sábado, 31 de enero de 2009

Sweet child o' mine

Cuando pensé en la sección “Canción del mes” para este blog en ningún momento pretendí utilizarla para recomendar en ella mis canciones preferidas sin más, sino para intentar que cada canción significara algo o tuviera algo que ver con cualquier acontecimiento ocurrido durante el transcurso del mes. La canción que voy a recomendar este mes cumple a la perfección las dos condiciones. “Sweet child o’ mine” fue, es y será hasta que llegue mi hora una de mis cinco canciones preferidas; pero además, este mes he comprobado que, veintidós años después de su grabación, continúa siendo un tema que levanta pasiones, que transmite positivismo y que, suene en el momento y en el lugar que suene, hace que todos aquellos que en algún momento de nuestras vidas sentimos algo al escucharla nos emocionemos hasta límites insospechados. Creo que esto ocurre con muy pocas canciones.

Posiblemente “Sweet child o’ mine” sea considerada como una de las canciones más importantes de la historia del rock. Con un “riff” de guitarra inicial que pone la carne de gallina, un ritmo de guitarra y de bajo agradablemente sencillos, unos solos de guitarra agresivos a la vez que emotivos, una letra romántica y uno de los despliegues vocales más potentes de los últimos tiempos; “Sweet child o’ mine” no tardó en convertirse en un icono musical dentro del hard rock y en todo un himno para varias generaciones de amantes del género. Aunque últimamente Slash le haya atribuido toda la responsabilidad del éxito de este tema a Axl Rose por ser el compositor de la letra, no cabe duda de que la canción no sería la misma sin su inicio y sus solos de guitarra.

Fue publicada en Julio de 1987 dentro de “Appetite for destruction”, el álbum de debut de los legendarios Guns N’ Roses, cuando estos eran una banda cojonuda, que hacía unas canciones cojonudas, unos discos cojonudos y estaba compuesta por unos músicos cojonudos procedentes de estilos diferentes pero que juntos se compenetraban a las mil maravillas y conseguían ser absolutamente demoledores.

Os dejo que escuchéis la canción del mes de Enero de 2009 del blog de El Artista Multimedia y desde aquí os invito a que hagáis lo posible por no olvidar nunca que hubo un tiempo en el que Guns N’ Roses fueron grandes, los más grandes.

Ficha Técnica:
· Título: Sweet child o' mine
· Álbum: Appetite for destruction
· Año: 1987
· Intérprete: Guns N' Roses
· Autor: Axl Rose, Slash, Izzy Stradlin', Duff McKagan, Steven Adler

Escucha un fragmento:


“¿A dónde vamos, a dónde vamos ahora?”

miércoles, 28 de enero de 2009

Hellville de Luxe (Enrique Bunbury) 2008

Para todo aquel que alguna vez haya seguido la carrera musical de Héroes del Silencio, cada lanzamiento de un nuevo disco en solitario de Enrique Bunbury (al margen de que a uno le guste o no su faceta como solista) se convierte en todo un acontecimiento. Si a ello le sumamos que este era el primer disco de Bunbury sin El Huracán Ambulante y el primero tras la pasada gira de reunión de Héroes del Silencio, pues no cabe duda de que las ansias por escucharlo todavía eran mayores y más cuando Bunbury había anunciado que su siguiente trabajo discográfico supondría un cambio de rumbo hacia el rock.

El estreno de su primer single, “El hombre delgado que no flaqueará jamás”, un tema cansino y aburrido a más no poder que fue acompañado de una especie de cortometraje al más puro estilo Robert Rodríguez o Quentin Tarantino, no pudo estar rodeado de más polémica. Todo se debió a que la familia del poeta Pedro Casariego acusó a Enrique Bunbury de un supuesto plagio de sus versos en la letra de dicha canción. El follón fue de tal magnitud que, meses antes de que el disco llegara a las tiendas y en plena gira de pre-presentación en directo del disco, la forma de componer de Bunbury fue el tema principal en las secciones musicales y culturales de todos los periódicos de España y Latinoamérica durante varias semanas. Sus declaraciones en entrevistas previas a sus actuaciones y en programas de televisión se basaban más en desmentir todas estas acusaciones de plagio que en presentar su nuevo disco. Finalmente el día 7 de Octubre de 2008 salía a la venta “Hellville de Luxe”, el nuevo trabajo de Bunbury llamado igual que la casa que éste posee en el Puerto de Santa María (Cádiz), y de esta forma se acababan las especulaciones sobre su contenido y sobre la originalidad de sus composiciones.

