sábado, 31 de diciembre de 2011

Licenciado Cantinas (Enrique Bunbury) 2011

Cada vez que Enrique Bunbury publica un nuevo disco es como cuando alguien te hace un regalo por Navidad. Lo mismo puede dar en el clavo y sorprenderte gratamente, como puede ser un mojón mañanero que ni te gusta, ni necesitabas y que una vez recibido jamás vuelves a prestarle atención. En este caso, y siguiendo con el paralelismo Navideño, podríamos decir que “Licenciado Cantinas” es un regalo de tipo mojón, vamos, que después de las dos escuchas de rigor, más que suficientes para escribir esta reseña, dudo que vuelva a escucharlo nunca más. ¿Pero qué tiene “Licenciado Cantinas” para que en mi opinión sea tan infumable? Pues ahora mismo os lo explico.

“Licenciado Cantinas” es, nada más y nada menos, un disco de temas presuntamente clásicos de la música latinoamericana interpretados por Enrique Bunbury y sus muchachos en clave de rock-fusión. Y digo presuntamente porque yo de música latinoamericana conozco tanto como de la pesca del boquerón malagueño en embarcación de jábega, así que no pondré en duda este asunto ni mucho menos. Pero no se trata de un recopilatorio de canciones latinas al uso como pudo ser “El cantante” de Andrés Calamaro, no. Lo “original” de la compilación es que Bunbury ha querido presentarla como un disco conceptual dividido en partes, actos y esas cosas más propias de las óperas que de los discos de hoy en día, al más puro estilo “The Wall” de Pink Floyd. La diferencia es que, mientras que en algunos discos de este tipo como el mencionado “The Wall” o el “Metropolis” de Dream Theater la trama de las historias está más o menos clara desde un principio, en “Licenciado Cantinas” lo único que se intuye es un intento de narrar una historia protagonizada por un borrachuzo apodado Licenciado Cantinas, pero sin llegar a hilvanar del todo una trama argumental clara. No en vano los temas fueron compuestos por gente como Agustín Lara, Atahualpa Yupanqui, Lhasa de Sela o Héctor Lavoe por nombrar sólo unos cuantos, que ni son coetáneos ni tienen nada que ver el uno con el otro.

Por lo que respecta a lo puramente musical, dejando de lado lo estilístico, decir que Enrique Bunbury está en una forma espectacular. Después del tute que se habrá pegado en la vida, es sorprendente lo bien que se conserva en lo que a voz se refiere. Ha debido de firmar un pacto con el diablo porque los años parece que ni pasan en él ni en su garganta. En cuanto a su banda, pues con tres discos al lado de Bunbury y una montonera de conciertos del grupo a sus espaldas, los Santos Inocentes han conseguido sonar impresionantemente bien y hacer que absolutamente nadie se acuerde ya de aquella banda en mi opinión tan flojita llamada El Huracán Ambulante que hace unos años acompañaba al artista aragonés. Sobre todo Jordi Mena y Jorge Rebenaque le dan un toque de clase al sonido que no tenía la anterior formación ni por asomo.

Y alguien podrá decir: “Primero dices que no te gusta el disco y luego hablas bien de Bunbury y sus músicos”. Cuidado. Que el conjunto del disco no me guste y me parezca más aburrido que el hombre invisible haciendo sombras chinescas no quiere decir que no sepa reconocer un buen trabajo de instrumentación y producción como el que se ha hecho en “Licenciado Cantinas”. Lo único que digo es que a mí ni me gusta el estilo del disco, ni la lista de canciones que lo componen y que no hay nada que ni a mí ni a ningún seguidor de Enrique Bunbury con un mínimo de criterio musical (que alguno debe de haber por ahí, digo yo) nos vaya a animar a volverlo a escuchar, lo cual es una pena y más sabiendo de lo que es capaz Bunbury cuando se pone a hacer rock. Eso sí, su público latinoamericano debe estar encantado con este nuevo trabajo, que por otra parte en los últimos diez años parece ser lo único que le importa.

sábado, 24 de diciembre de 2011

El Artista Multimedia os desa Felices Fiestas y próspero año 2012

Estimados lectores del blog de El Artista Multimedia:

En unas fechas tan especiales como estas me gustaría dirigirme a todas las personas que durante este año han pasado por este blog, tanto a las que lo han hecho voluntariamente movidas por el interés o la curiosidad por lo que aquí escribo, como a aquellas que andaban buscando por Internet cosas interesantes de verdad y el motor de búsqueda de Google las ha redirigido aquí por error. A todos, millones de gracias, porque con vuestras visitas la aplicación de estadísticas que tengo instalada en el blog y que me informa de cuánta gente va entrando cada día, me ha hecho pensar que vale la pena seguir escribiendo.

Para mí, el 2011 ha sido un año verdaderamente apasionante, un año que empecé con muy mal pie (de hecho lo empecé con el pie roto) pero en el que he tenido la oportunidad de replantearme muchas cosas, de afrontar el día a día de una forma diferente a como lo venía haciendo y, sobre todo, de vivir grandísimas experiencias realmente inolvidables. De entre todos los acontecimientos que he vivido en este 2011 podría destacar mi debut con The Rebel Band en la mítica sala Razzmatazz de Barcelona, mi regreso a Málaga para reencontrarme en la segunda edición del festival Almayate Rock N' Roll Circus con mis amigos Perro Chico y los Perros Calientes y mis amigas Las Luciérnagas, mi visita a la fantástica ciudad de Estocolmo, mi estancia de dos semanas por motivos laborales en los Emiratos Árabes Unidos, y la ocasión que tuve de disfrutar de los conciertos de algunas grandes estrellas del panorama musical internacional como son Roger Waters, Bon Jovi o Jamiroquai.

El haber vivido todos estos acontecimientos y haberme tenido que dedicar a otros asuntos algo menos interesantes pero que también han requerido muchísimo tiempo por mi parte, ha provocado que el blog de El Artista Multimedia haya quedado un poco olvidado de unos meses a esta parte. He de decir que no ha sido algo voluntario ni intencionado y que en el 2012 pretendo dedicarme más a él y recuperar algunas cosas que en el 2011 se me han quedado en el tintero por falta de tiempo material.

Sin nada más que decir, me despido de todos vosotros transmitiéndoos mis mejores deseos para estas fiestas y esperando que sigáis ahí durante el año próximo.

Recibid un cordial saludo de El Artista Multimedia.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Starfield Cabriolet

Y van tres. Cuando decidí comprarme mi primera guitarra eléctrica quise darme el capricho de que ésta fuera igual o parecida a la Gibson Les Paul Custom negra que usaba uno de mis ídolos musicales, el guitarrista Juan Valdivia de Héroes del Silencio. Como igual no podía ser por motivos económicos (una Gibson Les Paul Custom original ronda los 3.000 Euros), me compré una lo más parecida y de la máxima calidad posible: Una Epiphone Les Paul Custom. A pesar de ser preciosa y de tener un sonido espectacular y bastante fiel al de una Gibson original, la delicadeza de su esmalte (se raya sólo de mirarla) y su exagerado peso (debe andar por los 5 Kilos) hicieron que cuando empecé a ensayar semanalmente me plantease hacerme con otra algo más barata, bastante más ligera y que no me importase demasiado si se llevaba algún hostión en el metro ni maltratarla en el local de ensayo. Fue entonces cuando adquirí mi Squier Bullet-Strat de color verde surf. En la tienda había guitarras de precio similar y seguro que de mejor calidad, pero he de reconocer que el color verde chicle de menta de su cuerpo me hipnotizó completamente desde fuera del escaparate y no pude evitar comprármela. Con ella ensayé durante dos años, grabé una maqueta y toqué en directo en cuatro ocasiones, pero a pesar de llevar el sello Fender en su pala, con el paso del tiempo se fue deteriorando sonando cada vez peor y me vi obligado a volver a recuperar mi Epiphone Les Paul Custom. Después de tocar en directo dos veces con ella y de realizar alguna grabación, acabé nuevamente hasta los huevos de cargarla a la espalda semanalmente y volví a plantearme la adquisición de otra guitarra que me diese la comodidad que me daba la Squier pero que fuese de una calidad algo superior. Fue entonces cuando apareció de la nada mi amigo y maestro Juan Pineda con una Starfield Cabriolet de segunda, tercera o cuarta mano, quién sabe.

Según he podido saber a través de Internet, Starfield Guitars Company nació como empresa subsidiaria de Hoshino Industries. Inicialmente Starfield tenía tres líneas de fabricación: Corea, Japón y Estados Unidos, y en todas ellas la producción era compartida con la casa Ibanez. Las gamas fabricadas en Corea y Japón fueron destinadas a la venta al gran público mientras que la producción de más alta gama realizada con el sello “Made in USA” se ensamblaba, acababa, y distribuía desde la Custom-Shop de Ibanez ubicada en California. Las guitarras y algunos amplificadores de la marca Starfield vieron la luz en los años 70 pero finalmente la empresa tuvo que cerrar entre los años 1994 y 1995 debido a sus bajas ventas ya que nunca consiguió establecer su propio nicho de mercado. A mediados de los 70 Starfield creó una imitación de Les Paul y una guitarra de caja, ambas de gran calidad. Finalmente Starfield cambió de logo y se centró en dos modelos base: La Cabriolet y la Altair. La Cabriolet estaba inspirada en la Fender Telecaster y la Altair era una extraña evolución de la Fender Stratocaster. Ambos modelos estaban equipados con un puente Wilkinson, herrajes de primera calidad y pastillas Seymour Duncan en la mayoría de los casos.

El modelo que me consiguió mi amigo Pi y que podéis apreciar en la siguiente imagen, es una Starfield Cabriolet producida en Japón. No sé de dónde habrá salido, a quién habrá perteniecido, ni la historia que tendrá detrás suyo esta guitarra, lo que sí sé es que, a pesar de estar tuneada y de llevar instalado un extraño hardware de efectos en su interior, ésta suena de maravilla y cumple todas las expectativas de comodidad y ligereza que andaba yo buscando en una guitarra. A ver cuánto me dura o cuándo me canso de ella.


Autor: El Artista Multimedia, al final dará con la buena.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Especial Marco Simoncelli (Paddock GP)

Mañana hará dos semanas de la trágica muerte del piloto de MotoGP Marco Simoncelli. Han sido catorce días de recuerdos y homenajes por parte de muchos medios de comunicación que han dado lugar a diferentes ediciones y emisiones especiales recordando al piloto italiano del dorsal 58. Entre todos estos tributos me gustaría destacar el que el programa Paddock GP de Televisión Española emitió pocas horas después del fallecimiento de Simoncelli. Se trata de un bonito documental que recuerda en imágenes toda su vida y que refleja con bastante claridad cómo era Marco dentro y fuera de la pista. El documental se ha tratado con el cariño y la admiración que todos los profesionales encargados de las retransmisiones del Mundial de MotoGP de Televisión Española le profesaban al piloto, y lejos de ser morboso o triste, trata de recordar a Marco como él mismo hubiera querido, con una sonrisa en los labios. Si en su día no tuvisteis ocasión de verlo, espero que ahora lo disfrutéis.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Piezas contentas (Suite) 2007

A lo largo de los años han habido diversos grupos y artistas cuyas carreras musicales han dado un giro de 180 grados en el momento en que han dejado de jugar en la segunda o tercera división del rock para realizar alguna colaboración con Enrique Bunbury. Podríamos hacer una larga lista de gente a la que le ha pasado esto en la que destacarían nombres como Las Novias, Shuarma, Morti, Carlos Ann, Copi Corellano y un largo etcétera de músicos que, sin pretender poner en duda su talento ni sus capacidades artísticas (Dios me libre), nadie tendrá el valor de negarme que sin el paso de Enrique Bunbury por sus vidas hoy en día quizás ni yo ni nadie estaría hablando sobre ellos. El último ejemplo de este tipo de fenómeno es el del grupo barcelonés Suite. Hasta que Bunbury no diera por finalizada su etapa con el Huracán Ambulante y reclutara para su nueva formación a Álvaro Suite y Robert Castellanos, dos miembros del grupo Suite, muy poca gente había oído hablar de ellos a pesar de llevar en activo desde el año 2002. Hoy en día me atrevería a decir que ya son pocos los fans del que fuera líder de Héroes del Silencio que no han investigado sobre las carreras musicales de los nuevos compañeros de viaje de su ídolo y que, por consiguiente, no conocen, han escuchado y son fans a muerte de Suite y de su disco de debut publicado en el año 2007 bajo el título de “Piezas contentas”.

