domingo, 31 de julio de 2011

Live in Chicago (Guns N' Roses) 2006

No sé cómo a según que distribuidoras no se les cae la cara de vergüenza con los productos que sacan al mercado. Cuando alguien compra un DVD en directo que no aparece en la videografía oficial del grupo en cuestión, más o menos ya se puede imaginar que la calidad no va a ser la misma que la de un producto con licencia, pero es que este “Live in Chicago” de Guns N' Roses es todo un catálogo de despropósitos que a continuación y muy gustosamente voy a enumerar.

En primer lugar, nada más verlo y antes de quitarle el precinto, a cualquier seguidor del grupo mínimamente observador ya le rechinarán los dientes. Resulta que el DVD es un concierto de Guns N' Roses registrado el 9 de Abril de 1992 en el Rosemont Horizon de Chicago, vamos, en plena gira “Use your Illusion”. Pues bien, en la carátula aparece una foto del grupo con Duff McKagan, Slash, Axl Rose... ¡Steven Adler e Izzy Stradlin'! ¿Me puede alguien explicar a qué mente privilegiada se le ha ocurrido elegir de entre los millones de fotos de Guns N' Roses que habrá, una foto en la que aprecen dos miembros del grupo que ya no estaban en ese momento en la formación? Es que alguien que no se fije mucho y no se pare a leer la letra pequeña de la parte trasera de la carátula, puede ver la caja con el título “Guns N' Roses: Live in Chicago” sobre una foto de los Guns N' Roses originales, y seguro que lo primero que piensa es que se trata de un concierto de las primeras giras del grupo. De acuerdo, sólo se trata de un papel, pero no cuesta nada hacer la misma edición sin semejante anacronismo.

Si nos olvidamos de este detalle de presentación y ponemos el DVD a reproducir, entonces ya el cabreo se multiplica por diez cuando comprobamos la lamentable calidad del contenido. Ignoro el motivo por el cual fueron grabadas las imágenes, aunque supongo que sería para ser emitidas por televisión, o incluso es posible que sean las imágenes que durante el concierto se proyectaban en las pantallas del escenario; pero viéndolas, lo que queda claro es que proceden de una cinta VHS. El audio, dentro de lo que cabe, es bastante bueno salvo un ligero zumbido que se escucha de fondo, pero las imágenes son indignantes. No sólo es que se vean borrosas por la antigüedad y deterioro de estas, ya que el concierto tuvo lugar en 1992 pero el DVD se editó en 2006, es que además al pasarlas a formato digital aún han perdido más calidad y en según qué momentos hasta se ven los clásicos cuadraditos de las imágenes pixeladas. Además, así como va avanzando el concierto de vez en cuando van apareciendo en la parte inferior izquierda de la pantalla las palabras “MONO” e “HIFI” típicas de las televisiones antiguas.

En cuanto al concierto de Guns N' Roses contenido en este paupérrimo DVD, pues, en primer lugar, decir que no está completo sino que han cortado por dónde les ha dado la gana y que faltan temas tan imprescindibles en su repertorio como “Sweet child o' mine” o “Paradise City” por nombrar sólo un par de ellos. Lo mejor de todo, y único motivo por el cual vale la pena este DVD si es que existe alguno, es que contiene la interpretación íntegra del tema “Coma”, de 9:34 minutos de duración, algo no muy habitual en los conciertos de Guns N' Roses de aquella época.

En definitiva, una auténtica joya este “Live in Chicago”, un DVD editado por la compañía argentina Masterplan, cuyas iniciales “MP” que aparecen en la parte superior izquierda de la pantalla bien podrían significar “Mierda Pinchaenunpalo”.

domingo, 24 de julio de 2011

Ladies and Gentlemen: The Rolling Stones (The Rolling Stones) 2010

Lo mejor de hacerse mayor es que para tu cumpleaños la gente que te quiere y te conoce bien te hace regalos realmente cojonudos. Mi cumpleaños fue el pasado día 12 de este mes (gracias, a buenas horas mangas verdes) y con motivo de éste, mi hermano, quizás la persona del mundo que mejor me conoce, me regaló este “Ladies and Gentlemen: The Rolling Stones”. Hay tanto material audiovisual de Sus Satánicas Majestades en el mercado que me resulta verdaderamente difícil hacerme con todo como a mí me gustaría, así que este regalo me hizo especial ilusión porque más tarde o más temprano iba a acabar comprándomelo.

