.

Además de todo esto, el portal se completa con tres secciones adicionales: “Motor”, “Viajes” y “Galería de imágenes”. En la primera de ellas se repasan todas las novedades que puedan aparecer dentro del mercado del motor, no únicamente de motos sino también de coches. La segunda es una pequeña guía turística donde los redactores nos recomiendan determinados destinos para nuestras vacaciones y donde se nos informa sobre concentraciones y rutas moteras que tengan lugar a lo largo de la geografía española. Y la tercera es un álbum de imágenes tomadas por el fotógrafo italiano Mirco Lazzari, las cuales también ilustran algunos contenidos de la web.

El trabajo realizado en “Motocuatro” es excepcional, no sólo por la labor informativa que desempeñan sino también por cómo se presentan los contenidos y por la posibilidad que se ofrece a los lectores de interactuar a través de sus comentarios; así que si te gusta el motociclismo y te gusta estar informado, no dudes en visitar “Motocuatro” porque creo que no te va a defraudar.

sábado, 13 de agosto de 2011

Cosmic girl (Jamiroquai): Barcelona 31/07/2011

Desde que existe YouTube y todo el mundo puede llevar en su bolsillo una cámara de fotos con capacidad para grabar vídeos de una calidad cada vez mejor, los que disfrutamos asistiendo a conciertos y nos gusta guardar recuerdos de ellos estamos viviendo una verdadera edad de oro. Hoy en día, a las pocas horas de celebrarse un concierto, sabemos que accediendo a Internet vamos a poder volver a disfrutar de los mejores momentos en diferido a modo de “moviola” futbolística. Nada de esto sería posible sin la contribución de gente como RonyGi (autor del vídeo que adjunto a continuación), que se sacrifican de forma altruista registrando con sus cámaras imágenes de las actuaciones para posteriormente compartirlo con la comunidad, en lugar de disfrutar del momento y después visionar lo que han grabado otros, que es lo que hago yo. Desde aquí mi más sincero agradecimiento y mi más profunda admiración a vuestra dedicación.

Dicho esto, de igual forma que hice con el concierto de Bon Jovi, a continuación voy a compartir con todos los lectores del blog de El Artista Multimedia un vídeo que da fe con imágenes de todas las palabras que escribí en la crónica anterior. Así pues, en las imágenes que vais a poder ver a continuación, podéis apreciar el estado de entusiasmo de los espectadores del Poble Espanyol, el tamaño y aspecto del escenario, la profesionalidad de los músicos de Jamiroquai y la más que patente incomodidad en la que se encontraba Jay Kay con sus broncas al técnico de sonido y sus discretos bailes (o más bien paseos) incluidos. Se trata de “Cosmic girl”, uno de mis temas preferidos de la banda británica.

jueves, 11 de agosto de 2011

Concierto de Jamiroquai (Poble Espanyol, Barcelona 31/07/2011)

Cinco mil entusiasmados seguidores asisten a una correcta jornada laboral de Jay Kay y los suyos

No es fácil para los seguidores españoles de Jamiroquai poder asistir a uno de sus conciertos. A juzgar por los destinos escogidos para actuar durante sus anteriores giras, parece que la banda británica sólo se anime a venir a España para pasar unos días de vacaciones o para tomar el sol en la playa puesto que, al margen del festival Rock in Rio celebrado en Madrid en Julio del año 2008, las últimas veces que Jamiroquai ha pisado España ha sido para tocar en lugares como Roses (un bonito pueblo costero de Gerona) o Gran Canaria. Para la actual gira de presentación de su nuevo disco “Rock dust light star” no parece haber cambiado mucho su criterio de selección de lugares ya que Barcelona, Málaga e Ibiza han sido los únicos puntos de la piel de toro en los que se ha tenido el privilegio de presenciar uno de los directos del grupo.

Dado lo difíciles que son de ver en directo, no tardaron en agotarse las cinco mil entradas que salieron a la venta para su concierto del pasado 31 de Agosto en Barcelona. El lugar elegido fue el singular Poble Espanyol, una especie de museo de arquitectura al aire libre ubicado en la montaña de Montjuic, por cuyas calles pueden encontrarse fieles reproducciones de algunos de los edificios más característicos de la geografía española, y cuya plaza central alberga durante las noches de verano conciertos de grandes estrellas del panorama musical internacional. Al público, que ya se agolpaba en la plaza una hora antes de comenzar el show, se le notaba entusiasmado y expectante, como emocionado por poder ver finalmente a una gran banda que ya lleva veinte años de carrera a sus espaldas. Lamentablemente este entusiasmo no fue del todo correspondido por el grupo.