En efecto, yo también he investigado sobre el grupo y he escuchado su trabajo (sino no estaría escribiendo esta reseña), pero quiero dejar claro que no lo he hecho porque me sienta atraído por cualquier cosa que huela o tenga relación con Enrique Bunbury y lo que le rodea. En absoluto. Lo he hecho porque, casualmente, hace unos meses tuve el enorme placer de compartir escenario e incluso amplificador con Robert Gómez, el guitarrista principal de Suite, durante una velada de rock and roll celebrada en la localidad tarraconense de Torredembarra donde su nueva banda, The Leonardos, y la mía, The Rebel Band, tocamos juntos en el mismo local. Durante toda la actuación de The Leonardos quedé tan impresionado con el estilo y la técnica en las seis cuerdas de su guitarrista, que quise conocer sus trabajos discográficos anteriores dando así con este “Piezas contentas” de Suite que a continuación pasaré a reseñar.

Pese a ser el disco de un grupo español que canta en castellano, podríamos decir que “Piezas contentas” es un disco de rock and roll con claras influencias del rock británico de los años setenta. Incluso diría que en determinados fragmentos el disco tiene un acentuado aire glam-rock que claramente recuerda a artistas como David Bowie o los T-Rex de Marc Bolan. Ocurre esto en temas como por ejemplo “Duque detalle”, “Fiebre de amor” o “Virginie”. La verdad es que la voz de Álvaro Suite ayuda bastante a la hora de encontrar este tipo de similitudes, pero no es únicamente la voz lo que recuerda a los sonidos de aquellos tiempo, son también la ambigüedad de las letras, la forma de hacer los coros y las propias melodías de las canciones lo que a cualquier persona mínimamente formada en lo que es la historia del rock de la década de los setenta le hará llegar a esta misma conclusión.

En cuanto a la instrumentación, todos y cada uno de los integrantes de la banda son unos verdaderos maestros en sus respectivos instrumentos. El mismo Álvaro en la guitarra, Robert Castellanos en el bajo, Luis “Animal” Bestard en la batería y muy especialmente el anteriormente mencionado Robert “Revolbert” Gómez en la guitarra principal, conforman una banda impecable que no ocupa en el panorama musical español el lugar que su talento merecería. Desde mi modesta opinión y conociendo diferentes facetas suyas como músico, creo que Robert Gómez es uno de los guitarristas más versátiles de este país. Lo mismo le da interpretar unos “riffs” afilados al más puro estilo Keith Richards, que marcarse unos punteos alienígenas a lo Mike Ronson, que tocar blues como el que lleva a cabo con otra de sus bandas llamada Lone Rhino Club, que tocar punk-rock garajero como el que hace con The Leonardos, porque todos ellos los ejecuta con una grandísima clase.

Es una lástima que “Piezas contentas” no tuviera la campaña promocional ni de distribución que se merece por la calidad de su contenido. Actualmente es un disco que no se encuentra en las tiendas pero que afortunadamente se puede conseguir a través de Internet mediante procedimientos más o menos ortodoxos. Además, puesto que hoy por hoy Álvaro Suite y Robert Castellanos se encuentran inmersos con una dedicación de prácticamente el 100% en su carrera como músicos de apoyo de Enrique Bunbury, es más que probable que en mucho tiempo no volvamos a ver un disco de Suite en el mercado si es que esto se llega a producir alguna vez. Pero es lo que tiene ser un anónimo y que de la noche a la mañana llame a tu puerta una de las máximas estrellas de la música nacional, que como decía el bolero: “Si tú me dices ven lo dejo todo”.

domingo, 23 de octubre de 2011

Marco Simoncelli

Hacía mucho tiempo que no escribía un artículo en la sección “Artistas” de este blog. Habitualmente aquí solía escribir sobre músicos que estuviesen de actualidad, pero ya llevaba días pensando en que la palabra “Artista” abarca tanto que quizás podría empezar a ampliar la sección incorporando también actores, escritores, pintores o personas de cualquier tipo de profesión con cuyo trabajo generen diversión o entusiasmo entre la gente que lo presencia. Lo que no entraba dentro de mis planes era que esta ampliación iba a ser inaugurada con la persona con la que la voy a inaugurar. Esta mañana me disponía a revisar los portales de noticias que visito diariamente y mis páginas en las redes sociales cuando de repente he visto un mensaje en Facebook escrito por Motocuatro en el que decía literalmente: “Marco Simoncelli ha muerto. D.E.P.”. Me ha costado reaccionar unos minutos hasta que he entrado en las páginas de MotoGP, de Motocuatro y de Radio Televisión Española para informarme más a fondo de la noticia. En efecto, Marco Simoncelli había muerto a los veinticuatro años de edad tras sufrir un accidente en el circuito de Sepang cuando se estaba corriendo la segunda vuelta de la carrera de MotoGP del Gran Premio de Malasia. Con el corazón todavía encogido por la noticia y sin creerme aún que jamás volveremos a ver su peluca y su enorme figura sentada en una moto en la parrilla de salida de una carrera, me gustaría rendir un sentido homenaje en este humilde blog al que fue uno de los pilotos más controvertidos, peculiares y auténticos del mundial. Va por ti, Super Sic.

Marco Simoncelli nació el 20 de Enero de 1987 en la localidad italiana de Cattolica. Su lugar de nacimiento, de tradición motera y muy próximo al mítico circuito de Misano, hizo que desde bien pequeño ya se sintiera atraído por las motos. En 1996, con sólo nueve años de edad, empezó a competir en la modalidad de minimotos donde estuvo corriendo hasta el año 2000. Después de conseguir dos títulos consecutivos en el campeonato de Italia, Marco cambió de disciplina dando el salto a las motos de 125c.c. Con un brillante primer año a bordo de una Honda Trophy, en el año 2002 se proclamó Campeón de Europa de 125c.c. y disputó algunas de las últimas carreras del Mundial de la misma categoría. Su talento y su forma de pilotar hizo que muchos le auguraran un prometedor futuro en el mundo del motociclismo.

En el año 2003 Marco Simoncelli disputó su primer Campeonato Mundial de 125c.c al completo a bordo de una Aprillia en las filas del equipo Matteoni Racing. Para ser un piloto debutante, Marco consiguió unos magníficos resultados haciendo que el equipo Rauch Bravo se interesase por él y se hiciera con sus servicios para la siguiente temporada. En 2004, Marco acabó en la undécima posición del Mundial pero consiguió ganar su primera carrera en esta competición, concretamente la del Gran Premio de España disputado en el circuito de Jerez. En el año 2005, en el equipo Nocable.it Race, Marco mejoró los resultados del año anterior volviendo a ganar en Jerez y consiguiendo un segundo puesto en Catalunya y cuatro terceros puestos en Alemania, Chequia, Qatar y Australia. Su quinto puesto en el Mundial le brindó la posibilidad de dar el salto a la categoría de 250c.c. al año siguiente, continuando así con su progresión meteórica.

Durante los años 2006 y 2007, de la mano del equipo Metis Gilera, Simoncelli únicamente consiguió acabar en la décima posición del Mundial dentro de la categoría del cuarto de litro. Ninguna de las dos fueron buenas temporadas para Marco en lo que a resultados se refiere puesto que no logró superar el sexto puesto en ninguna de las carreras. Fue en el año 2008 cuando, tras ganar seis Grandes Premios y hacer tres segundos puestos y tres terceros, Marco Simoncelli consiguió el primer título Mundial de su carrera deportiva, título que no estuvo exento de polémica debido a diversas disputas en la pista con los pilotos españoles Álvaro Bautista y Héctor Barberà. Con la consecución del Campeonato Mundial de Motociclismo de 250c.c., Marco Simoncelli empezó a ser considerado la principal promesa del motociclismo italiano y un digno sucesor de su maestro y amigo Valentino Rossi, pero también empezó a ganarse la fama de piloto agresivo y conflictivo en la pista. El año 2009 fue un buen año en cuanto a victorias y resultados para Marco Simoncelli pero no lo suficiente como para revalidar el título que recayó en Hiroshi Aoyama. Este sería el último año de Simoncelli en 250c.c. antes de incorporarse al equipo San Carlo Gresini Honda para disputar el Campeonato Mundial de Motociclismo en la categoría reina de MotoGP.

El año 2010 fue el año de debut de Marco Simoncelli en la máxima categoría y, a pesar de no conseguir ninguna victoria ni ningún podio en toda la temporada, logró acabar el Mundial en una más que digna octava posición. Su mejor resultado fue un cuarto puesto muy disputado con uno de sus máximos rivales, Adrea Dovizioso, que le arrebató el tercer cajón del podio por sólo 0.06 segundos.

Todo parecía indicar que 2011 iba a ser el año de la definitiva consagración de Marco Simoncelli en MotoGP. La experiencia del año anterior y la espectacular mejora de las motos Honda hacían presagiar una magnífica temporada para el piloto italiano, pero desde un principio todo se giró en su contra. Sus continuas caídas, las polémicas acusaciones de otros pilotos que cuestionaron su forma de pilotar y sus accidentes con pilotos como Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo, hicieron que Simoncelli estuviera desde el principio en el punto de mira de todo el mundo, no por sus logros deportivos sino por su peculiar estilo encima de la moto. Hacia la segunda mitad de la temporada las cosas comenzaron a irle mejor deportivamente, consiguiendo su primer podio en el Gran Premio de la República Checa con un tercer puesto y su primer segundo puesto en el Gran Premio de Australia. Pero lamentablemente hoy todo ha acabado para el piloto italiano. A las 16:56 horas de Malasia, Marco Simoncelli fallecía como consecuencia de las heridas sufridas durante el accidente en el que una hora antes se había visto implicado tras caer en la salida de una curva del circuito de Sepang y ser atropellado por el piloto americano Collin Edwards.

Simoncelli era de esos pilotos que no dejan a nadie indiferente. A muchos nos gustaba ver su enorme estampa desgarbada subida a lomos de una moto, saludando a la cámara en la parrilla de salida con los pelos como un boque y haciendo sus plegadas y pasadas imposibles dentro de la pista. Otros siempre han criticado sus adelantamientos, sus frenadas y su estilo de pilotar por ser excesivamente agresivo, o incluso su forma de ser, actuar y comportarse fuera de la pista. Lo que está claro es que hoy, tanto sus detractores como sus seguidores, todos coincidimos en que Marco Simoncelli era demasiado joven para morir y que es una pena enorme que un tipo de veinticuatro años muera de esta forma tan trágica independientemente de su profesión. Desde aquí me gustaría darle mi más sentido pésame a todos sus familiares y amigos.

Descansa en paz Sic.

Página web oficial: http://www.marcosimoncelli.it

domingo, 9 de octubre de 2011

¿Qué precio tiene la imbecilidad?

Son muchos los que piensan que todos los seres humanos somos iguales. ¡Y una mierda! ¿Cómo va a ser igual una persona que se limita a vivir su vida respetando a los demás que una cuyo único objetivo o divertimento es el de dar por el culo a los que le rodean? En la foto que adjunto a continuación tenemos un claro ejemplo. Una tarde como otra cualquiera, me vi sorprendido por un fuerte olor a quemado que entraba en mi habitación. Cuando me asomé a la ventana para ver qué pasaba, enseguida pude observar que de dentro de uno de los contenedores de basura ubicados delante de mi edificio estaba saliendo humo. Gracias a algún vecino más rápido que yo, no tardó en llegar un camión de bomberos y una patrulla de la Guardia Urbana que, con gran rapidez, consiguieron aplacar las llamas que se estaban generando en el interior del contenedor, no sin antes cortar la calle para así evitar posibles males mayores en vehículos y peatones. Por lo visto algún imbécil había tirado una colilla encendida en el contenedor de residuos orgánicos. Un camión de bomberos con cuatro bomberos en su interior, una patrulla de la Guardia Urbana con dos policías, una calle cortada durante media hora y una cisterna de agua vaciada sólo por la gracia de un gilipollas al que le dio por liarla tirando su puto cigarro en un contenedor. ¿Alguien tiene idea de cuánto le puede costar a la ciudadanía todo ese despliegue de medios y todo ese derroche de recursos necesarios sólo porque a un desgraciado le apateciera tirar un cigarro encendido a la basura?... Seguro que mucho más de lo que vale el propio imbécil en cuestión.