Producido por Phil Manzanera, el ángel de la guarda británico de Enrique Bunbury, podríamos decir que “Hellville de Luxe” se queda más en un intento que en otra cosa en lo que a “giro rockero” se refiere. Sí, Bunbury ha dejado atrás las fanfarrias trompeteras, los violines de la Europa del Este, las rancheras mexicanas y los tangos bonaerenses, pero no se le ha ocurrido otra cosa que rodearse de músicos que vienen del pop en lugar de elegir a rockeros de pura cepa. En su nueva banda, además de su eterno acompañante desde que iniciara su carrera en solitario, el batería Ramón Gacías, se le han unido Jorge Rebenaque (ex – Jarabe de Palo) en los teclados y acordeón, Robert Castellanos (ex – Suite) en el bajo y Jordi Mena (ex – Jarabe de Palo) y Álvaro Suite (ex – Suite) en las guitarras. Con estos mimbres cualquiera se dará cuenta de que es poco probable que el resultado pueda llegar a ser muy rockero que digamos. Pues en efecto, “Hellville de Luxe” es un disco con más guitarra de lo normal en un disco en solitario de Enrique Bunbury (lo cual no era muy difícil) pero, para entendernos, más cercano a Amaral que a Héroes del Silencio.

De la voz de Enrique no hay nada que objetar. Aunque parezca absurdo lo que voy a decir, por fin ha decidido cantar bien es sus discos (a excepción del tema “Todos lo haremos mejor en el futuro” en el que continúa haciéndose el Tom Waits). En cuanto a la temática general de sus letras, en este disco no es otra que Enrique Bunbury, su nueva vida en pareja y su casita en la playa. La sensación que tuve al escuchar “Hellville de Luxe” fue muy similar a la que tuve al escuchar “La lengua popular” de Andrés Calamaro. Acostumbrado a las canciones de derrota, de fracaso y sobre las hostias recibidas por el desamor, de repente escuchar semejantes manifestaciones de agradecimiento, felicidad y reconciliación con la vida, a uno le hacen rechinar un poco los dientes. No es que le desee la infelicidad a nadie, pero no deja de sonar extraño este cambio de mensaje.

Por lo que respecta a la instrumentación del disco, pues decir que a mí me parece correcta pero no brillante. Se nos prometió un disco de guitarras pero me atrevería a decir que los instrumentos principales son la guitarra acústica y los teclados. Los solos de guitarra de Jordi Mena y Álvaro Suite se quedan en buenos inicios de lo que deberían ser solos de guitarra, o sea, en un continuo querer y no poder. Valgan como ejemplo de esto los solos de “El hombre delgado que no flaqueará jamás” o “Bujías para el dolor”, que acaban casi antes de empezar.

Cualquiera que lea toda esta parrafada podrá pensar que “Hellville de Luxe” no me ha gustado, pero no es así, en mi opinión “Hellville de Luxe” es el mejor disco de Enrique Bunbury en solitario después de “Radical Sonora”. Creo que en él se encuentran algunos de los mejores temas de su repertorio, como por ejemplo “Bujías para el dolor” o “Hay muy poca gente”, pero en mi opinión Bunbury todavía puede dar mucho más de sí en el campo del rock. Si lo que quería hacer era un disco de rock con cara y ojos, creo que se ha equivocado por completo al elegir su banda acompañante, lo cual me da bastante rabia.

martes, 27 de enero de 2009

Estoy hecho un chaval

En los últimos cinco años aproximadamante he notado un incremento en el número de niños y personas mayores que utilizan las palabras “Usted” y “Señor” para dirigirse a mí. A priori produce un poco de lástima el ver cómo los demás perciben el paso de los años en ti; pero si se piensa fríamente, cuando uno ya ha superado la treintena es hasta comprensible que empiece a ser considerado como una persona respetable y seria a la cual hay que dirigirse con educación. Por lo que no paso de ninguna de las maneras es por cosas como la que me ocurrió ayer por la tarde.