Con la luz del sol todavía ocultándose en el horizonte, la banda formada esta vez por Paul Turner en el bajo, Rob Harris en la guitarra, Matt Johnson en los teclados, Derrick McKenzie en la batería y Sola Akingbola en las percusiones, subían al escenario acompañados por un trío de coristas negras y un trío de metales. Al cabo de unos instantes era Jay Kay, líder, vocalista y único componente de la banda original que queda en la formación, el que subía al escenario vestido con un sombrero de ala ancha y un chaquetón de flecos de estilo andino, bebiendo algo en un típico tazón de cerámica de desayuno. Entre que el escenario era relativamente pequeño para los doce músicos que componían la formación y la calma con la que estos ocuparon sus posiciones, cualquiera ya pudo intuir desde el primer momento que aquella noche no se iba a poder presenciar un espectáculo de Jamiroquai como el que podemos ver registrado en el DVD “Live in Verona”. Pero todo hay que decirlo; a Jay Kay se le ha diagnosticado recientemente una hernia discal de la que deberá operarse a finales de verano y la cual le ha obligado a cancelar tres conciertos de su gira, el último de ellos el que iba a tener lugar cuatro días antes en Bayona. Así pues, es más que probable que este contratiempo le condicionara a él, y por consiguiente a todo el grupo, a la hora de afrontar el concierto de Barcelona con mayor o menor entrega. El caso es que, tras un lapso de tiempo de preparación sobre las tablas y un breve “Buenas noches”, el grupo inició su actuación con el tema homónimo que abre su último disco de estudio titulado “Rock dust light star”.

A decir verdad, la calidad del sonido no era nada buena que digamos. Si bien es cierto que un escenario pequeño en medio de una plaza rodeada de edificios no es el entorno ideal para celebrar un concierto en unas buenas condiciones acústicas, los técnicos de sonido tampoco tuvieron su día. Desde el primer momento y hasta prácticamente el final del concierto, Jay Kay no dejó de dirigirse a la mesa de control indicando con gestos y señales poco amistosas que le subieran el volumen de la batería, de los teclados, de la guitarra, de las coristas y de todo en general, produciéndose en varias ocasiones incluso acoples de sonidos, algo verdaderamente imperdonable en un concierto de un artista de talla internacional. Aún así, parecía como si al único que le importasen estos problemas técnicos fuese al propio Jay Kay porque el público no dejó de botar, cantar y bailar desde el principio con temas como “Main vein”, “Canned heat”, “Little L”, “Cosmic girl”, “Alright”, “Hey Floyd” o “Feels just like it should” por nombrar sólo unos cuantos.

A medida que iba avanzando el concierto los problemas de sonido se fueron solucionando, pero el grupo siguió sin conectar demasiado con el público aunque el público sí con el grupo. En toda la noche no se produjo ni una sola vez la típica interacción entre “frontman” y público, la típica presentación de las canciones, ni ese tipo de cosas típicas que ocurren en todos los conciertos. El grupo se limitaba a tocar los temas, Jay Kay se limitaba a cantarlos sin moverse demasiado para lo que es él con algún que otro esporádico “Thank you” o “Gracias”, y el público se limitaba a cantar y a bailar todo lo que le echasen mientras en la pantalla trasera (único elemento visual del escenario además de la chaqueta de Jay Kay) se proyectaban imágenes de robots, bólidos, sistemas planetarios, helicópteros y hasta las pirámides de Egipto. Los momentos más especiales del concierto tuvieron lugar con la puesta en escena de una versión de diez minutos de “Love foolosophy” que comenzó con aires de “bossa nova”, con la versión más guitarrera de “Travelin’ without moving” en la que pudimos disfrutar de una flauta travesera y unas trompetas espectaculares, y con el mítico “Deeper underground” perteneciente a la banda sonora de la película Godzilla y con el cual se tiñó de humo y luces verdes el escenario y la plaza del Poble Espanyol.