Autor: El Artista Multimedia, siempre detrás de los imbéciles.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Cómo destrozar tu propia canción cobrando por ello y sin que se te caiga la cara de vergüenza

Hace unos días me puse nostálgico recordando que ya hace una veintena de años de la publicación de los álbumes “Use your illusion” de Guns N' Roses. Para celebrar el aniversario de aquellos discos que tanto significan para mí, en el artículo anterior a éste adjunté y reseñé la que es mi canción preferida de aquellos trabajos y posiblemente también del grupo. Me refiero a la obra maestra del hard rock titulada “Estranged”. Pues bien, ayer me enteré de que el pasado fin de semana Axl Rose y sus nuevos compañeros de grupo habían actuado en la edición de este año del festival Rock in Rio celebrado esta vez en Río de Janeiro. Sintiendo curiosidad por la nueva reaparición en público de Axl Rose y por el transcurso de su actuación, me dio por buscar vídeos por Internet y, viendo que precisamente habían incluido “Estranged” en su repertorio, no tardé en comprobar cómo les había salido. Nunca debí haberlo hecho.

Lo que vais a ver a continuación es la forma más triste y más indigna de perpetrar una canción propia que jamás haya visto en toda mi vida de aficionado a la música. Yo creo que ni Pitingo hubiera hecho un destrozo similar. Ya no es porque ni Ron Thal ni DJ Ashba sean Slash, ni porque Tommy Stinson no sea Duff, ni nada relacionado con la nueva formación de los mal llamados Guns N' Roses. Es el propio Axl Rose el causante de semejante catástrofe musical. Bajo mi punto de vista, no me cabe ninguna duda de que si hubieran cogido a un cerdo, le hubieran vestido con la misma ropa, le hubieran puesto un sombreo y le hubieran colocado un micrófono delante hubiera hecho mejor interpretación que la que hizo el amigo Axl Rose el pasado fin de semana en Brasil.

La pregunta es: ¿Por qué cojones no se retirará de una puta vez en lugar de andar por los escenarios del mundo haciendo el ridículo de esta manera y ensuciando el nombre y la historia de la que fue la banda de rock más grande de los años 90?

sábado, 17 de septiembre de 2011

Estranged (Guns N' Roses)

Hoy día 17 de Septiembre de 2011 se cumplen veinte años de la publicación de los álbumes “Use your illusion” de Guns N’ Roses, dos discos dobles que fueron editados simultáneamente y cuya escucha podría decir que cambio por completo mi concepción de la música y en parte también mi vida. Hasta aquel momento, con trece años de edad, mis máximos referentes musicales no eran otros que Dire Straits y Michael Jackson. Fue después de escuchar por primera vez a Guns N’ Roses, concretamente el álbum “Use your illusion II”, cuando de repente se abrió ante mí todo el universo del rock and roll y de las grandes bandas de los 70’s, 80’s y 90’s, y cuando definitivamente la música pasó a convertirse en mi principal afición, despertándose en mi el interés por conocer nuevos y viejos grupos de rock, asistir a conciertos y aprender a tocar la guitarra para poder crear mi propia música. Para conmemorar esta efeméride tan especial para mí me gustaría compartir con todos los lectores del blog de El Artista Multimedia la que, tras muchos años de dudas, he acabado considerando mi canción preferida de “Use your illusion”. No es otra que “Estranged”.

En mi opinión, “Estranged” es el tema que mejor refleja las dimensiones de la era “Use your illusion” de Guns N’ Roses. En aquella época todo lo que rodeaba al grupo era gigantesco, descomunal y exagerado. Tanto la duración y el coste de las fases de grabación y producción de los álbumes, como la posterior gira de promoción de estos, como los rodajes realizados para la confección de sus videoclips, todo era de un tamaño desmedido. “Estranged” es un ejemplo claro en forma de canción de toda aquella grandeza intrínseca que se respiraba en el seno de Guns N’ Roses a principios de los años noventa.

Se trata de una preciosa balada de casi diez minutos de duración que cuenta las paranoias depresivas del bueno de Axl Rose, responsable máximo y absoluto de este giro hacia la enormidad que dieron Guns N’ Roses. Escuchándola con detenimiento, en ella diferenciamos claramente tres partes principales que, a modo de inicio, nudo y desenlace, convierten lo que podría haber sido una balada hard rockera normal y corriente en toda una ópera rock de una altísima calidad musical. Además, durante el transcurso del tema, todas estas partes se van enlazando de forma muy sutil mediante una majestuosa instrumentación de pianos, teclados, ritmos de bajo, arpegios, “bendings” cetácicos y solos de guitarra estremecedores que consiguen hacer de “Estranged” una verdadera obra maestra de la música contemporánea.

A pesar de que muchas de las canciones de “Use your illusion” fueron compuestas en la misma época que las incluidas en el álbum de debut del grupo “Appetite for destruction”, cualquiera que escuche ambos discos se dará cuenta de que, en los años que los separan, Guns N' Roses sufrieron un cambio sonoro importante. “Estranged” es también un ejemplo claro de este viraje musical, basado en una importante elaboración lírica, en la duplicación de pistas de guitarra y voz, en la inclusión en las canciones de teclados (e incluso de teclista fijo en la formación oficial) y en la hiperproducción de los temas en el estudio de grabación. Todo esto ha sido siempre muy criticado por los fans de la banda, pero a mí personalmente esta evolución me pareció del todo acertada.

Como es tontería seguir hablando sobre lo que vosotros mismos podéis escuchar, a continuación os dejo que disfrutéis con “Estranged” como yo lo hice hace dos décadas y como desde entonces no me he cansado de hacer por mucho que pasen los años.

Ficha Técnica:
· Título: Estranged
· Álbum: Use your Illusion II
· Año: 1991
· Intérprete: Guns N' Roses
· Autor: Axl Rose

Escucha un fragmento:


“Sabía que la tormenta se estaba acercando y todos mis amigos dijeron que estaba colgado”

sábado, 3 de septiembre de 2011

En ocasiones veo bares

En ocasiones veo baresEn la sección “Enlaces” de este blog me gusta recomendar mis páginas web preferidas, algún portal de referencia sobre cualquier temática, o simplemente lugares de Internet que merezcan la pena ser visitados, ya sea por el contenido que en él se ofrece o por la calidad de su diseño. Pero si además de todo esto el enlace recomendado es el de un proyecto sin ánimo de lucro, realizado con el único objetivo de compartir contenidos o conocimiento con el resto de la comunidad de internautas sin obtener nada a cambio, entonces me satisface doblemente dedicarle un artículo en esta sección. Es el caso de “En ocasiones veo bares”, una página web imprescindible para cualquier residente fijo o visitante esporádico de Barcelona que se precie, cuya dirección es la siguiente: http://www.enocasionesveobares.net

“En ocasiones veo bares” es una guía de bares, bodegas, tabernas y tascas de la ciudad de Barcelona, en la que su autor e ideólogo, Alberto G. Moyano, nos enumera los locales más pintorescos e interesantes de cada distrito de la Ciudad Condal, reseñando para cada uno de ellos todos los detalles y curiosidades que vamos a poder encontrar en su interior. Como literalmente explica en la sección de la web titulada “¿Por qué?”, esta página nace de una idea muy simple: disfrutar de aquellos bares y bodegas de Barcelona en que comer, beber y reír son todo uno; compartir con todos y entre todos otra forma de entender Barcelona, una versión distinta, una versión propia. Se puede decir más alto pero no más claro.

Como cualquiera podrá imaginar, esta página web está en constante actualización ya que podríamos decir que en Barcelona hay casi más bares que ciudadanos; así que es prácticamente obligatorio pasarse por ella regularmente porque nunca se sabe cuando sus administradores habrán añadido la ubicación, la información y las imágenes de un nuevo e interesante bar en el que tomar unas tapas o unas cañas. Pero como no podría ser de otra forma en la era en la que vivimos, “En ocasiones veo bares” también dispone de su espacio en las redes sociales Facebook y Twitter, con lo que es realmente fácil permanecer informado sobre las actualicaciones y reformas que van teniendo lugar en la página web.

A todos los lectores del blog de El Artista Multimedia que se dispongan a salir próximamente por cualquier barrio de Barcelona, les recomiendo que se pasen por esta página web porque, sin lugar a dudas, les va a resultar de mucha utilidad. Sin más, me despido con el grito de guerra de la gente de “En ocasiones veo bares”: ¡Vermut, tapas y rock & roll!

En ocasiones veo bares: http://www.enocasionesveobares.com

jueves, 1 de septiembre de 2011

Ángel Nieto: 12+1

Hoy en día cuando hablamos del deporte español todos pensamos en personalidades como Pau Gasol, Rafael Nadal, Íker Casillas, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Alberto Contador, Fernando Alonso o Jorge Lorenzo. Indiscutiblemente todos ellos son grandísimas figuras del deporte que, gracias a sus logros y a sus victorias, desde hace algunos años llevan poniendo a España en el mapa del deporte mundial. Pero hubo un tiempo en el que la cosa no era así. Hasta bien entrados los años sesenta y setenta, el deporte nacional no se comía un rosco en ninguna disciplina y, excepto en el mundo de los toros, hablar de España era hablar de mediocridad y fracaso. La cosa cambió con la llegada de gente como Federico Martín Bahamontes, Pedro Carrasco, Manolo Santana, Severiano Ballesteros o Ángel Nieto. Ellos fueron las primeras estrellas del deporte español y quizás los responsables de que en este país se empezase a tomar en serio el deporte y a fomentar su práctica desde los organismos oficiales.

Precisamente a Ángel Nieto va dedicado el documental que quisiera compartir con los lectores del blog de El Artista Multimedia. “Ángel Nieto: 12+1” es una película documental dirigida por Álvaro Fernández Armero en la que el propio Ángel Nieto y un numeroso grupo de personas de su entorno explican la vida y triunfos del que fuera doce más una veces Campeón del Mundo de Motociclismo. Aunque el documental fue editado en DVD en el año 2005, he querido rescatarlo justo ahora después de ver por televisión el pasado Gran Premio de Indianápolis y comprobar lo tiquismiquis que llegan a ser los pilotos de hoy en día. Que si el asfalto no agarra, que si las gomas se desgastan, que si la moto se mueve, que si los guantes no protegen, que si en Japón hay contaminación... Me gustaría ver a mí a los Casey Stoner, Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa de turno corriendo en las condiciones que corría Ángel Nieto allá por los años setenta. Espero que todos los amantes del motociclismo disfruten con este documental.

domingo, 28 de agosto de 2011

Live in Gdánsk - 3 Disc Edition (David Gilmour) 2008

Como ya he comentado alguna que otra vez, me gusta acercarme periódicamente a las grandes superficies comerciales y rebuscar en las estanterías de la sección de música a la caza de posibles ofertas, gangas y baratijas. Si hace un par de meses me topé con el fantástico DVD de Keith Richards y los X-pensive Winos a un precio de los llamados “anti-crisis”, este mes he encontrado este doble CD y DVD de David Gilmour, como bien indica en la pegatina que viene pegada en la portada, voz y guitarra de Pink Floyd. Cuando uno ve a Roger Waters y a David Gilmour (los dos líderes de Pink Floyd) en la actualidad, lo primero que piensa es que el tiempo no ha sido igualmente justo para el uno que para el otro. Mientras que Roger Waters conserva su espesa melena, su constitución atlética y su vitalidad y ganas de cambiar el mundo en cada una de sus intervenciones públicas; David Gilmour parece el típico inglés jubilado que viene a pasar sus vacaciones a Lloret de Mar, calvo y gordo, nada parecido a lo que todos nos imaginamos cuando pensamos en una leyenda del rock. Esta impresión cambia por completo cuando lo escuchamos tocar en directo en este “Live in Gdánsk”, donde queda patente que, independientemente de su físico, la creatividad, el talento y la magnífica forma de tocar en directo del bueno de Gilmour permanecen totalmente intactas.