Salía de trabajar y me disponía a dar una vuelta por El Corte Inglés de la Plaza de Cataluña de Barcelona. Nada más entrar, una bella azafata se dirigió hacia mí y me obsequió con un bote de muestra de un producto cosmético al cual no le presté demasiada atención. Cuando me encontraba subiendo las escaleras mecánicas hacia la planta de “Música y Libros”, saqué el producto que me acababan de regalar del bolsillo de mi chaqueta y comprobé que se trataba de una muestra de “Biotherm Homme”. Convencido de que seguramente sería una loción para después del afeitado me dispuse a leer su composición e indicaciones y estas decían así:

“Biotherm Homme: Tratamiento alisante para las arrugas - efecto piel nueva, tono luminoso. Aplicar mañana y/o noche sobre una piel limpia o después del afeitado para un tono luminoso, unas arrugas visiblemente difuminadas. Gel-crema”

¡¡¡¿Que me has dado una muestra de un producto antiarrugas, pedazo de golfa?!!!... ¡¡¡¿Pero por quién cojones me has tomado, por el de los Hermanos Calatrava?!!!... ¡¡¡La madre que me parió, tratamiento alisante de arrugas para unas arrugas visiblemente difuminadas!!!... Vale que uno ya no sea un yogurín, pero de ahí a ser tomado por un cliente potencial de un producto antiarrugas va un trecho y es una de las mayores ofensas que me han hecho en mi vida... En fin, para paliar un poco mi grado de indignación, dedico la foto del mes de Enero de 2009 a este momento tan deprimente de mi vida como terapia para poder superarlo de la mejor manera posible...


Autor: El Artista Multimedia indignado y liso como el mármol.

sábado, 24 de enero de 2009

4:13 Dream (The Cure) 2008

Seré sincero y diré que en todo el tiempo que llevo escuchando música y buscando nuevos grupos y bandas clásicas que nunca había escuchado, jamás me había sentido atraído ni lo más mínimo por The Cure. Había escuchado temas sueltos pero nunca me habían llamado la atención e incluso, a simple vista y posiblemente motivado por su estética, siempre me habían parecido mediocres y ridículos. Fueron una serie de acontecimientos (cuyos protagonistas van desde Joaquín Reyes de “Muchachada Nui” hasta la vocalista de mi grupo o mi amiga Cristina Díaz) los que hicieron que les prestara toda la atención que no les había prestado durante toda mi vida. Actualmente me encuentro en un punto en el que he pasado de ignorarlos por completo a comprarme alguno de sus discos. Es el caso de este “4:13 Dream”, que tras escucharlo “on-line” en varias ocasiones y aprovechando su salida al mercado a un precio muy razonable, decidí comprármelo y a continuación voy a reseñarlo.

Por todos es sabido que decir The Cure es decir Robert Smith puesto que es el único miembro que queda de aquellos “Three imaginary boys” que empezaran sus andanzas allá por 1979 con su mítico “Boys don’t cry”. Han pasado treinta años de aquello y durante todo este tiempo The Cure han cambiado de formación e incluso de estilo musical en numerosas ocasiones. De ser pioneros en lo que dio en llamarse “new wave” y abanderados de los denominados “nuevos románticos” durante los primeros ochenta, años más tarde viraron hacia un pop mucho más alegre que algunos criticaron por su comercialidad, para acabar en un techno-pop con percusiones enlatadas y sintetizadores como elementos principales del sonido del grupo. En “4:13 Dream” The Cure dan un pequeño giro de tuerca a su estilo recuperando la senda del pop, dejando definitivamente atrás el techno y aproximándose un poco más al rock. Por lo que respecta a las letras hay muy pocos cambios, éstas continúan hablando más de amor y felicidad que de insatisfacción y depresión como ocurría al principio de su carrera.