Tras este tema el grupo se retiraba a los camerinos para aparecer al cabo de unos instantes nuevamente en el escenario y llevar a cabo el “bis” obligatorio. En este caso fue “White knuckle ride”, un tema perteneciente al último disco de Jamiroquai y en cuya puesta en escena Jay Kay pareció más animado de lo que había estado durante el resto del concierto, como celebrando que éste se terminaba. Tanto es así que incluso llego a pedir a ciertos seguidores de las primeras filas que le lanzasen discos y rotuladores que ellos mismos traían para devolvérselos convenientemente autografiados. Finalizado este “bis” de un único tema, el grupo se despedía de Barcelona y las luces de los focos de la plaza del Poble Espanyol se encendían dando por finalizada la actuación de Jamiroquai apenas dos horas después de su inicio.

La sensación que me quedó una vez terminado el concierto es que Jamiroquai habían venido a tocar a Barcelona sin muchas ganas de hacerlo, obligados por un contrato. Como tal, vinieron, hicieron su trabajo y se fueron sin más. Pese a ser todos unos grandísimos músicos, haber desplegado un “set-list” repleto de grandes éxitos de su carrera y haberlo hecho de una forma fantástica musicalmente hablando, en ningún momento me llegaron a transmitir emoción ni ninguna sensación especial porque en ningún momento me pareció que estuvieran sintiendo ellos mismos lo que hacían, simplemente estaban trabajando delante de cinco mil personas y eso se notó.

sábado, 6 de agosto de 2011

Museu del Rock

El día 30 de Marzo de este año fue presentado el “Museu del Rock” de Barcelona del que tantos años llevaba hablando el periodista y crítico musical catalán Jordi Tarda, impulsor del proyecto y posiblemente una de las personas que más años lleva metido en todo el mundillo del coleccionismo y el fetichismo musical de este país. Ubicado en la antigua plaza de toros de Las Arenas, la cual ha sido convertida en un gran centro comercial, el “Museu del Rock” de Barcelona es el primer museo de España dedicado a la música rock y, desde el día de su apertura hasta hoy, ya han sido miles las personas que se han acercado a visitar los dos mil metros cuadrados de los que dispone el recinto. Jordi Tardà, conocido entre otras muchas cosas por haber sido durante años el responsable de la “Fira del Disc” de Barcelona, ha estado trabajando en este proyecto desde el año 2004 hasta que finalmente ha conseguido que abra sus puertas al público. Teniéndolo tan cerca de casa como lo tengo y siendo un apasionado del rock como soy, el pasado día 5 de Agosto quise aprovechar una de esas tardes de vacaciones en las que no apetece hacer absolutamente nada para acercarme a conocer en primera persona qué es eso que tanto esfuerzo ha costado conseguir llamado “Museu del Rock”.

A grandes rasgos, el “Museu del Rock” es algo así como una recopilación de más de quinientas piezas de coleccionista relacionadas con el mundo del rock que se encuentran distribuidas a lo largo de una amplia área expositiva. Dicha área está formada por cinco salas de exposición y tres zonas avitrinadas permanentes ubicadas a ambos lados de un pasillo central en el que, nada más entrar, uno se encuentra con un “pinball” de Elton John y otro de The Rolling Stones custodiados por un muñeco tamaño “hobbit” de Bruce Springsteen.

Las zonas permanentes consisten en una serie de vitrinas temáticas dedicadas a las décadas de los 60’s, 70’s, 80’s, 90’s y 2000. En ellas, además de pósters, CD’s y vinilos originales firmados por sus autores y una amplia variedad de guitarras firmadas por gente como todos los miembros de Queen, todos los miembros de The Rolling Stones, Mark Knopfler de Dire Straits, Slash de Guns N’ Roses, Joe Perry de Aerosmith o Paul McArtney y Ringo Starr de The Beatles; el visitante puede encontrar artículos tan variopintos y curiosos como una cazadora tejana de Eric Clapton, un balón de fútbol de Rod Stewart, unas botas Puma de Brian May, una chistera firmada por todos los miembros de Guns N’ Roses, un chaleco lleno de mierda usado por Lemmy Kilmister, una chaqueta de Michael Jackson, algunos manuscritos de Tina Turner o una espada firmada por Manowar.