“Live in Gdánsk” es la grabación en directo del último concierto de la gira “On an island” de David Gilmour celebrado el 26 de Agosto de 2006 en la localidad polaca de Gdánsk. Para esta cita Gilmour contó con un fabuloso elenco de músicos donde destaca la presencia de Rick Wright (teclista y uno de los miembros fundadores de Pink Floyd) en los coros y los teclados, Phil Manzanera (guitarra de Roxy Music y productor de grandes bandas del rock) en la guitarra y Dick Parry (histórico colaborador de Pink Floyd) en el saxofón. Además, también cuenta con Guy Pratt en el bajo, Jon Carin en los teclados, guitarras y coros, Steve Di Stanislao en la batería y, quizás el elemento diferenciador de este concierto que todavía hace más grande y espectacular la puesta en escena del repertorio, la Polish Baltic Philharmonic Orchestra dirigida por Zbigniew Preisner y por Leszek Możdżer en el piano. Si bien es cierto que todos los miembros de la banda son a cual mejor (algunos ya integraron la formación de los conciertos de la última etapa de Pink Floyd sin Roger Waters), es especialmente emotivo ver y escuchar al difunto Rick Wright en la que fuera su última actuación en directo registrada antes de su fallecimiento en 2008, una semana antes de la publicación de este disco.

Centrándonos en la parte audio del “pack”, decir que el “set-list” del concierto es sencillamente inmejorable. Evidentemente es un disco en directo de David Gilmour en solitario y en él interpreta todos los temas de “On an island”, su último disco de estudio, pero el hecho de abrir con “Speak to me”, “Breathe”, “Time” y “Breathe (Reprise)”, los cuatro temas que abren el mítico álbum de Pink Floyd “Dark side of the moon”, con una voz espectacular y unas guitarras “made in Gilmour” que nada tienen que envidiar a las de las grabaciones de los años 70’s de la banda, hacen que inmediatamente el oyente se enganche por completo al disco. A partir de aquí, el primer CD continúa con todos los temas del álbum “On an island” interpretados en directo, entre los cuales destacan momentos como la puesta en escena de “Red sky at night” o “Then I close my eyes” con Gilmour en el saxofón y en el banjo respectivamente. El segundo CD contiene una recopilación de temas de todas las épocas de Pink Floyd como “Shine on you crazy diamond”, “Astronomy domine”, “Fat old sun”, “High hopes”, “Echoes”, “Wish you were here”, “A dreat day for freedom” y “Comfortably numb”.

Por lo que respecta al DVD, tiene el inconveniente de no contener el concierto íntegro. Así pues, pasajes tan importantes dentro del disco como son el inicio del “Dark side of the moon” o los temas “Shine on your crazy diamond” y “Wish you were here” se han quedado inexplicablemente fuera del DVD. Al margen de esto, es realmente asombroso ver como una banda de viejetes como David Gilmour, Rick Wright, Phil Manzanera o Dick Parry pueden llevar a cabo un show como este y enganchar de esa manera a los cincuenta mil espectadores que asistieron al concierto. Visualmente no es que sea algo descomunal porque, ni cuando estaba en Pink Floyd, David Gilmour nunca ha sido de esos artistas que te arman el lío en el escenario, pero la calidad musical y la excelencia en la ejecución de cada una de las piezas es inmejorable.

En mi opinión, semejante repertorio, tan bien interpretado y con una calidad sonora en la grabación tan impecable, convierten a este álbum en el mejor de todos los editados en los últimos años en lo que a material “pinkfloydiano” se refiere. Eso sin olvidar a la Polish Baltic Philharmonic Orchestra, cuya brillante aportación le da un toque de calidad al disco consiguiendo unas atmósferas de lo más especial. Estamos tan acostumbrados al uso de teclados y sintetizadores para conseguir determinados efectos y texturas ambientales, que escuchar las cuerdas de una orquesta filarmónica de verdad en un concierto se agradece en sobremanera. Disco totalmente imprescindible.

sábado, 27 de agosto de 2011

Próxima estación: Springfield

Durante un viaje en el tren regional que va de Barcelona a Zaragoza hay tiempo para todo. En un trayecto que dura cinco horazas de nada (a cuatro Euros la hora, cágate lorito) podemos leer, estudiar, escuchar música, pensar y, a través de las ventanillas, también tenemos la oportunidad de divisar todo tipo de estampas paisajísticas de lo más variadas: Desde los repugnantes polígonos industriales y almacenes de Hospitalet y El Prat de Llobregat, hasta los desérticos secarrales del Bajo Aragón, pasando por la costa tarraconense, el macizo del Garraf o los pueblos de la ribera del Ebro.

Pero si hay algo realmente espeluznante y que pone los pelos como escarpias en este viaje (aparte de que se retrase el tren o de no poder sentarse hasta Tarragona) eso es pasar por Ascó. Ahora que se está hablando tanto de Fukishima y de las catástrofes naturales que puede ocasionar un accidente en una central nuclear, ver la mastodóntica chimenea de la central nuclear de Ascó vomitando humo en las márgenes del río Ebro como si de la ciudad de Springfield de los Simpson se tratase, la verdad es que da auténtico miedo. Para muestra, aquí os adjunto una preciosa fotografía realizada el pasado día 17 de Agosto y así juzgáis vosotros mismos.


Autor: El Artista Multimedia, uno que no piensa ir a correr a Japón.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Sorry (Guns N' Roses)

Poco después de salir a la venta escribí una reseña en este blog de “Chinese democracy”, el primer y de momento único álbum de la nueva versión de Guns N’ Roses editado en el año 2008. Por aquel entonces puse el disco literalmente a parir porque me hervía la sangre sólo de ver las palabras Guns N’ Roses en un disco dirigido y publicado únicamente por Axl Rose y una cuadrilla de músicos asalariados a cuál más “freak”. Para mí eso no eran Guns N’ Roses (y siguen sin serlo) y, como fan que soy de la banda original, me indigné cuando lo escuché. Con el paso del tiempo fui asimilándolo poco a poco y, sin gustarme demasiado, hasta he llegado a pillarle el punto a alguna que otra canción. Un ejemplo de ello es esta que recomiendo en este artículo.

“Sorry” es uno de los temas que podrían denominarse salvables de “Chinese democracy”. Se trata de una de las baladas del disco y, como ocurre con la mayoría de las canciones, instrumentalmente es bastante compleja. Si nos paramos a escucharla con detenimiento, en “Sorry” se combinan de forma excelente una serie de efectos electrónicos destinados a generar texturas ambientales, unas guitarras acústicas y otras eléctricas con un ligero efecto “flange” en la parte rítmica de la canción, y las clásicas guitarras eléctricas con la ganancia a tope, imprescindibles en cualquier balada de “hard rock” que se precie. No en vano, en su grabación han intervenido tres guitarristas de la talla de Buckethead, Ron “Bumblefoot” Thal y Robin Fink, de los cuales Buckethead se encarga de los solos y Robin Fink de las guitarras acústicas. Por lo que respecta a la voz, aquí Axl Rose apenas hace uso de su famoso falsete desgarrado, utilizando principalmente su registro más grave. Quizás sea este el motivo por el cual “Sorry” es una de las canciones que más me gustan de “Chinese democracy”.

Si nos centramos más en lo que se dice que en lo que se escucha, enseguida nos damos cuenta de que, más que una canción, “Sorry” es una carta, una carta de odio para ser exactos. Sin ser nada del otro mundo líricamente hablando, la letra está cargada de mensajes, reproches y desprecios hacia alguien que, pese a haber llegado a tener una buena amistad con Axl (autor de la letra), le ha hecho mucho daño y le ha decepcionado completamente. Básicamente, lo que viene a decirle Axl al misterioso destinatario de la carta es que en el fondo le da verdadera lástima verlo esforzarse tanto en joderlo, en provocarlo y en malmeter contra él, porque para él en realidad no es más que un desgraciado que no sabe ni dónde tiene la mano derecha y que no le importa a nadie. Que levante la mano el que no piense que esta canción no está dedicada a Slash...

Pues sin más dilación, os dejo que escuchéis “Sorry” de los nuevos Guns N’ Roses, y desde aquí me gustaría dedicársela a todos aquellos que alguna vez en su vida han sufrido en sus carnes una decepción similar a la que expresa Axl Rose en su canción.

Ficha Técnica:
· Título: Sorry
· Álbum: Chinese democracy
· Año: 2008
· Intérprete: Guns N' Roses
· Autor: Axl Rose, Buckethead, Bryan Mantia, Pete Scaturro

Escucha un fragmento:


“Lo siento por ti, no por mí. Tú ahora no sabes ni en quien puedes confiar ni a quien debes creer”

martes, 16 de agosto de 2011

Capitán América: El primer Vengador (Joe Johnston) 2011

De toda la vida, el verano siempre ha sido una época del año en la que los estrenos cinematográficos han dejado mucho que desear. Al parecer, en los últimos años las grandes compañías de la industria cinematográfica están haciendo lo posible para romper esta norma no escrita. Si el verano pasado fue “Origen” de Christopher Nolan uno de los estrenos de año, este 2011 lo están siendo la última entrega de la saga de Harry Potter, la precuela del Planeta de los Simios y la nueva adaptación al cine de un cómic de Marvel, esta vez dedicada al Capitán América. Sí, vale, los culturetas gafapasta a los que les gusta el cine iraní dirán: “¡Pues vaya lo que consideras tú películas buenas!”. Pues sí, ¿qué pasa? Soy de los que creen que el cine es un entretenimiento y un espectáculo, y como tal, me gusta ver películas que me sorprendan, tanto en lo narrativo como en lo visual. Por lo tanto, y le pese a quien le pese, para mí todo esto que acabo de nombrar son buenas películas y en especial “Capitán América: El primer Vengador” que es de la que voy a hablar a continuación. Lo que sí es cierto es que las películas de superhéroes suelen ser como los melones. Aunque aparentemente todas tengan buena pinta, luego cuando las ves te pueden salir buenas o te pueden salir un pepino. En el caso de “Capitán América: El primer Vengador” hemos tenido suerte y nos ha salido de las buenas.

El film trata sobre el origen del Capitán América, un súpersoldado creado en 1941 en los laboratorios secretos del ejército de los Estados Unidos con el objetivo de luchar contra la invasión nazi. Este súpersoldado no es otro que Steven Rogers, un recluta de condición física lamentable enrolado en el ejército por recomendación del Doctor Emil Erskine, cuya inteligencia, honestidad y vocación por ayudar a su país le hacen ser un perfecto candidato para someterse a la llamada “Operación Renacimiento”. “Operación Renacimiento” es un proyecto liderado por el propio Doctor Emil Erskine y por el multimillonario científico Howard Anthony Stark (padre del futuro Iron Man) consistente en suministrar de forma intravenosa a la persona elegida el llamado “suero del súpersoldado” y posteriormente bombardear su cuerpo con “rayos vita” para convertirlo en una auténtica arma humana. Vamos, lo que hoy en día hacen algunos deportistas para aumentar su rendimiento pero en versión ciencia ficción y para fines militares. Pero como no hay superhéroe que no tenga un archienemigo “freak”, lo que viene siendo un supervillano de toda la vida, el Capitán América no podía ser menos y también tiene el suyo propio. No es otro que Johann Schmidt, un general nazi que debido a su obsesión por el ocultismo y gracias a la ayuda de la ciencia y la tecnología, acaba convirtiéndose en Cráneo Rojo, un ser malvado y monstruoso que, al frente de la organización HYDRA y totalmente al margen de las tropas de Hitler, pretende hacerse con el control del planeta.