“Ladies and Gentlemen: The Rolling Stones” es una recopilación de temas en directo registrados en cuatro actuaciones de los Stones llevadas a cabo en Houston (Texas) durante la gira americana de promoción del álbum “Exile on Main St.” celebrada en año 1972. Cada uno de los temas que aparecen en el “set-list” fue grabado en una de aquellas cuatro actuaciones, pero el montaje audiovisual se hizo de tal forma que, si no fuera porque la vestimenta de los músicos va cambiando entre canción y canción, uno no se daría ni cuenta ya que la sensación que se tiene al escucharlos es la de estar presenciando un concierto íntegro.

La versión original, producida por Rollin Binzer y Marshall Chess a partir de las imágenes filmadas por Bob Freeze y Steve Gebhardt de Butterfly Films, fue proyectada en cines a modo de documental durante el año 1974. No fue hasta el pasado año 2010 que, de la mano de Eagle Rock Entertainment, estas fueron reeditas en formato DVD. El sonido de esta nueva reedición es realmente espectacular. No es el típico sonido espeso y sucio de algunas grabaciones antiguas que se suelen ver por ahí, sino todo lo contrario. Hay tanta claridad en el audio que sin demasiado esfuerzo por parte del espectador es posible apreciar a la perfección todos los matices de todos los instrumentos que están sonando. Con respecto a las imágenes, también remasterizadas para esta nueva edición, tienen una gran calidad pero pecan se ser demasiado oscuras, lo cual no es de extrañar debido a que los sistemas de iluminación de los conciertos de aquella época no eran los mismos que los que se utilizan ahora.

Para el que escribe y para la mayor parte de la crítica, aquella fue la mejor etapa de la historia de The Rolling Stones y así lo demuestran en este documento. A un Mick Jagger y un Keith Richards en su máximo esplendor creativo y expresivo, se les unen la por aquel entonces todavía inspirada sección rítmica compuesta por Charly Watts y Bill Wyman; el que yo considero mejor guitarrista que jamás haya pasado por la formación: Mick Tylor; la brillante sección de vientos compuesta por Bobby Keys en el saxo y Jim Price en la trompeta y los trombones; además de Nicky Hopkins en el piano. Es una pena que las imágenes se centren excesivamente en la figura de Mick Jagger y que por consiguiente no haya demasiadas imágenes generales de grupo, pero aún así, “Ladies and Gentlemen: The Rolling Stones” es una verdadera joya para cualquier amante de los Stones que se precie.

miércoles, 20 de julio de 2011

Aprende a tocar “Rocket Queen” con Steven Adler

Después de leerme la biografía de Slash me puse a buscar por YouTube todas aquellas actuaciones televisivas, entregas de premios y conciertos míticos de Guns N' Roses de los cuales habla en su libro y que en su día me fue imposible ver debido a la ausencia de Internet. Todos sabemos lo que tiene YouTube, que empiezas a buscar algo, una cosa te lleva a la otra y acabas viendo cosas asombrosas que nunca se te habría ocurrido buscar, y eso fue lo que me pasó ayer. De casualidad, saltando de vídeo en vídeo, fui a parar a una serie de entrevistas bastante recientes a Steven Adler, primer batería de Guns N' Roses que fue explusado del grupo por su adicción a las drogas (gran hipocresía, vive Dios), y me entristeció profundamente ver el estado físico en el que se encuentra. Afortunadamente el pobre hombre se encuentra limpio desde hace un tiempo debido a diversos programas de desintoxicación a los que se ha sometido, pero se nota que los abusos le han pasado factura y actualmente sufre una parálisis facial que le impide vocalizar bien debido a algún que otro infarto cerebral que ha sufrido.