El disco abre con “Underneath the stars”, un precioso tema que por las emociones que transmite recuerda a aquel “Lullaby” de 1989 y que en mi opinión es de las mejores canciones del repertorio de Robert Smith y los suyos. A éste le siguen temas mucho más alegres y festivos como “The only one”, “The hungry ghost” o “Freak show”; otros más melancólicos como “Siren song”, “This, here and now, with you” o “The scream”; e incluso alguno más enérgico y potente como “Switch”, “The real show white”, “Sleep when I’m death” o “It’s over”. En todos los temas, independientemente del estilo, destaca el uso de distorsión en las guitarras e incluso de algunos “riffs” que en absoluto tienen nada que ver con aquel sonido de guitarra limpia con efectos “chorus” y “delay” con el que a tantos grupos de nuestro país influenciaron a finales de los ochenta. Además, en “4:13 Dream” los teclados y efectos digitales se han utilizado en su justa medida y sin abusar para nada de las posibilidades que actualmente ofrece la tecnología en lo que a sonido se refiere.

Hoy en día The Cure está compuesto por Robert Smith en voz y guitarra y por tres músicos que ya pasaron por el grupo en diferentes etapas como son Simon Gallup en el bajo, Jason Cooper en la batería y Porl Thomson en la guitarra. El hecho de que Gallup y Thomson, dos co-autores de temas tan legendarios como “Inbetween days”, “Just like heaven”, “Lullaby” o “Friday I’m in love”, vuelvan a trabajar junto a Robert Smith quizás sea el origen de esta evolución tan positiva por la que han pasado The Cure en “4:13 Dream”, un disco que tardó en ser publicado pero que sin duda alguna merece la pena escuchar. Desde aquí prometo no volver a juzgar a ningún grupo por su apariencia.

jueves, 22 de enero de 2009

Ronnie Wood

La verdad es que este mes de Enero ha sido un mes discreto en lo que a artistas destacados se refiere. Y es que los artistas también descansan por Navidad, así que es normal que la actividad de estos durante estas fechas se vea considerablemente reducida. La única noticia musical un poco reseñable de este mes puede que haya sido la edición en castellano de “Memorias de un Rolling Stone”, el libro autobiográfico publicado por Ronnie Wood (guitarrista de los Rolling Stones), así que creo que es un buen motivo para dedicar esta sección al que considero uno de los músicos más carismáticos de la historia del rock.

Nacido en Londres en el año 1947, Ronnie fue criado a la orilla del río Támesis en el seno de una familia pobre que paliaba su miseria a través de la música y el alcohol. En 1964, con únicamente diecisiete años, Ronnie inicia su andadura como músico profesional y desde entonces ha ido desfilando por distintas bandas, unas con más éxito que otras. Su primera formación fue The Birds, grupo que abandonaría más tarde para unirse a The Creation durante un breve periodo de tiempo. Con ninguna de las dos llegaría a grabar un disco y su repercusión mediática fue totalmente inexistente.

En 1967 Ronnie entra a formar parte como bajista del Jeff Beck Group, el grupo liderado por el guitarrista Jeff Beck, junto al cantante escocés Rod Stewart. En 1969 Ron y Rod abandonan el Jeff Beck Group para unirse a The Small Faces, grupo que con la entrada de ambos pasaría a llamarse The Faces. Durante los algo más de cinco años en los que The Faces estuvieron en activo, The Faces grabaron cuatro LP’s y llegaron a alcanzar un gran éxito en el Reino Unido. Actualmente The Faces continúan siendo un grupo muy influyente y respetado por bandas como los americanos The Black Crowes o los suecos Diamond Dogs.

En 1975, tras el abandono del guitarrista Mick Tylor y ya con The Faces disueltos, Ronnie Wood entra a formar parte de la banda de rock más importante de la historia de la música: The Rolling Stones. Desde su entrada en The Rolling Stones tras la trágica defunción de Brian Jones, Mick Tylor había logrado dotar de limpieza y virtuosismo al del grupo. Con la llegada de Ronnie Wood, The Rolling Stones recuperan la espontaneidad y el sonido sucio y natural de sus inicios, consiguiendo formar un tándem perfectamente compenetrado junto al propio Keith Richards. Si bien es cierto que los principales éxitos de la carrera de The Rolling Stones fueron grabados por Brian Jones y por Mick Tylor en las guitarras, con Ronnie Wood en la formación Sus Satánicas Majestades registraron discos tan importantes como “Some girls”, “Emocional rescue”, “Tatoo you” o “Undercover”. A pesar de ser el tercer guitarrista en pasar por el grupo, Ronnie Wood siempre ha sido considerado como un miembro más de The Rolling Stones y no como un músico contratado de los que no salen en las fotos promocionales ni saludan al final de los conciertos.