Hasta aquí, cualquiera que esté leyendo esta reseña no verá nada especial o que diferencie a esta película de las decenas y decenas que ya existen sobre superhéroes, pero es que hay dos formas de afrontar una adaptación al cine de un cómic: Hacerlo bien y hacerlo mal. En este caso, y como ya he dicho al principio, la adaptación del Capitán América es realmente buena. No es sólo porque la fotografía y la ambientación de la época sean perfectas, consiguiendo transportar al espectador a los años cuarenta con bastante éxito; sino porque además hay una serie de guiños relacionados con los primeros cómics del Capitan América, los diferentes uniformes y escudos que ha llevado el personaje en las viñetas a lo largo de su historia y el uso que el ejército americano hizo de estas revistas para levantar el ánimo de sus tropas durante la Segunda Guerra Mundial, que a todo al que conozca un poco la historia del superhéroe le gustará verlos en pantalla.

En cuanto a los actores, Chris Evans (que ya hiciera de Antorcha Humana en “Los 4 Fantásticos”) es el responsable de encarnar a Steven Rogers y, aunque interpretar a un superhéroe no es excesivamente complicado, lo hace igualmente bien en la faceta de soldado enclenque, como en la de Capitán América o en la de payaso de circo. En cuanto a Johann Schmidt (Cráneo Rojo), el encargado de darle vida es Hugo Weaving, conocido por sus papeles de Elrond en “El Señor de los Anillos” y Mr Smith en “Matrix”. La verdad es que sus características facciones y su brillante forma de trabajar le están haciendo convertirse en uno de los actores más versátiles de Hollywood, tanto que lo mismo le dá hacer de elfo, que de travesti, que de cabronazo. Además, otros actores de papeles más secundarios como Tommy Lee Jones, Hayley Atwell, Dominic Cooper o Stanley Tucci también realizan un gran trabajo en esta película.

“Capitán América: El primer Vengador” no es simplemente una película de mamporros y de efectos especiales, cuyo uso se limita únicamente a lo justo y necesario. Básicamente se trata de una buena película de acción con un transcurso de la trama muy dinámico y divertido que a cualquier amante del género, haya leído cómics del Capitán América o no, seguro que le hace pasar un buen rato.

domingo, 14 de agosto de 2011

Motocuatro

MotocuatroTodos los seguidores del Campeonato del Mundo de Motociclismo tenemos una página web de referencia donde acudimos siempre que queremos informarnos sobre el calendario de Grandes Premios, consultar los horarios de entrenamientos y competiciones, ver datos sobre los pilotos del Mundial e incluso descargarnos fotografías de las carreras a una altísima calidad. Me refiero a la página web oficial del Mundial de MotoGP. Pero si además de toda la información oficial proporcionada por Dorna nos gusta leer la opinión de algunos expertos en este deporte, las crónicas de las carreras o entrevistas a los pilotos entre otras cosas, desde hace un año existe una página en Internet llamada “Motocuatro” que no os podéis perder. La encontraréis en la siguiente dirección: http://www.motocuatro.com

“Motocuatro” es un portal web que tiene el Mundial de MotoGP como tema principal y cuyos contenidos se encargan de coordinar cuatro periodistas deportivos de una gran reputación dentro del mundo del motociclismo como son Emilio Pérez de Rozas, Alberto Gómez, Germán García Casanova y Oriol Puigdemont. Además de toda la información sobre clasificaciones, horarios, circuitos, etc., en “Motocuatro” también encontramos noticias, crónicas, artículos, entrevistas y toda la actualidad relacionada con el Mundial de MotoGP. Pero el plato fuerte de esta página se encuentra en la sección “Opinión”. En ella, los cuatro periodistas nombrados con anterioridad disponen de sus respectivos blogs individuales donde publican periódicamente sus propias opiniones. Así pues, Emilio Perez de Rozas en “Si lees no conduzcas”, Alberto Gómez en “Pasado de vueltas”, Germán García Casanova en “Vuelta rápida” y Oriol Puigdemont en “Por los pianos”, dan cuentas sobre las carreras, los pilotos, la organización o cualquier asunto que tenga que ver con el Mundial de una forma totalmente subjetiva e independiente.

Además de todo esto, el portal se completa con tres secciones adicionales: “Motor”, “Viajes” y “Galería de imágenes”. En la primera de ellas se repasan todas las novedades que puedan aparecer dentro del mercado del motor, no únicamente de motos sino también de coches. La segunda es una pequeña guía turística donde los redactores nos recomiendan determinados destinos para nuestras vacaciones y donde se nos informa sobre concentraciones y rutas moteras que tengan lugar a lo largo de la geografía española. Y la tercera es un álbum de imágenes tomadas por el fotógrafo italiano Mirco Lazzari, las cuales también ilustran algunos contenidos de la web.

El trabajo realizado en “Motocuatro” es excepcional, no sólo por la labor informativa que desempeñan sino también por cómo se presentan los contenidos y por la posibilidad que se ofrece a los lectores de interactuar a través de sus comentarios; así que si te gusta el motociclismo y te gusta estar informado, no dudes en visitar “Motocuatro” porque creo que no te va a defraudar.

sábado, 13 de agosto de 2011

Cosmic girl (Jamiroquai): Barcelona 31/07/2011

Desde que existe YouTube y todo el mundo puede llevar en su bolsillo una cámara de fotos con capacidad para grabar vídeos de una calidad cada vez mejor, los que disfrutamos asistiendo a conciertos y nos gusta guardar recuerdos de ellos estamos viviendo una verdadera edad de oro. Hoy en día, a las pocas horas de celebrarse un concierto, sabemos que accediendo a Internet vamos a poder volver a disfrutar de los mejores momentos en diferido a modo de “moviola” futbolística. Nada de esto sería posible sin la contribución de gente como RonyGi (autor del vídeo que adjunto a continuación), que se sacrifican de forma altruista registrando con sus cámaras imágenes de las actuaciones para posteriormente compartirlo con la comunidad, en lugar de disfrutar del momento y después visionar lo que han grabado otros, que es lo que hago yo. Desde aquí mi más sincero agradecimiento y mi más profunda admiración a vuestra dedicación.

Dicho esto, de igual forma que hice con el concierto de Bon Jovi, a continuación voy a compartir con todos los lectores del blog de El Artista Multimedia un vídeo que da fe con imágenes de todas las palabras que escribí en la crónica anterior. Así pues, en las imágenes que vais a poder ver a continuación, podéis apreciar el estado de entusiasmo de los espectadores del Poble Espanyol, el tamaño y aspecto del escenario, la profesionalidad de los músicos de Jamiroquai y la más que patente incomodidad en la que se encontraba Jay Kay con sus broncas al técnico de sonido y sus discretos bailes (o más bien paseos) incluidos. Se trata de “Cosmic girl”, uno de mis temas preferidos de la banda británica.

jueves, 11 de agosto de 2011

Concierto de Jamiroquai (Poble Espanyol, Barcelona 31/07/2011)

Cinco mil entusiasmados seguidores asisten a una correcta jornada laboral de Jay Kay y los suyos

No es fácil para los seguidores españoles de Jamiroquai poder asistir a uno de sus conciertos. A juzgar por los destinos escogidos para actuar durante sus anteriores giras, parece que la banda británica sólo se anime a venir a España para pasar unos días de vacaciones o para tomar el sol en la playa puesto que, al margen del festival Rock in Rio celebrado en Madrid en Julio del año 2008, las últimas veces que Jamiroquai ha pisado España ha sido para tocar en lugares como Roses (un bonito pueblo costero de Gerona) o Gran Canaria. Para la actual gira de presentación de su nuevo disco “Rock dust light star” no parece haber cambiado mucho su criterio de selección de lugares ya que Barcelona, Málaga e Ibiza han sido los únicos puntos de la piel de toro en los que se ha tenido el privilegio de presenciar uno de los directos del grupo.

Dado lo difíciles que son de ver en directo, no tardaron en agotarse las cinco mil entradas que salieron a la venta para su concierto del pasado 31 de Agosto en Barcelona. El lugar elegido fue el singular Poble Espanyol, una especie de museo de arquitectura al aire libre ubicado en la montaña de Montjuic, por cuyas calles pueden encontrarse fieles reproducciones de algunos de los edificios más característicos de la geografía española, y cuya plaza central alberga durante las noches de verano conciertos de grandes estrellas del panorama musical internacional. Al público, que ya se agolpaba en la plaza una hora antes de comenzar el show, se le notaba entusiasmado y expectante, como emocionado por poder ver finalmente a una gran banda que ya lleva veinte años de carrera a sus espaldas. Lamentablemente este entusiasmo no fue del todo correspondido por el grupo.

Con la luz del sol todavía ocultándose en el horizonte, la banda formada esta vez por Paul Turner en el bajo, Rob Harris en la guitarra, Matt Johnson en los teclados, Derrick McKenzie en la batería y Sola Akingbola en las percusiones, subían al escenario acompañados por un trío de coristas negras y un trío de metales. Al cabo de unos instantes era Jay Kay, líder, vocalista y único componente de la banda original que queda en la formación, el que subía al escenario vestido con un sombrero de ala ancha y un chaquetón de flecos de estilo andino, bebiendo algo en un típico tazón de cerámica de desayuno. Entre que el escenario era relativamente pequeño para los doce músicos que componían la formación y la calma con la que estos ocuparon sus posiciones, cualquiera ya pudo intuir desde el primer momento que aquella noche no se iba a poder presenciar un espectáculo de Jamiroquai como el que podemos ver registrado en el DVD “Live in Verona”. Pero todo hay que decirlo; a Jay Kay se le ha diagnosticado recientemente una hernia discal de la que deberá operarse a finales de verano y la cual le ha obligado a cancelar tres conciertos de su gira, el último de ellos el que iba a tener lugar cuatro días antes en Bayona. Así pues, es más que probable que este contratiempo le condicionara a él, y por consiguiente a todo el grupo, a la hora de afrontar el concierto de Barcelona con mayor o menor entrega. El caso es que, tras un lapso de tiempo de preparación sobre las tablas y un breve “Buenas noches”, el grupo inició su actuación con el tema homónimo que abre su último disco de estudio titulado “Rock dust light star”.

A decir verdad, la calidad del sonido no era nada buena que digamos. Si bien es cierto que un escenario pequeño en medio de una plaza rodeada de edificios no es el entorno ideal para celebrar un concierto en unas buenas condiciones acústicas, los técnicos de sonido tampoco tuvieron su día. Desde el primer momento y hasta prácticamente el final del concierto, Jay Kay no dejó de dirigirse a la mesa de control indicando con gestos y señales poco amistosas que le subieran el volumen de la batería, de los teclados, de la guitarra, de las coristas y de todo en general, produciéndose en varias ocasiones incluso acoples de sonidos, algo verdaderamente imperdonable en un concierto de un artista de talla internacional. Aún así, parecía como si al único que le importasen estos problemas técnicos fuese al propio Jay Kay porque el público no dejó de botar, cantar y bailar desde el principio con temas como “Main vein”, “Canned heat”, “Little L”, “Cosmic girl”, “Alright”, “Hey Floyd” o “Feels just like it should” por nombrar sólo unos cuantos.

A medida que iba avanzando el concierto los problemas de sonido se fueron solucionando, pero el grupo siguió sin conectar demasiado con el público aunque el público sí con el grupo. En toda la noche no se produjo ni una sola vez la típica interacción entre “frontman” y público, la típica presentación de las canciones, ni ese tipo de cosas típicas que ocurren en todos los conciertos. El grupo se limitaba a tocar los temas, Jay Kay se limitaba a cantarlos sin moverse demasiado para lo que es él con algún que otro esporádico “Thank you” o “Gracias”, y el público se limitaba a cantar y a bailar todo lo que le echasen mientras en la pantalla trasera (único elemento visual del escenario además de la chaqueta de Jay Kay) se proyectaban imágenes de robots, bólidos, sistemas planetarios, helicópteros y hasta las pirámides de Egipto. Los momentos más especiales del concierto tuvieron lugar con la puesta en escena de una versión de diez minutos de “Love foolosophy” que comenzó con aires de “bossa nova”, con la versión más guitarrera de “Travelin’ without moving” en la que pudimos disfrutar de una flauta travesera y unas trompetas espectaculares, y con el mítico “Deeper underground” perteneciente a la banda sonora de la película Godzilla y con el cual se tiñó de humo y luces verdes el escenario y la plaza del Poble Espanyol.