En cuanto a las cinco salas de exposición, cuatro de ellas son de temática fija y la otra alberga exposiciones temporales que varían en función de los diferentes acontecimientos, eventos o aniversarios que vayan teniendo lugar durante el año. En esta ocasión, y con motivo de su paso por Barcelona, la sala de exposiciones temporales estaba dedicada a la carrera de Bon Jovi.

La primera de las salas de exposición permanente se encuentra justo a la entrada del museo y está dedicada a los orígenes del rock and roll. Allí podemos ver todo tipo de memorabilia, fotografías, carteles e incluso discos de piedra de artistas como Elvis Presley, Chuck Berry o Buddy Holly por nombrar sólo unos cuantos. La siguiente sala permanente está dedicada a The Beatles y, además de algunos LP’s originales, diferentes discos de oro del grupo y multitud de pósters e imágenes del grupo, como elementos principales encontramos dibujos originales de John Lennon, un pelo de Pete Best (primer batería de la banda de Liverpool), una americana de Ringo Starr, postales escritas por Lennon desde Almería y hasta un documento de Yoko Ono en el que, desde Mallorca, se redacta un contrato con un equipo de detectives privados de Barcelona... ¿¿?? La siguiente sala permanente es la dedicada a The Rolling Stones. En ella podemos ver desde la típica carta de presentación de un grupo solicitando audición manuscrita por Brian Jones, hasta una baldosa de la piscina en la que se ahogó el propio Brian Jones, pasando por un cuadro pintado por Ron Wood, el típico anillo de calavera de Keith Richards, la tarjeta de crédito de Mick Jagger o diferentes camisas y chaquetas usadas por los miembros del grupo en algunas de sus giras. La última de las salas es la dedicada al rock nacional en la que se nos ofrece la posibilidad de ver diferentes prendas de vestir de los Sirex, Los Salvajes, Carlos Segarra de Los Rebeldes, Loquillo, Mikel Erentxun o Esteve Fortuny de la Companyia Elèctrica Dharma; un cuadro pintado por Manolo García; un bajo original de Aurelio Morata de Los Rebeldes; y discos, fotos y pósters de diferentes artistas españoles en general y catalanes en particular.

Una vez visitada la zona de exposición del museo, a través de un largo pasillo con las paredes repletas de pósters y caricaturas de diferentes artistas internacionales, se accede al salón de actos del recinto. De jueves a domingo el “Museu del Rock” ofrece al visitante la posibilidad (previo pago obligatorio de 4 Euros adicionales al precio habitual de la entrada) de asistir a un concierto de una hora de duración de algún grupo de versiones. Durante mi visita fue la banda residente Rock Story Band la que amenizó la tarde con una actuación basada en la interpretación de un puñado de clásicos del rock and roll internacional alternados con breves explicaciones de algunas anécdotas o algún dato histórico relacionado con el tema o grupo versionado. La verdad es que su cantante me dejó impresionado por la cantidad de registros vocales que era capaz de conseguir.

Y ahora la pregunta del millón que todo el mundo me hace: ¿Vale la pena pagar 9 Euros por visitar el “Museu del Rock” de Barcelona? Sin ningún lugar a dudas y sin tener que pensárlemo demasiado la respuesta es un no rotundo. Pero ni 9 Euros ni 5 Euros. En mi opinión, son muy pocos los artículos expuestos en el museo que realmente llamen la atención, y demasiados los “modelos similares”, “fieles reproducciones” o incluso fotocopias de documentos originales. Creo que una guitarra, una foto o un disco autografiado tienen gracia o interés para la persona a la cual se lo han firmado, pero de ahí a que este tipo de artículos se conviertan en piezas de museo, me parece excesivo y desmedido. Personalmente considero que las obras más importantes de los músicos son sus discos y sus conciertos más que sus chaquetas, sus fotos firmadas o sus pelos.