Actualmente Ronnie Wood compagina su militancia en The Rolling Stones con sus esporádicos proyectos en solitario y su excepcional faceta como pintor, de la cual son ya famosos sus retratos de estrellas del rock & roll. A todas estas formas de expresión artística ahora se le ha unido la escritura. Todavía no me ha sido posible leer su autobiografía pero promete ser una historia cargada de humor, surrealismo y detalles de lo más escabrosos, propios de un rockero de su edad. En cuanto tenga ocasión de hacerlo os transmitiré mi opinión particular sobre las memorias de este Rolling Stone.

Páginas web oficiales:
http://www.ronniewood.com
http://www.rollingstones.com

martes, 20 de enero de 2009

Wasted heart (Duff McKagan’s Loaded) 2008

Con Velvet Revolver disueltos a la espera de encontrar un nuevo vocalista y con Slash preparando su nuevo disco en solitario, al bueno de Duff McKagan no le queda otra que buscarse las habichuelas por su cuenta si quiere seguir dando rienda suelta a sus inquietudes musicales. Posiblemente Duff McKagan sea el ex–miembro de Guns N’ Roses más prolífico tras su salida de la banda de Axl Rose, y sus proyectos musicales han sido tanto trabajos en solitario como en las bandas Neurotic Outsiders, 10 Minute Warning, Loaded y Velvet Revolver. Prácticamente sin promoción y pasando totalmente desapercibido entre las noticias sobre los proyectos de antiguos compañeros suyos como Axl Rose (Guns N’ Roses) y Scott Weiland (ex–Velvet Revolver), a mediados del 2008 Duff McKagan volvía a reunir a Loaded (rebautizados como Duff McKagan’s Loaded para aprovechar el mucho o poco tirón mediático que pueda tener su nombre en el panorama musical internacional) y publicaba este “Wasted heart” que le llevó de gira por Estados Unidos y Europa. Se trata de un trabajo discográfico totalmente prescindible en la historia de la música, pero como Duff siempre ha sido mi “gunner” preferido, me gustaría dedicar una breve reseña a este disco.

“Wasted heart” por no ser no es ni un disco. El que lea esto dirá: “¡Pues vaya admiración que siente éste por Duff!”. No, no es un disco, es un EP de cinco canciones, pero es más que suficiente para ser publicado íntegramente en el MySpace del grupo y comenzar así una promoción que les haga salir de gira. Y es que, tanto Loaded con los temas de su anterior disco “Dark days”, como Duff McKagan con sus temas propios y los de sus múltiples bandas, tienen repertorio de sobras para hacer una serie de conciertos por pequeños clubes de todo el mundo y quitarse así el mono de tocar en directo. Cualquier otro en su lugar hubiera preferido pegarse una temporadita sabática rascándose el Velvet Revolver y viviendo de rentas, pero Duff siempre ha sido un tipo inquieto que vive para y por subirse a un escenario.

En este proyecto Duff no se encarga de tocar el bajo como es habitual en él sino de la voz principal y la guitarra rítmica. Esta vez le acompañan Mike Squires en la guitarra principal, Jeff Rouse en el bajo y Geoff Reading en la batería, y las canciones incluidas en “Wasted heart” son un resumen del estilo característico de Duff: temas de estructura sencilla en los que se mezcla de forma magistral el hard rock, el grunge y el punk-pop. Así pues, nada más empezar nos encontramos con “Slaze factory” y el single “No more”, dos temas muy cañeros y enérgicos que recuerdan al sonido Velvet Revolver. Tras ellos le siguen un tema de ritmo lento y contundente como “Executioner's song”, muy en la línea del anterior trabajo de Loaded; un tema cargado de positivismo como “IOU”; y para acabar, una balada acústica titulada “Wasted heart” que da nombre al disco y que recuerda mucho a temas como “Could it be you” de su primer disco en solitario “Believe in me” o incluso a su versión de “You can’t put your arms arond a memory” de Johnny Thunders publicado en “The spaghetti incident?”. En todos ellos Duff sigue conservando su particular voz rota pero llegando como nunca a unos niveles de agudos realmente sorprendentes para una persona que pasa de largo la cuarentena.