Tras este tema el grupo se retiraba a los camerinos para aparecer al cabo de unos instantes nuevamente en el escenario y llevar a cabo el “bis” obligatorio. En este caso fue “White knuckle ride”, un tema perteneciente al último disco de Jamiroquai y en cuya puesta en escena Jay Kay pareció más animado de lo que había estado durante el resto del concierto, como celebrando que éste se terminaba. Tanto es así que incluso llego a pedir a ciertos seguidores de las primeras filas que le lanzasen discos y rotuladores que ellos mismos traían para devolvérselos convenientemente autografiados. Finalizado este “bis” de un único tema, el grupo se despedía de Barcelona y las luces de los focos de la plaza del Poble Espanyol se encendían dando por finalizada la actuación de Jamiroquai apenas dos horas después de su inicio.

La sensación que me quedó una vez terminado el concierto es que Jamiroquai habían venido a tocar a Barcelona sin muchas ganas de hacerlo, obligados por un contrato. Como tal, vinieron, hicieron su trabajo y se fueron sin más. Pese a ser todos unos grandísimos músicos, haber desplegado un “set-list” repleto de grandes éxitos de su carrera y haberlo hecho de una forma fantástica musicalmente hablando, en ningún momento me llegaron a transmitir emoción ni ninguna sensación especial porque en ningún momento me pareció que estuvieran sintiendo ellos mismos lo que hacían, simplemente estaban trabajando delante de cinco mil personas y eso se notó.

sábado, 6 de agosto de 2011

Museu del Rock

El día 30 de Marzo de este año fue presentado el “Museu del Rock” de Barcelona del que tantos años llevaba hablando el periodista y crítico musical catalán Jordi Tarda, impulsor del proyecto y posiblemente una de las personas que más años lleva metido en todo el mundillo del coleccionismo y el fetichismo musical de este país. Ubicado en la antigua plaza de toros de Las Arenas, la cual ha sido convertida en un gran centro comercial, el “Museu del Rock” de Barcelona es el primer museo de España dedicado a la música rock y, desde el día de su apertura hasta hoy, ya han sido miles las personas que se han acercado a visitar los dos mil metros cuadrados de los que dispone el recinto. Jordi Tardà, conocido entre otras muchas cosas por haber sido durante años el responsable de la “Fira del Disc” de Barcelona, ha estado trabajando en este proyecto desde el año 2004 hasta que finalmente ha conseguido que abra sus puertas al público. Teniéndolo tan cerca de casa como lo tengo y siendo un apasionado del rock como soy, el pasado día 5 de Agosto quise aprovechar una de esas tardes de vacaciones en las que no apetece hacer absolutamente nada para acercarme a conocer en primera persona qué es eso que tanto esfuerzo ha costado conseguir llamado “Museu del Rock”.

A grandes rasgos, el “Museu del Rock” es algo así como una recopilación de más de quinientas piezas de coleccionista relacionadas con el mundo del rock que se encuentran distribuidas a lo largo de una amplia área expositiva. Dicha área está formada por cinco salas de exposición y tres zonas avitrinadas permanentes ubicadas a ambos lados de un pasillo central en el que, nada más entrar, uno se encuentra con un “pinball” de Elton John y otro de The Rolling Stones custodiados por un muñeco tamaño “hobbit” de Bruce Springsteen.

Las zonas permanentes consisten en una serie de vitrinas temáticas dedicadas a las décadas de los 60’s, 70’s, 80’s, 90’s y 2000. En ellas, además de pósters, CD’s y vinilos originales firmados por sus autores y una amplia variedad de guitarras firmadas por gente como todos los miembros de Queen, todos los miembros de The Rolling Stones, Mark Knopfler de Dire Straits, Slash de Guns N’ Roses, Joe Perry de Aerosmith o Paul McArtney y Ringo Starr de The Beatles; el visitante puede encontrar artículos tan variopintos y curiosos como una cazadora tejana de Eric Clapton, un balón de fútbol de Rod Stewart, unas botas Puma de Brian May, una chistera firmada por todos los miembros de Guns N’ Roses, un chaleco lleno de mierda usado por Lemmy Kilmister, una chaqueta de Michael Jackson, algunos manuscritos de Tina Turner o una espada firmada por Manowar.

En cuanto a las cinco salas de exposición, cuatro de ellas son de temática fija y la otra alberga exposiciones temporales que varían en función de los diferentes acontecimientos, eventos o aniversarios que vayan teniendo lugar durante el año. En esta ocasión, y con motivo de su paso por Barcelona, la sala de exposiciones temporales estaba dedicada a la carrera de Bon Jovi.

La primera de las salas de exposición permanente se encuentra justo a la entrada del museo y está dedicada a los orígenes del rock and roll. Allí podemos ver todo tipo de memorabilia, fotografías, carteles e incluso discos de piedra de artistas como Elvis Presley, Chuck Berry o Buddy Holly por nombrar sólo unos cuantos. La siguiente sala permanente está dedicada a The Beatles y, además de algunos LP’s originales, diferentes discos de oro del grupo y multitud de pósters e imágenes del grupo, como elementos principales encontramos dibujos originales de John Lennon, un pelo de Pete Best (primer batería de la banda de Liverpool), una americana de Ringo Starr, postales escritas por Lennon desde Almería y hasta un documento de Yoko Ono en el que, desde Mallorca, se redacta un contrato con un equipo de detectives privados de Barcelona... ¿¿?? La siguiente sala permanente es la dedicada a The Rolling Stones. En ella podemos ver desde la típica carta de presentación de un grupo solicitando audición manuscrita por Brian Jones, hasta una baldosa de la piscina en la que se ahogó el propio Brian Jones, pasando por un cuadro pintado por Ron Wood, el típico anillo de calavera de Keith Richards, la tarjeta de crédito de Mick Jagger o diferentes camisas y chaquetas usadas por los miembros del grupo en algunas de sus giras. La última de las salas es la dedicada al rock nacional en la que se nos ofrece la posibilidad de ver diferentes prendas de vestir de los Sirex, Los Salvajes, Carlos Segarra de Los Rebeldes, Loquillo, Mikel Erentxun o Esteve Fortuny de la Companyia Elèctrica Dharma; un cuadro pintado por Manolo García; un bajo original de Aurelio Morata de Los Rebeldes; y discos, fotos y pósters de diferentes artistas españoles en general y catalanes en particular.

Una vez visitada la zona de exposición del museo, a través de un largo pasillo con las paredes repletas de pósters y caricaturas de diferentes artistas internacionales, se accede al salón de actos del recinto. De jueves a domingo el “Museu del Rock” ofrece al visitante la posibilidad (previo pago obligatorio de 4 Euros adicionales al precio habitual de la entrada) de asistir a un concierto de una hora de duración de algún grupo de versiones. Durante mi visita fue la banda residente Rock Story Band la que amenizó la tarde con una actuación basada en la interpretación de un puñado de clásicos del rock and roll internacional alternados con breves explicaciones de algunas anécdotas o algún dato histórico relacionado con el tema o grupo versionado. La verdad es que su cantante me dejó impresionado por la cantidad de registros vocales que era capaz de conseguir.

Y ahora la pregunta del millón que todo el mundo me hace: ¿Vale la pena pagar 9 Euros por visitar el “Museu del Rock” de Barcelona? Sin ningún lugar a dudas y sin tener que pensárlemo demasiado la respuesta es un no rotundo. Pero ni 9 Euros ni 5 Euros. En mi opinión, son muy pocos los artículos expuestos en el museo que realmente llamen la atención, y demasiados los “modelos similares”, “fieles reproducciones” o incluso fotocopias de documentos originales. Creo que una guitarra, una foto o un disco autografiado tienen gracia o interés para la persona a la cual se lo han firmado, pero de ahí a que este tipo de artículos se conviertan en piezas de museo, me parece excesivo y desmedido. Personalmente considero que las obras más importantes de los músicos son sus discos y sus conciertos más que sus chaquetas, sus fotos firmadas o sus pelos.

Museu del Rock
http://www.museudelrock.com
Gran Via de les Corts Catalanes, Nº 373-385
Metro: Espanya

viernes, 5 de agosto de 2011

I'll sleep when I'm dead (Bon Jovi): Barcelona 27/07/2011

Ya puedo soltar todas las parrafadas que quiera y con todo el lujo de detalles que mi memoria me permita, que si alguien no ha estado allí, es casi imposible imaginarse todo lo que en la crónica de un concierto se explica. Sí, lo que voy a decir es un topicazo de aquí te espero, pero una imagen vale más que mil palabras, y la verdad es que YouTube ayuda mucho a hacer cierto este famoso refrán español.

Para demostrarlo, a continuación adjunto un vídeo doméstico grabado con una cámara de fotos durante el concierto de Bon Jovi celebrado el pasado día 27 de Julio en el Estadi Olímpic Lluís Companys de Barcelona. Aunque no sea el momento más emocionante de la noche ni el mejor tema del grupo, sí que es el vídeo en el que mejor se ve a la banda de todos los que he encontrado y, sin duda, en el que mejor se plasman todos los aspectos del concierto, tanto el estado de forma del grupo como al ambiente que se respiraba en el estadio. Desde aquí me gustaría dar las gracias a Héctor Arenos (al cual no conozco de nada) por grabarlo y por publicarlo en su canal YouTube.

martes, 2 de agosto de 2011

Concierto de Bon Jovi (Estadi Olímpic Lluís Companys, Barcelona 27/07/2011)

La legendaria banda de New Jersey obsequia a Barcelona con tres horas de “rock de estadio” a la antigua usanza

Durante los meses previos al inicio de la gira europea de Bon Jovi hubo momentos de nerviosismo entre todos los que habíamos adquirido nuestra localidad para alguno de sus conciertos. Las alarmas saltaron cuando el guitarrista Richie Sambora decidía abandonar la gira americana tras el concierto celebrado el día 26 de Marzo en la ciudad canadiense de Vancouver para someterse a un tratamiento de desintoxicación por sus problemas con el alcohol. A pesar de dicho contratiempo, el grupo prosiguió con la gira sin él, contando con la colaboración del guitarrista Phil “X” Xenidis (que ha trabajado con Triumph, Alice Cooper, Rob Zombie o Daughty) desde el día 30 de Abril en New Orleans hasta el final de ésta. La idea de asistir a un concierto de Bon Jovi y no poder ver a Richi Sambora en la guitarra principal resultaba cuanto menos decepcionante, así que muchos anduvimos pendientes de Internet para seguir el transcurso de los acontecimientos. Por suerte, y para tranquilidad de sus fans del viejo mundo, Richie Sambora salió a tiempo de la clínica para iniciar el día 8 de Junio en Zagreb la gira europea del grupo, así que íbamos a poder verlo también en Barcelona.

Las puertas del Estadi Olímpic Lluís Companys se abrieron sobre las 18:00 h. pero no fue hasta las 20:00 h. aproximadamente que empezaron a actuar los teloneros, un par de bandas totalmente anónimas llamadas The Monomes y The Rebels que pasaron más que desapercibidas para las casi 45.000 personas que paulatinamente iban llegando al estadio para presenciar la actuación de Bon Jovi, los cuales no actuaban en la capital catalana desde el año 2008. Pese a ser la última semana del mes de Julio, la temperatura ambiente era agradable en la cima de la montaña de Montjuic y la espera no se hizo demasiado pesada teniendo en cuenta que el concierto estaba previsto que diese comienzo a las 21:45 h.