Pero no todo fueron imágenes desagradables en mis hallazgos YouTuberos de ayer, también de casualidad encontré el vídeo que adjunto a continuación. Se trata de una entrañable “master class” del bueno de Steven Adler en la que nos enseña a todos cómo se toca la batería del tema “Rocket Queen”. La grabación fue realizada el pasado año 2010 y en ella Steven, sin perder su característica sonrisa, nos demuestra que todavía sigue en forma para el rock and roll. Espero que disfrutéis viéndolo lo mismo que se le ve disfrutar a él sentado en el taburete de la batería con dos baquetas entre las manos.

lunes, 18 de julio de 2011

Slash (Slash y Anthony Bozza) 2007

Habitualmente, cuando alguien lee la biografía de un artista al cual admira lo que pretende es profundizar en su vida fuera de los escenarios y conocer un poco más al ser humano que hay detrás del personaje popular. Posiblemente Slash sea el primer músico al cual he admirado de verdad. Su sonido de guitarra hard rockero con esas claras influencias del blues, sumado a su icónica imagen de pelo lanoso, gafas de sol, chistera con remaches calada hasta las cejas y guitarra Gibson Les Paul colgada al hombro, me hipnotizaron por completo desde el primer momento en que lo ví, hasta el punto de, no sólo tener toda su discografía oficial en versión original sino, además, haber llegado a tener durante años pósters con su imagen colgados en mi habitación e incluso una reproducción en miniatura con su figura. Slash ha sido y será por siempre mi principal ídolo musical y el músico que consiguió que yo mismo sintiera atracción e ilusión por aprender a tocar la guitarra, así que cuando me hice con la edición en castellano de este libro, más que leérmelo lo devoré en un tiempo récord. Lejos de mitificar todavía más al personaje, leyéndolo llegué a la conclusión de que, a pesar de ser toda una institución en la historia del rock, como persona Slash no es otra cosa más que un completo imbécil que si no ha conseguido ser diez veces más de lo que actualmente es, sin duda ha sido por su estupidez. Sí, ya, en ningún momento he dado por supuesto que Slash sea un digno merecedor de un Premio Nobel de Física o algo por el estilo, pero creo que el hecho de llevar toda la vida en esto de la música y únicamente haber conseguido grabar diez discos con cara y ojos en casi treinta años (al margen de colaboraciones esporádicas con otros artistas) es un claro indicador de que algo pasa.

Como en la misma portada indica, el libro ha sido escrito por Slash en primera persona con la ayuda de Anthony Bozza, un escritor y periodista neoyorquino que al parecer ha mantenido largas charlas y entrevistas con el propio Slash, tras las cuales ha transcrito de forma fiel las palabras del músico para dejarlas plasmadas en este libro. Sintetizando mucho, podríamos decir que la biografía de Slash se divide en tres grandes bloques: El primero sería el correspondiente a la infancia, adolescencia y vida familiar de Saul Hudson antes de convertirse en Slash. El segundo y principal correspondería a lo que es el inicio, nudo y desenlace de la historia de Guns N’ Roses, la banda con la que alcanzó la fama internacional. Y el bloque final y quizás más aburrido es el dedicado a la etapa de Slash colaborando con todo el mundo y liderando o co-liderando diferentes proyectos musicales de éxito relativo como Slash’s Snakepit y Velvet Revolver, así como a la reciente formación de su propia familia.

El primero de estos bloques es fundamental para ponerse un poco en situación y entender cómo un niño de familia acomodada puede llegar a convertirse en un personaje como Slash, tanto para lo bueno como para lo malo. Hijo de padre pintor y madre diseñadora, ambos de vida bohemia y con amistades de dudosa reputación, su personalidad sufrió un cambio radical en el momento en que ambos se divorcian y por el bien de su estabilidad se vieron obligados a mandarlo a vivir con su abuela materna en Los Ángeles. Allí, muy pronto se convertiría en un pandillero, un ladrón y en un auténtico gamberro que pasaba más tiempo pateándose la ciudad a lomos de su bicicleta con el único fin de perpetrar todo tipo de fechorías, que estudiando. Vamos, una especie de Tom Sawyer urbano y ochenteno cuya vida cambiaría por completo en el momento en que comienzó a tocar la guitarra y a montar sus primeras bandas de rock.

Si esta primera parte es interesante y hasta cierto punto “cómica” por la forma como Slash explica los acontecimientos, la parte más atractiva del libro para cualquier fan de Guns N’ Roses es aquella en la que Slash cuenta, bajo su particular punto de vista, la historia del grupo desde el principio hasta el final de sus días. Se trata de una narración sobre los inicios, el crecimiento, el despegue, la trayectoria y la decadencia de Guns N’ Roses contada por primera vez en casi treinta años en primera persona. Más o menos es la historia que todos los fans ya habíamos leído en diferentes revistas y publicaciones pero explicada con todo lujo de detalles por uno de sus protagonistas, adornada además con decenas de anécdotas y dejando alguna que otra eterna duda sobre ciertos aspectos de la banda totalmente aclarada.