Aunque “Wasted heart” sea únicamente un breve aperitivo, para todos aquellos que admiramos a Duff no deja de ser todo un regalo el poder comprobar el magnífico estado de forma en el que se encuentra el de Seattle, quedando del todo patente que aún le queda mecha para muchos años. Esperaremos impacientes noticias suyas (y de su mujer Susan Holmes, ya puestos, también).

domingo, 18 de enero de 2009

Brain damage

Brain damageSiguiendo con la dinámica de recomendar las que para mí son las mejores páginas web no oficiales de mis grupos preferidos, este mes le toca el turno a “Brain damage”, un completísimo portal web dedicado a los legendarios Pink Floyd, que podéis encontrar en la siguiente dirección: http://www.brain-damage.co.uk

Con una imagen recientemente reformada y modernizada, “Brain damage” ofrece todo aquello que una página web dedicada a un grupo ha de ofrecer: información y actualidad. Aunque pueda parecer absurdo hablar de actualidad en un grupo que ya no existe, Pink Floyd es una de esas bandas que no dejan de generar noticias. Cuando no se trata de un disco recopilatorio o una reedición conmemorativa y remasterizada, es un disco tributo, un proyecto en solitario de alguno de sus miembros y colaboradores, una entrevista o, en el peor de los casos, una defunción en el seno de la banda. El caso es que para estar al corriente de todo ello, “Brain damage” es un lugar perfecto.

En cuanto a la imagen, quizás el sistema de menús sea algo confuso por ser demasiado extensos y no haber mucha diferencia entre apartados y subapartados, pero navegar por “Brain damage” resulta muy agradable para la vista, lo cual es esencial y no siempre ocurre.

Estoy seguro de que a todos los fans de Pink Floyd que no conocíais esta página web no os va a defraudar en absoluto.

jueves, 8 de enero de 2009

Chinese democracy (Guns N' Roses) 2008

A lo mejor me arriesgo a que Axl Rose me mande al F.B.I. a casa con lo que voy a decir a continuación, pero no tengo más remedio que aclarar que, aunque he escuchado este disco en varias ocasiones, he cumplido mi palabra de no comprármelo original. Lo siento pero me veo incapaz de colocar este CD en mi discoteca compartiendo estantería con “Appetite for destruction”, “GN’R Lies” o “Use your illusion I y II”, por lo tanto creo que es mejor que no me lo compre. El caso es que lo he conseguido, me lo he tragado y lo he digerido, así que sólo me queda vomitarlo en forma de reseña.

Aunque supongo que la mayoría de los lectores del blog ya conocerán la historia maldita de “Chinese democracy”, para los que no lo sepáis os pondré en antecedentes. Allá por 1995, después de la gira “Use your illusion Tour” y de la publicación de “The spaghetti incident?”, ya empezaron a gestarse algunas de las canciones incluidas en este álbum con Axl Rose y Paul Huge como autores de la mayoría de ellas. Al no disponer de una banda estable por haber sido expulsados o haber abandonado la formación todos los que en su día formaron Guns N’ Roses, a lo largo de los años fueron muchos los músicos que entraron y salieron del grupo, dejando cada uno de ellos su huella personal y sus grabaciones. El tiempo iba pasando y el disco, pese a ser conocido por todos su título, no acababa de publicarse. Continuamente aparecían en los medios de comunicación especializados noticias (a cual más surrealista) sobre el desorbitante coste económico de la grabación y sobre los continuos cambios de productor, músicos y estudios de grabación, pero el álbum seguía sin salir. Mientras tanto, Axl Rose y sus nuevos Guns N’ Roses llegaron a hacer hasta dos giras de promoción del disco sin que éste hubiera sido publicado y la fecha del lanzamiento varió decenas de veces, por no hablar de la enorme cantidad de filtraciones que hubo de los temas a través de Internet. Todo esto hizo que, durante algo más de diez años, Axl Rose y Guns N’ Roses fueran continuamente noticia en la prensa sin tener un trabajo discográfico en el mercado, cosa que irritaba a todas las estrellas del rock que no dejaban de trabajar pero que su trabajo tenía mucha menos repercusión mediática. Finalmente fue el 23 de Noviembre de 2008 la fecha elegida para la tan esperada publicación de “Chinese democracy”, el álbum de Axl Rose editado bajo el nombre de Guns N’ Roses, considerado el trabajo discográfico más caro de la historia de la música con un coste de unos 14 millones de dólares.