Para lo que son las estrellas del rock, Bon Jovi fueron realmente puntuales. Marcaban las 22:00 h. cuando las luces se apagaron y, mientras los músicos iban ocupando sus lugares, en la pantalla gigante de forma semicircular ubicada en el fondo del escenario comenzaron a proyectarse imágenes de planetas, constelaciones y esferas doradas en movimiento que acabarían conformando el que se ha convertido en el símbolo del grupo: un puñal alado atravesando un corazón. En ese mismo instante Jon Bon Jovi, ataviado con una casaca militar roja y pantalones de cuero al más puro estilo Policía Montada del Canadá, hacía su aparición en el escenario para entonar las primeras notas del clásico de los 80’s “Raise your hands”. Sin apenas interrupción, el grupo atacó “You give love a bad name”, otro tema publicado en “Slippery when wet”, el tercer álbum de la carrera de Bon Jovi editado en 1986 y que ha sido considerado en múltiples ocasiones como uno de los mejores discos de la década de los 80’s. Después de este momento de catarsis, con todo el público catalán en el bolsillo (catalán y no catalán, porque la verdad es que entre toda la audiencia había una gran cantidad de fans procedentes de toda Europa como suele ocurrir cuando en Barcelona se celebra un macroconcierto en los meses de verano), el grupo acometía otro éxito de finales de los 80’s, el tema “Born to be my baby” perteneciente al álbum “New Jersey”. Tras él, el grupo respiraría un poco dando las buenas noches a Barcelona por su asistencia.

Fue una sensacional forma de comenzar un concierto de una gira de promoción de un disco de grandes éxitos de la banda. Semejantes tres himnos no dejaron indiferente a nadie y la respuesta del público fue de entrega total desde el principio, pero cualquiera con un punto de vista mínimamente objetivo vería enseguida que el escenario era espectacular; que la banda, complementada con Bobby Bandiera en la guitarra rítmica y Hugh John McDonald en el bajo, sonaba increíble; que Richie Sambora estaba musicalmente en plena forma; y que Tico Torres y David Bryan siguen en su línea de profesionalidad y excelencia a la que nos tienen acostumbrados; pero también que Jon Bon Jovi es una sombra de lo que en su día fue. Hubo momentos, sobre todo en “You give love a bad name”, en los que, a través de las pantallas, se le podía ver pasándolo realmente mal para cantar el estribillo, hasta el punto de que se le desfiguraba la cara completamente del esfuerzo cuando intentaba llegar a las notas más agudas. Pero hay que entender que estos temas se compusieron y grabaron cuando el bueno de Jon tenía veinticinco o veintiséis años y que ahora tiene cincuenta, por lo que es lógico y normal que le cueste llegar. A pesar de todo, con su actitud, su entrega, su presencia y su esfuerzo consiguió salvar con creces estas limitaciones vocales, no llegando a desafinar ni a cometer ningún error en todo el concierto. Sólo por eso ya es digno de alabanza.

A continuación Jon Bon Jovi empuñaba su guitarra acústica negra de la marca Takamine para iniciar junto al resto de la banda la interpretación de “We were born to follow”, un tema publicado en el último disco de estudio de la discografía grupo titulado “The circle”. Durante ella, y al más puro estilo U2 o Roger Waters, a través de las pantallas del escenario se fueron alternando mensajes y slogans pacifistas con imágenes de personajes históricos tan dispares como el presidente Barack Obama, el pintor Pablo Picasso, los músicos Jimi Hendrix, Bob Dylan y John Lennon, o los líderes políticos asesinados Martin Luther King y John Fritgerald Kennedy, todo ello bajo el clásico filtro de trazado tricolor en rojo, blanco y azul que el propio Obama puso de moda durante su campaña electoral. Tras este momento moralista y americanista, los siguientes temas en sonar dentro del repertorio fueron “I believe”, “It’s my life”, “In these arms” y “Just older”, alternando de esta forma dos temas del álbum “Keep the faith” editado en 1993 con dos temas del álbum “Crush” editado en el año 2003.

Antes de llegar al ecuador del concierto fueron “We got it goin' on” y “Captain Crash & The beauty Queen from Mars” las canciones que interpretó el grupo, dos canciones relativamente recientes pero no por ello menos coreadas por el público. Tras ellas se dio paso a otro clásico de finales de los 80’s como es “Bad medicine” que se convirtió en una “suite” larguísima durante la cual Jon Bon Jovi presentó a cada uno de los miembros de la banda intercalando durante las presentaciones fragmentos de clásicos del rock de ayer y hoy como el “Not fade away” de Buddy Holly, el “Bad case of loving you” de Robert Palmer o el “Vertigo” de U2.

Y como en todo macroconcierto de una gran banda del rock internacional que se precie, en esta ocasión tampoco pudo faltar el mini escenario ubicado al otro extremo de una larga pasarela que salía de la parte frontal del escenario. En ella fueron interpretadas de una forma más próxima al público algunas de las canciones más íntimas del repertorio como “Bed of roses”, cuyo estribillo fue cantado en castellano por el propio Jon Bon Jovi; una rareza como “Santa Fe”, extraída del álbum en solitario de Jon Bon Jovi titulado “Blaze of Glory” publicado en 1990 y en la que le acompañaron Bobby Bandiera en la guitarra acústica y David Bryan en el acordeón; “Diamond ring”, con un Richie Sambora empuñando una guitarra acústica de doble mástil preciosa a la vez que hacía unos coros sobrecogedores; y la siempre emocionante “I’ll be there for you”.

Después de este momento tierno y romanticón tan característico de las dos últimas décadas de la carrera musical de Bon Jovi y que tanto han criticado los ex-seguidores más intransigentes del grupo, el concierto prosiguió en el escenario principal con algunos temas pertenecientes a diferentes épocas de la banda. “Who says you can't go home”, “I'll sleep when I'm dead”, “Someday I'll be Saturday night”, “Have a nice day” y el recordado himno de los 90’s “Keep the faith”, con Jon Bon Jovi agitando las marcas, Richie Sambora espectacular en la Gibson Les Paul y unos efectos pirotécnicos creados por ordenador a través de las pantallas, hicieron saltar de nuevo a todos los asistentes al evento y pusieron fin de forma apoteósica a la primera parte de éste.

Pero a pesar de que el grupo se despidiera del público y se retirara a los camerinos, todos sabíamos que aún quedaba mucha tela que cortar, aunque alguno seguro que no se imaginaba que iba a quedar tanta. La recta final del concierto inició de forma bastante tranquila con “Something to believe in” y continuó con “Hey God”, dos temas del álbum “These days” publicado en 1995 que, mi entender, fueron un poco de relleno. Tras ellos llegó uno de los momentos más esperados de la noche, la puesta en escena de “Wanted dead or alive”, durante la cual Richie Sambora hizo alarde de su magnífica voz cantando en solitario algunos fragmentos del tema; y el aclamadísimo “Livin’ on a prayer” iniciado “a cappella” por Jon Bon Jovi y cuyos estribillos fueron cantados por el público asistente por motivos obvios. Con estas dos canciones del álbum “Slippery when wet”, posiblemente dos de los temas principales de la carrera de Bon Jovi, el grupo decía adiós a Barcelona de forma aparentemente definitiva. Finalmente o fue así. Debido a la insistencia del público coreando los clásicos cánticos futboleros de “Oé, oé, oé” que a las grandes estrellas (sobre todo las americanas) tanto les gusta, los miembros del grupo, situados ya en la parte frontal del escenario para hacer la típica reverencia con la que todos los artistas dicen adiós, se miraron de forma cómplice y conversaron unos instantes para acabar decidiendo volver a sus posiciones para interpretar uno de los temas más solicitados de la noche y, por qué no decirlo, uno de mis preferidos de los de New Jersey: “Always”.

Nuevamente parecía que la noche había terminado pero los incombustibles cánticos del público hicieron replantearse otra vez la despedida al grupo y, con evidentes muestras de entusiasmo por parte de Tico Torres, Bobby Bandiera y del propio Jon Bon Jovi, los músicos volvieron otra vez a sus correspondientes lugares para poner un brillante colofón interpretando “I love this town”, un bonito guiño de la banda hacia una Barcelona que les mostró su cariño y su admiración durante las tres horas que duró el show.

Pasados ya algunos días y habiendo ya asimilado por completo el concierto, todavía me meo más en la cara de todos aquellos imbéciles que se me mofaron de mí cuando se enteraron de que iba a ir a ver a Bon Jovi en directo. Creo que la profesionalidad, el buen hacer encima de un escenario y la calidad musical del grupo está muy por encima de toda la fama de ñoños y grupo de quinceañeras que se han labrado a lo largo de los años. Evidentemente, y no diré que no, el público mayoritario de Bon Jovi es un público femenino, pero creo que cualquiera que se considere un amante del rock y de los grandes conciertos que se hacían a mediados de los 80’s y principios de los 90’s, debería haber asistido porque ya no hay ni creo que haya jamás grupos como los de aquella generación. O si no que alguien me diga qué grupillo de los que ahora van de estrellas son capaces de pegarse tres horas de concierto seguidas y de meter a 45.000 personas en todo un Estado Olímpico de Barcelona.

domingo, 31 de julio de 2011

Live in Chicago (Guns N' Roses) 2006

No sé cómo a según que distribuidoras no se les cae la cara de vergüenza con los productos que sacan al mercado. Cuando alguien compra un DVD en directo que no aparece en la videografía oficial del grupo en cuestión, más o menos ya se puede imaginar que la calidad no va a ser la misma que la de un producto con licencia, pero es que este “Live in Chicago” de Guns N' Roses es todo un catálogo de despropósitos que a continuación y muy gustosamente voy a enumerar.

En primer lugar, nada más verlo y antes de quitarle el precinto, a cualquier seguidor del grupo mínimamente observador ya le rechinarán los dientes. Resulta que el DVD es un concierto de Guns N' Roses registrado el 9 de Abril de 1992 en el Rosemont Horizon de Chicago, vamos, en plena gira “Use your Illusion”. Pues bien, en la carátula aparece una foto del grupo con Duff McKagan, Slash, Axl Rose... ¡Steven Adler e Izzy Stradlin'! ¿Me puede alguien explicar a qué mente privilegiada se le ha ocurrido elegir de entre los millones de fotos de Guns N' Roses que habrá, una foto en la que aprecen dos miembros del grupo que ya no estaban en ese momento en la formación? Es que alguien que no se fije mucho y no se pare a leer la letra pequeña de la parte trasera de la carátula, puede ver la caja con el título “Guns N' Roses: Live in Chicago” sobre una foto de los Guns N' Roses originales, y seguro que lo primero que piensa es que se trata de un concierto de las primeras giras del grupo. De acuerdo, sólo se trata de un papel, pero no cuesta nada hacer la misma edición sin semejante anacronismo.

Si nos olvidamos de este detalle de presentación y ponemos el DVD a reproducir, entonces ya el cabreo se multiplica por diez cuando comprobamos la lamentable calidad del contenido. Ignoro el motivo por el cual fueron grabadas las imágenes, aunque supongo que sería para ser emitidas por televisión, o incluso es posible que sean las imágenes que durante el concierto se proyectaban en las pantallas del escenario; pero viéndolas, lo que queda claro es que proceden de una cinta VHS. El audio, dentro de lo que cabe, es bastante bueno salvo un ligero zumbido que se escucha de fondo, pero las imágenes son indignantes. No sólo es que se vean borrosas por la antigüedad y deterioro de estas, ya que el concierto tuvo lugar en 1992 pero el DVD se editó en 2006, es que además al pasarlas a formato digital aún han perdido más calidad y en según qué momentos hasta se ven los clásicos cuadraditos de las imágenes pixeladas. Además, así como va avanzando el concierto de vez en cuando van apareciendo en la parte inferior izquierda de la pantalla las palabras “MONO” e “HIFI” típicas de las televisiones antiguas.

En cuanto al concierto de Guns N' Roses contenido en este paupérrimo DVD, pues, en primer lugar, decir que no está completo sino que han cortado por dónde les ha dado la gana y que faltan temas tan imprescindibles en su repertorio como “Sweet child o' mine” o “Paradise City” por nombrar sólo un par de ellos. Lo mejor de todo, y único motivo por el cual vale la pena este DVD si es que existe alguno, es que contiene la interpretación íntegra del tema “Coma”, de 9:34 minutos de duración, algo no muy habitual en los conciertos de Guns N' Roses de aquella época.