Pero hablar de Slash es imposible sin hablar de ese co-protagonista que ha compartido con él el noventa por ciento de su vida. No me refiero ni a Axl Rose, ni a Duff, ni a su abuela, ni ninguno de sus padres, ni a sus serpientes, ni a sus esposas o novias. Me refiero a la droga. La biografía de Slash no es sólo la biografía de un músico, es también la biografía de un drogadicto. Slash se enganchó a la heroína a la edad de diecinueve años y desde entonces hasta hace relativamente poco su consumo, no sólo de esta substancia sino también de otras como la cocaína, el alcohol, sus famosas “speed balls” y otros tipos de cócteles tóxicos (todo ello en cantidades astronómicas), ha sido continuado, llegando a marcar su vida por completo. Si bien es cierto que mientras estuvo en Guns N’ Roses las drogas nunca le impidieron realizar su trabajo a la perfección, tanto encima del escenario como en los estudios de grabación, la impresión que me queda es que si no fuera por su extrema adicción a ellas durante tantos años quizás Guns N’ Roses nunca hubieran acabado de la forma que acabaron y, por supuesto, jamás se habría dejado engatusar por Axl Rose (cuya paranoia se llega incluso a comprender viendo con qué clase de elementos compartía banda) en el momento en que le fueron arrebatados legalmente los derechos sobre el nombre y la marca Guns N’ Roses. Han sido diversos los procesos de desintoxicación a los que se ha sometido a lo largo de los años y alguno que otro los amigos que por culpa de las drogas se le han quedado por el camino, pero su inmadurez, su inconsciencia y la estupidez de la que hablaba al principio, le han hecho volver a consumir de nuevo todas las veces que lo había conseguido dejar. Según cuenta, esto fue así hasta el momento en que le llegó la paternidad.

Resumiendo, la biografía de Slash es la historia de una estrella de la música pero también es la historia de un superviviente, de una víctima fácil del ambiente de excesos que rodeaba al rock en Los Ángeles a principios de los años ochenta, que si no fuera por los medios económicos de los que ha dispuesto, quizás este libro jamás podría haberse escrito de la forma en la que se ha hecho, como una autobiografía. Salvando mucho las distancias, la vida de Slash me ha recordado un poco a la vida de Keith Richards, con la diferencia de que Keith Richards vivió en una época de total desconocimiento sobre el asunto de las drogas, excusa que en el caso de Slash no sirve. Lo que me sorprende es que alguien que durante tantos años fue un yonki profesional tenga tan buena memoria y recuerde tan bien tantos aspectos de su vida.

domingo, 17 de julio de 2011

Almayate Rock & Roll Circus II

El pasado día 23 de Junio, con motivo de la celebración de la Noche de San Juan, tuvo lugar en la localidad malagueña de Almayate la segunda edición del festival musical alternativo que en su momento fue bautizado como “Almayate Rock & Roll Circus”. Al igual que el año pasado, el evento se llevó a cabo en el ya mítico Raymond's Palace y en él los asistentes pudieron disfrutar de las actuaciones de la nueva versión del legendario grupo malagueño Zoe, del debut del grupo Sesen Tones, de la segunda actuación de la carrera del grupo femenino Las Luciérnagas y de los siempre espectaculares Perro Chico y los Perros Calientes. En esta ocasión únicamente asisití como espectador y no actué en directo con mi actual banda como sí hice en la primera edición del festival celebrada en Carnaval del 2010, pero aún así, fue una magnífica jornada de disfrute musical y de convivecia con mis amigos músicos malagueños.

Como resumen de aquel día de rock, sol y buen rollo en el Raymond's Palace, a continuación os adjunto una imagen muy representativa del lugar: Los perros del Boris jugando y peleándose. Espero tener la oportunidad de repertir la experiencia el año próximo y volver a compartir una noche similar con aquella gente malagueña a la que tanto aprecio y admiro.