Museu del Rock
http://www.museudelrock.com
Gran Via de les Corts Catalanes, Nº 373-385
Metro: Espanya

viernes, 5 de agosto de 2011

I'll sleep when I'm dead (Bon Jovi): Barcelona 27/07/2011

Ya puedo soltar todas las parrafadas que quiera y con todo el lujo de detalles que mi memoria me permita, que si alguien no ha estado allí, es casi imposible imaginarse todo lo que en la crónica de un concierto se explica. Sí, lo que voy a decir es un topicazo de aquí te espero, pero una imagen vale más que mil palabras, y la verdad es que YouTube ayuda mucho a hacer cierto este famoso refrán español.

Para demostrarlo, a continuación adjunto un vídeo doméstico grabado con una cámara de fotos durante el concierto de Bon Jovi celebrado el pasado día 27 de Julio en el Estadi Olímpic Lluís Companys de Barcelona. Aunque no sea el momento más emocionante de la noche ni el mejor tema del grupo, sí que es el vídeo en el que mejor se ve a la banda de todos los que he encontrado y, sin duda, en el que mejor se plasman todos los aspectos del concierto, tanto el estado de forma del grupo como al ambiente que se respiraba en el estadio. Desde aquí me gustaría dar las gracias a Héctor Arenos (al cual no conozco de nada) por grabarlo y por publicarlo en su canal YouTube.

martes, 2 de agosto de 2011

Concierto de Bon Jovi (Estadi Olímpic Lluís Companys, Barcelona 27/07/2011)

La legendaria banda de New Jersey obsequia a Barcelona con tres horas de “rock de estadio” a la antigua usanza

Durante los meses previos al inicio de la gira europea de Bon Jovi hubo momentos de nerviosismo entre todos los que habíamos adquirido nuestra localidad para alguno de sus conciertos. Las alarmas saltaron cuando el guitarrista Richie Sambora decidía abandonar la gira americana tras el concierto celebrado el día 26 de Marzo en la ciudad canadiense de Vancouver para someterse a un tratamiento de desintoxicación por sus problemas con el alcohol. A pesar de dicho contratiempo, el grupo prosiguió con la gira sin él, contando con la colaboración del guitarrista Phil “X” Xenidis (que ha trabajado con Triumph, Alice Cooper, Rob Zombie o Daughty) desde el día 30 de Abril en New Orleans hasta el final de ésta. La idea de asistir a un concierto de Bon Jovi y no poder ver a Richi Sambora en la guitarra principal resultaba cuanto menos decepcionante, así que muchos anduvimos pendientes de Internet para seguir el transcurso de los acontecimientos. Por suerte, y para tranquilidad de sus fans del viejo mundo, Richie Sambora salió a tiempo de la clínica para iniciar el día 8 de Junio en Zagreb la gira europea del grupo, así que íbamos a poder verlo también en Barcelona.

Las puertas del Estadi Olímpic Lluís Companys se abrieron sobre las 18:00 h. pero no fue hasta las 20:00 h. aproximadamente que empezaron a actuar los teloneros, un par de bandas totalmente anónimas llamadas The Monomes y The Rebels que pasaron más que desapercibidas para las casi 45.000 personas que paulatinamente iban llegando al estadio para presenciar la actuación de Bon Jovi, los cuales no actuaban en la capital catalana desde el año 2008. Pese a ser la última semana del mes de Julio, la temperatura ambiente era agradable en la cima de la montaña de Montjuic y la espera no se hizo demasiado pesada teniendo en cuenta que el concierto estaba previsto que diese comienzo a las 21:45 h.

Para lo que son las estrellas del rock, Bon Jovi fueron realmente puntuales. Marcaban las 22:00 h. cuando las luces se apagaron y, mientras los músicos iban ocupando sus lugares, en la pantalla gigante de forma semicircular ubicada en el fondo del escenario comenzaron a proyectarse imágenes de planetas, constelaciones y esferas doradas en movimiento que acabarían conformando el que se ha convertido en el símbolo del grupo: un puñal alado atravesando un corazón. En ese mismo instante Jon Bon Jovi, ataviado con una casaca militar roja y pantalones de cuero al más puro estilo Policía Montada del Canadá, hacía su aparición en el escenario para entonar las primeras notas del clásico de los 80’s “Raise your hands”. Sin apenas interrupción, el grupo atacó “You give love a bad name”, otro tema publicado en “Slippery when wet”, el tercer álbum de la carrera de Bon Jovi editado en 1986 y que ha sido considerado en múltiples ocasiones como uno de los mejores discos de la década de los 80’s. Después de este momento de catarsis, con todo el público catalán en el bolsillo (catalán y no catalán, porque la verdad es que entre toda la audiencia había una gran cantidad de fans procedentes de toda Europa como suele ocurrir cuando en Barcelona se celebra un macroconcierto en los meses de verano), el grupo acometía otro éxito de finales de los 80’s, el tema “Born to be my baby” perteneciente al álbum “New Jersey”. Tras él, el grupo respiraría un poco dando las buenas noches a Barcelona por su asistencia.