En definitiva, una auténtica joya este “Live in Chicago”, un DVD editado por la compañía argentina Masterplan, cuyas iniciales “MP” que aparecen en la parte superior izquierda de la pantalla bien podrían significar “Mierda Pinchaenunpalo”.

domingo, 24 de julio de 2011

Ladies and Gentlemen: The Rolling Stones (The Rolling Stones) 2010

Lo mejor de hacerse mayor es que para tu cumpleaños la gente que te quiere y te conoce bien te hace regalos realmente cojonudos. Mi cumpleaños fue el pasado día 12 de este mes (gracias, a buenas horas mangas verdes) y con motivo de éste, mi hermano, quizás la persona del mundo que mejor me conoce, me regaló este “Ladies and Gentlemen: The Rolling Stones”. Hay tanto material audiovisual de Sus Satánicas Majestades en el mercado que me resulta verdaderamente difícil hacerme con todo como a mí me gustaría, así que este regalo me hizo especial ilusión porque más tarde o más temprano iba a acabar comprándomelo.

“Ladies and Gentlemen: The Rolling Stones” es una recopilación de temas en directo registrados en cuatro actuaciones de los Stones llevadas a cabo en Houston (Texas) durante la gira americana de promoción del álbum “Exile on Main St.” celebrada en año 1972. Cada uno de los temas que aparecen en el “set-list” fue grabado en una de aquellas cuatro actuaciones, pero el montaje audiovisual se hizo de tal forma que, si no fuera porque la vestimenta de los músicos va cambiando entre canción y canción, uno no se daría ni cuenta ya que la sensación que se tiene al escucharlos es la de estar presenciando un concierto íntegro.

La versión original, producida por Rollin Binzer y Marshall Chess a partir de las imágenes filmadas por Bob Freeze y Steve Gebhardt de Butterfly Films, fue proyectada en cines a modo de documental durante el año 1974. No fue hasta el pasado año 2010 que, de la mano de Eagle Rock Entertainment, estas fueron reeditas en formato DVD. El sonido de esta nueva reedición es realmente espectacular. No es el típico sonido espeso y sucio de algunas grabaciones antiguas que se suelen ver por ahí, sino todo lo contrario. Hay tanta claridad en el audio que sin demasiado esfuerzo por parte del espectador es posible apreciar a la perfección todos los matices de todos los instrumentos que están sonando. Con respecto a las imágenes, también remasterizadas para esta nueva edición, tienen una gran calidad pero pecan se ser demasiado oscuras, lo cual no es de extrañar debido a que los sistemas de iluminación de los conciertos de aquella época no eran los mismos que los que se utilizan ahora.

Para el que escribe y para la mayor parte de la crítica, aquella fue la mejor etapa de la historia de The Rolling Stones y así lo demuestran en este documento. A un Mick Jagger y un Keith Richards en su máximo esplendor creativo y expresivo, se les unen la por aquel entonces todavía inspirada sección rítmica compuesta por Charly Watts y Bill Wyman; el que yo considero mejor guitarrista que jamás haya pasado por la formación: Mick Tylor; la brillante sección de vientos compuesta por Bobby Keys en el saxo y Jim Price en la trompeta y los trombones; además de Nicky Hopkins en el piano. Es una pena que las imágenes se centren excesivamente en la figura de Mick Jagger y que por consiguiente no haya demasiadas imágenes generales de grupo, pero aún así, “Ladies and Gentlemen: The Rolling Stones” es una verdadera joya para cualquier amante de los Stones que se precie.

miércoles, 20 de julio de 2011

Aprende a tocar “Rocket Queen” con Steven Adler

Después de leerme la biografía de Slash me puse a buscar por YouTube todas aquellas actuaciones televisivas, entregas de premios y conciertos míticos de Guns N' Roses de los cuales habla en su libro y que en su día me fue imposible ver debido a la ausencia de Internet. Todos sabemos lo que tiene YouTube, que empiezas a buscar algo, una cosa te lleva a la otra y acabas viendo cosas asombrosas que nunca se te habría ocurrido buscar, y eso fue lo que me pasó ayer. De casualidad, saltando de vídeo en vídeo, fui a parar a una serie de entrevistas bastante recientes a Steven Adler, primer batería de Guns N' Roses que fue explusado del grupo por su adicción a las drogas (gran hipocresía, vive Dios), y me entristeció profundamente ver el estado físico en el que se encuentra. Afortunadamente el pobre hombre se encuentra limpio desde hace un tiempo debido a diversos programas de desintoxicación a los que se ha sometido, pero se nota que los abusos le han pasado factura y actualmente sufre una parálisis facial que le impide vocalizar bien debido a algún que otro infarto cerebral que ha sufrido.

Pero no todo fueron imágenes desagradables en mis hallazgos YouTuberos de ayer, también de casualidad encontré el vídeo que adjunto a continuación. Se trata de una entrañable “master class” del bueno de Steven Adler en la que nos enseña a todos cómo se toca la batería del tema “Rocket Queen”. La grabación fue realizada el pasado año 2010 y en ella Steven, sin perder su característica sonrisa, nos demuestra que todavía sigue en forma para el rock and roll. Espero que disfrutéis viéndolo lo mismo que se le ve disfrutar a él sentado en el taburete de la batería con dos baquetas entre las manos.

lunes, 18 de julio de 2011

Slash (Slash y Anthony Bozza) 2007

Habitualmente, cuando alguien lee la biografía de un artista al cual admira lo que pretende es profundizar en su vida fuera de los escenarios y conocer un poco más al ser humano que hay detrás del personaje popular. Posiblemente Slash sea el primer músico al cual he admirado de verdad. Su sonido de guitarra hard rockero con esas claras influencias del blues, sumado a su icónica imagen de pelo lanoso, gafas de sol, chistera con remaches calada hasta las cejas y guitarra Gibson Les Paul colgada al hombro, me hipnotizaron por completo desde el primer momento en que lo ví, hasta el punto de, no sólo tener toda su discografía oficial en versión original sino, además, haber llegado a tener durante años pósters con su imagen colgados en mi habitación e incluso una reproducción en miniatura con su figura. Slash ha sido y será por siempre mi principal ídolo musical y el músico que consiguió que yo mismo sintiera atracción e ilusión por aprender a tocar la guitarra, así que cuando me hice con la edición en castellano de este libro, más que leérmelo lo devoré en un tiempo récord. Lejos de mitificar todavía más al personaje, leyéndolo llegué a la conclusión de que, a pesar de ser toda una institución en la historia del rock, como persona Slash no es otra cosa más que un completo imbécil que si no ha conseguido ser diez veces más de lo que actualmente es, sin duda ha sido por su estupidez. Sí, ya, en ningún momento he dado por supuesto que Slash sea un digno merecedor de un Premio Nobel de Física o algo por el estilo, pero creo que el hecho de llevar toda la vida en esto de la música y únicamente haber conseguido grabar diez discos con cara y ojos en casi treinta años (al margen de colaboraciones esporádicas con otros artistas) es un claro indicador de que algo pasa.

Como en la misma portada indica, el libro ha sido escrito por Slash en primera persona con la ayuda de Anthony Bozza, un escritor y periodista neoyorquino que al parecer ha mantenido largas charlas y entrevistas con el propio Slash, tras las cuales ha transcrito de forma fiel las palabras del músico para dejarlas plasmadas en este libro. Sintetizando mucho, podríamos decir que la biografía de Slash se divide en tres grandes bloques: El primero sería el correspondiente a la infancia, adolescencia y vida familiar de Saul Hudson antes de convertirse en Slash. El segundo y principal correspondería a lo que es el inicio, nudo y desenlace de la historia de Guns N’ Roses, la banda con la que alcanzó la fama internacional. Y el bloque final y quizás más aburrido es el dedicado a la etapa de Slash colaborando con todo el mundo y liderando o co-liderando diferentes proyectos musicales de éxito relativo como Slash’s Snakepit y Velvet Revolver, así como a la reciente formación de su propia familia.

El primero de estos bloques es fundamental para ponerse un poco en situación y entender cómo un niño de familia acomodada puede llegar a convertirse en un personaje como Slash, tanto para lo bueno como para lo malo. Hijo de padre pintor y madre diseñadora, ambos de vida bohemia y con amistades de dudosa reputación, su personalidad sufrió un cambio radical en el momento en que ambos se divorcian y por el bien de su estabilidad se vieron obligados a mandarlo a vivir con su abuela materna en Los Ángeles. Allí, muy pronto se convertiría en un pandillero, un ladrón y en un auténtico gamberro que pasaba más tiempo pateándose la ciudad a lomos de su bicicleta con el único fin de perpetrar todo tipo de fechorías, que estudiando. Vamos, una especie de Tom Sawyer urbano y ochenteno cuya vida cambiaría por completo en el momento en que comienzó a tocar la guitarra y a montar sus primeras bandas de rock.

Si esta primera parte es interesante y hasta cierto punto “cómica” por la forma como Slash explica los acontecimientos, la parte más atractiva del libro para cualquier fan de Guns N’ Roses es aquella en la que Slash cuenta, bajo su particular punto de vista, la historia del grupo desde el principio hasta el final de sus días. Se trata de una narración sobre los inicios, el crecimiento, el despegue, la trayectoria y la decadencia de Guns N’ Roses contada por primera vez en casi treinta años en primera persona. Más o menos es la historia que todos los fans ya habíamos leído en diferentes revistas y publicaciones pero explicada con todo lujo de detalles por uno de sus protagonistas, adornada además con decenas de anécdotas y dejando alguna que otra eterna duda sobre ciertos aspectos de la banda totalmente aclarada.

Pero hablar de Slash es imposible sin hablar de ese co-protagonista que ha compartido con él el noventa por ciento de su vida. No me refiero ni a Axl Rose, ni a Duff, ni a su abuela, ni ninguno de sus padres, ni a sus serpientes, ni a sus esposas o novias. Me refiero a la droga. La biografía de Slash no es sólo la biografía de un músico, es también la biografía de un drogadicto. Slash se enganchó a la heroína a la edad de diecinueve años y desde entonces hasta hace relativamente poco su consumo, no sólo de esta substancia sino también de otras como la cocaína, el alcohol, sus famosas “speed balls” y otros tipos de cócteles tóxicos (todo ello en cantidades astronómicas), ha sido continuado, llegando a marcar su vida por completo. Si bien es cierto que mientras estuvo en Guns N’ Roses las drogas nunca le impidieron realizar su trabajo a la perfección, tanto encima del escenario como en los estudios de grabación, la impresión que me queda es que si no fuera por su extrema adicción a ellas durante tantos años quizás Guns N’ Roses nunca hubieran acabado de la forma que acabaron y, por supuesto, jamás se habría dejado engatusar por Axl Rose (cuya paranoia se llega incluso a comprender viendo con qué clase de elementos compartía banda) en el momento en que le fueron arrebatados legalmente los derechos sobre el nombre y la marca Guns N’ Roses. Han sido diversos los procesos de desintoxicación a los que se ha sometido a lo largo de los años y alguno que otro los amigos que por culpa de las drogas se le han quedado por el camino, pero su inmadurez, su inconsciencia y la estupidez de la que hablaba al principio, le han hecho volver a consumir de nuevo todas las veces que lo había conseguido dejar. Según cuenta, esto fue así hasta el momento en que le llegó la paternidad.

Resumiendo, la biografía de Slash es la historia de una estrella de la música pero también es la historia de un superviviente, de una víctima fácil del ambiente de excesos que rodeaba al rock en Los Ángeles a principios de los años ochenta, que si no fuera por los medios económicos de los que ha dispuesto, quizás este libro jamás podría haberse escrito de la forma en la que se ha hecho, como una autobiografía. Salvando mucho las distancias, la vida de Slash me ha recordado un poco a la vida de Keith Richards, con la diferencia de que Keith Richards vivió en una época de total desconocimiento sobre el asunto de las drogas, excusa que en el caso de Slash no sirve. Lo que me sorprende es que alguien que durante tantos años fue un yonki profesional tenga tan buena memoria y recuerde tan bien tantos aspectos de su vida.