Autor: El Artista Multimedia, fan incondicional de Perro Chico.

sábado, 9 de julio de 2011

1993 Boston Grand Cru Concert (Keith Richards & The X-pensive Winos) 2010

Cuando en 1985 Mick Jagger, haciendo caso a los cantos de sirena que le animaban a iniciar una carrera en solitario del nivel de la de Michael Jackson, decidió dejar en “stand-by” la andadura de The Rolling Stones, el rebote que pilló Keith Richards fue descomunal. A diferencia de Mick Jagger, Keith Richards siempre ha sentido que The Rolling Stones es lo más importante en su vida artística, y semejante plantón de su co-lider, co-compositor y vocalista (aunque fuese temporal) le sentó como un tiro. En 1987, como respuesta a tal desprecio y ante la imposibilidad de esperar sin hacer nada hasta que a Mick Jagger le apeteciese volver con The Rolling Stones, Keith no tuvo más remedio que reclutar una nueva banda e iniciar así su propia carrera en solitario. El resultado fue una excepcional formación denominada The X-pensive Winos con la que, a diferencia de Mick Jagger el cual se comió literalmente los cagaos, Kith Richards consiguió registrar un par de discos muy aclamados por la crítica (“Talk is cheap” 1988 y “Main offender” 1991) y volver así a la carretera llevando a cabo conciertos que fueron una auténtica exaltación del rock and roll.

Ahora que Mick Jagger anda inmerso en su nuevo proyecto al margen de los Stones llamado Super Heavy y compuesto por él mismo, la cantante británica de soul Joss Stone, el ex-Eurorythmics Dave Stewart, el hijo de Bob Marley Damien Marley y el compositor A.R. Rahman; han vuelto a oírse rumores sobre el hipotético regreso de The X-pensive Winos después de haber acabado relativamente mal a medidados de los noventa por motivos económicos. El caso es que hace unos días, buceando por las estanterías de mi tienda de discos habitual, encontré a un precio bastante asequible este “1993 Boston Grand Cru Concert” de Keith Richards con The X-pensive Winos, así que como me hice con él y ya lo he visionado, a continuación procederé a desgranar su contenido.

Como su propio nombre indica, “1993 Boston Grand Cru Concert” es la grabación íntegra del concierto de Keith Richards con The X-pensive Winos registrada en el Orpheum Theater de Boston en 13 de Febrero de 1993 durante su gira promocional de “Main offender”. En aquella ocasión la formación estaba compuesta por Steve Jordan en la batería, Waddy Wachtel en la guitarra, Bobby Keys en el saxofón, Ivan Maville en los teclados, Jerome Smith en el bajo, además de Sarah Dash y Babi Floyd en los coros; y el repertorio que desplegaron estuvo basado en los grandes hits de los dos álbumes del grupo como “Take it so hard”, “Eileen”, “999” o “Words of wonder” entre otros, dos clásicos de The Rolling Stones como los míticos “Gimme shelter” y “Happy”, y una versión del “Somethin' else” de Eddie Cochran. Durante todo el show se puede ver a un Keith Richards enérgico, sonriente, completamente en forma, aparentemente sobrio y en todo momento en su sitio y con unas ganas de tocar rock and roll arrolladoras. Con cada una de sus características patadas al aire y cada levantamiento de pierna da la sensación de estar diciendo: “¡Chúpate esa, Mick!”

Además de la clase, la voz, el estilo y los bailes de Keith Richards, en este DVD también hay lugar para deleitarse con el espectacular estilo de tocar la batería de Steve Jordan consistente en coger la baqueta del Charles por la mitad y golpear la caja con tal ímpetu que parece mentira que no raje el parche, con las cualidades vocales de Babi Floyd, con la fuerza con la que Jerome Smith pica las cuerdas del bajo y con la versatilidad musical de Ivan Maville que tan pronto toca el teclado, como agarra el bajo, como se cuelga la guitarra para acompañar.

Musicalmente “1993 Boston Grand Cru Concert” es un documento excepcional, aunque la grabación de las imágenes deja un poco que desear. Parece ser que el concierto fue registrado para la televisión y se nota que al editarlo en DVD diecisiete años después no han invertido ni un céntimo en su remasterización. Aún así, todos aquellos admiradores del maestro no pueden perdérselo porque se trata de un perfecto tutorial sobre cómo se ha de interpretar rock and roll encima de un escenario.