Fue una sensacional forma de comenzar un concierto de una gira de promoción de un disco de grandes éxitos de la banda. Semejantes tres himnos no dejaron indiferente a nadie y la respuesta del público fue de entrega total desde el principio, pero cualquiera con un punto de vista mínimamente objetivo vería enseguida que el escenario era espectacular; que la banda, complementada con Bobby Bandiera en la guitarra rítmica y Hugh John McDonald en el bajo, sonaba increíble; que Richie Sambora estaba musicalmente en plena forma; y que Tico Torres y David Bryan siguen en su línea de profesionalidad y excelencia a la que nos tienen acostumbrados; pero también que Jon Bon Jovi es una sombra de lo que en su día fue. Hubo momentos, sobre todo en “You give love a bad name”, en los que, a través de las pantallas, se le podía ver pasándolo realmente mal para cantar el estribillo, hasta el punto de que se le desfiguraba la cara completamente del esfuerzo cuando intentaba llegar a las notas más agudas. Pero hay que entender que estos temas se compusieron y grabaron cuando el bueno de Jon tenía veinticinco o veintiséis años y que ahora tiene cincuenta, por lo que es lógico y normal que le cueste llegar. A pesar de todo, con su actitud, su entrega, su presencia y su esfuerzo consiguió salvar con creces estas limitaciones vocales, no llegando a desafinar ni a cometer ningún error en todo el concierto. Sólo por eso ya es digno de alabanza.

A continuación Jon Bon Jovi empuñaba su guitarra acústica negra de la marca Takamine para iniciar junto al resto de la banda la interpretación de “We were born to follow”, un tema publicado en el último disco de estudio de la discografía grupo titulado “The circle”. Durante ella, y al más puro estilo U2 o Roger Waters, a través de las pantallas del escenario se fueron alternando mensajes y slogans pacifistas con imágenes de personajes históricos tan dispares como el presidente Barack Obama, el pintor Pablo Picasso, los músicos Jimi Hendrix, Bob Dylan y John Lennon, o los líderes políticos asesinados Martin Luther King y John Fritgerald Kennedy, todo ello bajo el clásico filtro de trazado tricolor en rojo, blanco y azul que el propio Obama puso de moda durante su campaña electoral. Tras este momento moralista y americanista, los siguientes temas en sonar dentro del repertorio fueron “I believe”, “It’s my life”, “In these arms” y “Just older”, alternando de esta forma dos temas del álbum “Keep the faith” editado en 1993 con dos temas del álbum “Crush” editado en el año 2003.

Antes de llegar al ecuador del concierto fueron “We got it goin' on” y “Captain Crash & The beauty Queen from Mars” las canciones que interpretó el grupo, dos canciones relativamente recientes pero no por ello menos coreadas por el público. Tras ellas se dio paso a otro clásico de finales de los 80’s como es “Bad medicine” que se convirtió en una “suite” larguísima durante la cual Jon Bon Jovi presentó a cada uno de los miembros de la banda intercalando durante las presentaciones fragmentos de clásicos del rock de ayer y hoy como el “Not fade away” de Buddy Holly, el “Bad case of loving you” de Robert Palmer o el “Vertigo” de U2.