Como ya he dicho en más de una ocasión, llamar a esto Guns N’ Roses me parece una falta de respeto para los fans de toda la vida. No es sólo porque ni Slash, ni Duff ni Stradlin’ estén ya en sus filas sino por el sonido general del nuevo grupo plasmado en este álbum. Cualquiera que lo escuche se dará cuenta de que “Chinese democracy” es un disco hecho a retales, cortando pistas de aquí, fragmentos de allá y mezclándolo todo en el estudio de forma artificial para dar como resultado algo parecido a un puñado de canciones. La agradable sensación que uno tiene al escuchar un disco y notar en cada tema que ahí está sonando una banda compacta con un sonido uniforme y compenetrado, en este disco es totalmente inexistente.

Estilísticamente “Chinese democracy” es una mezcla extraña e impía de géneros y subgéneros musicales como el hard rock, el nu-metal y la música electrónica e industrial, con ritmos sampleados y ambientes sintetizados a punta de pala, eso sí, no faltan las típicas baladas de melodías de piano “Made in Axl”. Todo este batiburrillo sonoro se debe, entre otras cosas, a que por el estudio han pasado guitarristas de todo tipo como Buckethead, el guitarrista venido del espacio y criado por gallinas, conocido por sus composiciones surrealistas y su sonido experimental; Robin Fink, guitarrista de Nine Inch Nails, de estilo sucio y oscuro entre el grunge y el metal gótico; o Ron “Bumblefoot” Thal, guitarrista de la escuela Satriani más conocido por sus guitarras en forma de queso gruyere y de avispa que por su discografía, el cual posee una veloz aunque fría e impersonal técnica de digitación. Eso por no hablar del teclista-comparsa Dizzy Reed y del teclista-DJ Chris Pitman, que sumados a Axl Rose hacen un total de tres tíos tocando teclas en una misma banda. La conjunción de todo esto no hace más que generar una sensación de caos instrumental difícil de clasificar.

Por lo que respecta a la voz, sólo decir que si en diecisiete años de grabaciones, pruebas y mezclas, estas han sido las mejores tomas que se han podido conseguir de la voz de Axl Rose, pues válgame Dios y la Virgen Santa lo mal de la garganta que está el pobre. En temas como “If the World”, “Better” o “Streets of dreams” resulta hasta angustioso escucharlo cantar, y eso que se ha doblado y triplicado la voz haciéndose coros a sí mismo, pasando posteriormente por diferentes procesos de digitalización. Estamos de acuerdo en que los años no pasan en balde para nadie y menos para alguien como Axl que se ha castigado tanto la voz a base de alaridos y falsetes imposibles, pero es que en ocasiones uno no sabe si está escuchando a Axl Rose o a una gallina matada a escobazos.

Si por algo se han caracterizado musicalmente Guns N’ Roses durante toda su carrera, además de por la voz de Axl, ha sido por su sonido y sus “riffs” de guitarra. Pues en “Chinese democracy” hay muy pocos solos o melodías de guitarra de esos que se te enganchan al corazón para toda la vida. La gran cantidad de guitarristas que han desfilado por el estudio (hasta un total de cinco) hacen que la guitarra de un tema no tenga absolutamente nada que ver con la de otro, con lo cual el sonido deja de ser completamente homogéneo y característico como sí lo fue antaño con Slash como único y más que suficiente guitarrista.

Como síntesis global podríamos decir que con “Chinese democracy” lo único que ha hecho Axl Rose ha sido soltar su cagada tras diecisiete años de estreñimiento musical, y por esa razón le ha salido semejante mojón de disco como le ha salido. Espero que por lo menos se haya quedado bien a gusto.

lunes, 5 de enero de 2009

Crecí en los ochenta (El Reno Renardo)

Todavía recuerdo las noches del 5 de Enero de los años ochenta como las noches más emocionantes del año y en las que peor dormía de toda mi infancia. Parece que fue ayer: Salía con mis padres y mi hermano a ver la cabalgata de los Reyes Magos de Cornellá (en aquellos tiempos todavía no había negros en la zona y Baltasar era pintado), volvía a casa nervioso como un flan y cargado de caramelos, cenaba sin hambre y me acostaba corriendo esperando que llegara cuanto antes la mañana siguiente para irrumpir en la habitación de mis padres y abrir los regalos que Sus Majestades Melchor, Gaspar y Baltasar me habían dejado. ¡Maldita sea, cuánto echo de menos aquellos maravillosos años ochenta!