Y como en todo macroconcierto de una gran banda del rock internacional que se precie, en esta ocasión tampoco pudo faltar el mini escenario ubicado al otro extremo de una larga pasarela que salía de la parte frontal del escenario. En ella fueron interpretadas de una forma más próxima al público algunas de las canciones más íntimas del repertorio como “Bed of roses”, cuyo estribillo fue cantado en castellano por el propio Jon Bon Jovi; una rareza como “Santa Fe”, extraída del álbum en solitario de Jon Bon Jovi titulado “Blaze of Glory” publicado en 1990 y en la que le acompañaron Bobby Bandiera en la guitarra acústica y David Bryan en el acordeón; “Diamond ring”, con un Richie Sambora empuñando una guitarra acústica de doble mástil preciosa a la vez que hacía unos coros sobrecogedores; y la siempre emocionante “I’ll be there for you”.

Después de este momento tierno y romanticón tan característico de las dos últimas décadas de la carrera musical de Bon Jovi y que tanto han criticado los ex-seguidores más intransigentes del grupo, el concierto prosiguió en el escenario principal con algunos temas pertenecientes a diferentes épocas de la banda. “Who says you can't go home”, “I'll sleep when I'm dead”, “Someday I'll be Saturday night”, “Have a nice day” y el recordado himno de los 90’s “Keep the faith”, con Jon Bon Jovi agitando las marcas, Richie Sambora espectacular en la Gibson Les Paul y unos efectos pirotécnicos creados por ordenador a través de las pantallas, hicieron saltar de nuevo a todos los asistentes al evento y pusieron fin de forma apoteósica a la primera parte de éste.

Pero a pesar de que el grupo se despidiera del público y se retirara a los camerinos, todos sabíamos que aún quedaba mucha tela que cortar, aunque alguno seguro que no se imaginaba que iba a quedar tanta. La recta final del concierto inició de forma bastante tranquila con “Something to believe in” y continuó con “Hey God”, dos temas del álbum “These days” publicado en 1995 que, mi entender, fueron un poco de relleno. Tras ellos llegó uno de los momentos más esperados de la noche, la puesta en escena de “Wanted dead or alive”, durante la cual Richie Sambora hizo alarde de su magnífica voz cantando en solitario algunos fragmentos del tema; y el aclamadísimo “Livin’ on a prayer” iniciado “a cappella” por Jon Bon Jovi y cuyos estribillos fueron cantados por el público asistente por motivos obvios. Con estas dos canciones del álbum “Slippery when wet”, posiblemente dos de los temas principales de la carrera de Bon Jovi, el grupo decía adiós a Barcelona de forma aparentemente definitiva. Finalmente o fue así. Debido a la insistencia del público coreando los clásicos cánticos futboleros de “Oé, oé, oé” que a las grandes estrellas (sobre todo las americanas) tanto les gusta, los miembros del grupo, situados ya en la parte frontal del escenario para hacer la típica reverencia con la que todos los artistas dicen adiós, se miraron de forma cómplice y conversaron unos instantes para acabar decidiendo volver a sus posiciones para interpretar uno de los temas más solicitados de la noche y, por qué no decirlo, uno de mis preferidos de los de New Jersey: “Always”.

Nuevamente parecía que la noche había terminado pero los incombustibles cánticos del público hicieron replantearse otra vez la despedida al grupo y, con evidentes muestras de entusiasmo por parte de Tico Torres, Bobby Bandiera y del propio Jon Bon Jovi, los músicos volvieron otra vez a sus correspondientes lugares para poner un brillante colofón interpretando “I love this town”, un bonito guiño de la banda hacia una Barcelona que les mostró su cariño y su admiración durante las tres horas que duró el show.

Pasados ya algunos días y habiendo ya asimilado por completo el concierto, todavía me meo más en la cara de todos aquellos imbéciles que se me mofaron de mí cuando se enteraron de que iba a ir a ver a Bon Jovi en directo. Creo que la profesionalidad, el buen hacer encima de un escenario y la calidad musical del grupo está muy por encima de toda la fama de ñoños y grupo de quinceañeras que se han labrado a lo largo de los años. Evidentemente, y no diré que no, el público mayoritario de Bon Jovi es un público femenino, pero creo que cualquiera que se considere un amante del rock y de los grandes conciertos que se hacían a mediados de los 80’s y principios de los 90’s, debería haber asistido porque ya no hay ni creo que haya jamás grupos como los de aquella generación. O si no que alguien me diga qué grupillo de los que ahora van de estrellas son capaces de pegarse tres horas de concierto seguidas y de meter a 45.000 personas en todo un Estado Olímpico de Barcelona.