El primer vídeo del año 2009 del blog de El Artista Multimedia es este fantástico montaje audiovisual correspondiente al videoclip del tema “Crecí en los ochenta” del Reno Renardo. Famoso por sus adaptaciones de temas más o menos clásicos de la música española, con este “Crecí en los ochenta” el Reno Renardo nos obsequia con una colección de recuerdos en forma de canción que a todos los que rondamos la treintena nos serán muy familiares. No os perdáis ningún detalle de las imágenes ni de la letra de la canción porque os vais a desternillar de la risa.

viernes, 2 de enero de 2009

Regreso al futuro (Robert Zemeckis) 1985

Pues sí, aunque parezca mentira en un tío de treinta años como yo, aún no había visto “Regreso al futuro”. He tenido que aguantar bromas, chistes, guasas, cachondeos y tocaduras de pelotas de toda índole por parte de mis compañeros sólo por el hecho de no haber visto todavía esta película; pero ya está, por fin he conseguido verla de principio a fin. Es cierto que la han puesto, repuesto y requetepuesto en televisión infinidad de veces (sobre todo en Navidad) pero, cuando no ha sido por una cosa ha sido por la otra, nunca me había sido posible verla. Hoy, veintitrés años después de su estreno y gracias a mi colega David que me la pasó en DVD, ya puedo decir que conozco cosas tan sumamente importantes en este mundo en el que vivimos como son el Condensador de Fluzo, el De Lorean y sobre todo al mismísimo Marty McFly... ¿Estáis contentos, cabronazos?

Centrándome en la historia de la película, lo primero que tengo que decir es que se trata de una historia más bien simple. Marty McFly (Michael J. Fox) es un joven americano de 1985 que vive con su pintoresca familia en la localidad de Hill Valley. No demasiado interesado por sus estudios de secundaria, Marty pasa más tiempo saliendo con su chica, tocando la guitarra eléctrica y ayudando en sus experimentos a su amigo el científico Doc Emmett Brown (Christopher Lloyd), que en el instituto. Es durante uno de estos experimentos cuando, por accidente, Marty realiza un viaje temporal hasta el año 1955 mediante una máquina del tiempo construida por Doc sobre un coche deportivo. En el Hill Valley de 1955 Marty se verá obligado a encontrar una forma de volver a su época real y de conseguir que sus propios padres se conozcan entre sí para no alterar demasiado el futuro, o lo que es lo mismo, el presente.

A decir verdad, viendo “Regreso al futuro” yo esperaba someterme a una sobredosis de ochenterismo supino pero no ha sido para tanto. Al estar la mayor parte de la película ambientada en 1955, el horterismo y la casposidad típica de la década de los ochenta queda reducida básicamente a la vestimenta de Marty. En cuanto a la trama del film, pues no se me caen los anillos al reconocer que “Regreso al futuro” es una película muy entretenida que, a pesar de estar pensada para un público infantil o adolescente, le da mil vueltas a cualquier película pensada para un público infantil o adolescente de las que se hacen hoy en día. Con “Regreso al futuro” queda demostrado que la frase “cualquier tiempo pasado fue mejor” en el cine es totalmente cierta.

Lo mejor de la película, además de los antiguos pero entrañables efectos especiales, es el dinamismo en el transcurso de los acontecimientos. Cuando uno no la ha visto y no sabe bien bien qué es lo que va a pasar, resulta prácticamente imposible dejar de estar pendiente de la pantalla desde que empieza hasta que acaba. Lo peor quizás sea la sobreactuación y el doblaje de algunos personajes como es el caso de George McFly, padre de Marty, interpretado por Crispin Glover.

Pues ya está, ya he visto “Regreso al futuro”, ya tengo una cosa menos que hacer en esta vida. Mi próximo reto es ver las dos secuelas siguientes y, ya puestos, ¿por qué no Karate Kid, que tampoco la he visto?...