jueves, 31 de julio de 2008

Lenny Kravitz

Me hacía ilusión celebrar mi treinta cumpleaños asistiendo al concierto de Iron Maiden, una de las bandas históricas del heavy metal y de la música rock en general. La actuación, enmarcada dentro del festival de música heavy Metalway organizado en Zaragoza, me iba a venir como anillo al dedo para declararlos artistas del mes de Julio del blog si no llega a suspenderse por la lluvia y por consiguiente no me hubiera quedado sin verlos. Pero como este mes de Julio ha habido candidatos de sobras para ser proclamados artistas del mes, pues no me ha costado demasiado elegir uno. Así pues, el artista del mes de Julio de 2008 del blog de El Artista Multimedia no es otro que Leonard Albert Kravitz, más conocido como Lenny Kravitz.

Pese a que su carrera discográfica iniciara hace menos de diez años con la publicación de “Let love rule” en 1989, Lenny Kravitz llevaba varios años intentando hacerse un hueco en el mundo de la música bajo el nombre de Romeo Blue. Con un estilo musical muy influenciado por la música de Prince, Lenny no tuvo demasiado éxito y decidió cambiar de registro y enfocar su carrera hacia el hard rock de finales de los 60's y principios de los 70's como el de Led Zeppelin o Jimi Hendrix. Es entonces cuando firma su primer contrato con la compañía discográfica Virgin para publicar su primer álbum.

Desde 1989 hasta la actualidad, Lenny Kravitz ha publicado un disco aproximadamente cada dos o tres años, dentro de los cuales podemos encontrar algunos temas clásicos del rock de los 90's como “Let love rule”, “Always on the run”, “Fields of joy”, “It ain’t over ‘til it’s over”, “Are you gonna go my way”, “Believe” o “Fly away” entre muchos otros. Su particular voz y su ecléctico estilo musical, una mezcla de hard rock, funky, soul y reggae, lo han convertido en uno de los artistas más importantes del panorama musical internacional. Además, otro de los aspectos admirables de Lenny Kravitz es que se trata de un músico polifacético. En sus discos requiere de muy pocas colaboraciones ya que él solo se encarga de componer, escribir, cantar, y grabar prácticamente todos los instrumentos de todas las canciones. Está claro que su paso por los California Boys Choir a mediados de los 70's cuando abandonó temporalmente Nueva York para trasladarse con su madre a Los Angeles, hizo mella en él.

El pasado día 8 de Julio pude asistir al concierto que Lenny Kravitz ofreció en Badalona dentro de su gira “Love revolution Tour”. Desde aquí recomiendo a todo el que tenga oportunidad de hacerlo que no pierda la ocasión de ir a un concierto de este artista con mayúsculas porque, si grabado en disco es bueno, en directo todavía lo es más.

Página web oficial: http://www.lennykravitz.com

miércoles, 30 de julio de 2008

Tesoro. Diario fotográfico Tour 2007 (Jose Girl) 2008

Me da un poco de vergüenza publicar la reseña de un álbum de fotos en una sección titulada “Literatura musical”, pero bueno, si tiene hojas, está encuadernado y trata sobre un grupo de rock, digo yo que será un libro musical ¿no?, pues eso. “Tesoro. Diario fotográfico Tour 2007” es el álbum de fotos de la pasada gira de regreso de Héroes del Silencio. Fue publicado el 7 de Junio de 2008 a través del diario El País y en él, la fotógrafa oficial del grupo y actual pareja de Enrique Bunbury Jose Girl, recopila una colección de fotografías tomadas en diferentes momentos de la gira como los diez conciertos de América y España, el transcurso de los viajes, los preparativos y montajes de las diferentes actuaciones o los instantes previos en el “backstage”.

Todo el libro y todas las fotografías están presentadas en una tonalidad sepia con el fin de simular una apariencia antigua y desgastada, muy en la línea de los diseños de Leviathan, la empresa conocida por sus diseños de camisetas de temática rockabilly, gótica y “freak” encargada en esta ocasión de la dirección gráfica del libro. Supongo que toda esta imagen se deberá a una cuestión de modas y tendencias del diseño gráfico o cosas por el estilo, pero personalmente considero que hacer un álbum de fotos en color sepia (por mucho que el periodista Pablo Ferrer en su prólogo le llame “tonalidad dorada”) de una gira como la de Héroes del Silencio, con todo el colorido y la parafernalia de efectos lumínicos que llevaban consigo, es matar por completo la esencia del espectáculo. Así lo único que se ha conseguido es dar una sensación de oscuridad y tristeza impropia de un evento de tal magnitud.

Al margen del color, también sorprende el hecho de que la mayor parte de las fotografías hayan salido desenfocadas. Sí, de acuerdo, en un concierto es muy difícil captar un instante de quietud puesto que los músicos están actuando y no posando, pero con las cámaras que existen hoy en día esto se puede conseguir y en este libro únicamente se ha conseguido en alguna de ellas. Por eso no es de extrañar que, además del filtro de color, a prácticamente todas las fotografías se les haya aplicado un filtro de desenfoque, no sé si para dar más sensación todavía de fotografía añeja o para disimular los desenfoques originales.

Para colmo, el libro fue editado con un DVD de regalo que supuestamente iba a contener la actuación celebrada el día 28 de Octubre de 2007 en el Circuito Ricardo Tormo de Cheste (Valencia), último concierto de la gira de Héroes del Silencio. Pues bien, el sonido es posible que se grabara en Valencia, pero las imágenes son una mezcla de tomas registradas en Valencia y en Sevilla. No sólo hay veces que la voz de Bunbury no coincide del todo con el movimiento de su boca, es que continuamente a Joaquín Cardiel y a Pedro Andreu les crecen y les menguan las mangas de las camisas, a Juan Valdivia le cambia constantemente el mensaje de su camiseta de “Blackdivia” a “Las líneas del kaos”, Gonzalo Valdivia cambia de modelo de gafas de sol en una misma canción y a Enrique le aparecen y desaparecen anillos de la mano con la que rasga su guitarra. Una auténtica chapuza.

Para tener un recuerdo del regreso de Héroes del Silencio a los escenarios y por el simple hecho de coleccionar todo lo que huela a material oficial del grupo, “Tesoro. Diario fotográfico Tour 2007” no está nada mal, pero creoo que cualquiera que hubiera tenido los mismos accesos y la misma cámara fotográfica que Jose Girl hubiera hecho un trabajo parecido o incluso mejor, y seguro que no hubiéramos gastado páginas del álbum en publicar imágenes de los zapatos de Bunbury. Pero bueno, como dicen por ahí: “al que no tiene padrino no le bautizan”.

lunes, 28 de julio de 2008

Pinkshines

PinkshinesBueno, me vais a perdonar pero este mes de Julio voy a recomendar una página web que quizás no encaje mucho en lo que cualquier visitante de este blog se puede esperar. Se trata ni más ni menos que de una página web dedicada al petardeo, al famoseo y al mundo del colorín, cuyo nombre es “Pinkshines” y que podéis encontrar en la siguiente dirección de Internet: http://www.pinkshines.com

Diseñada y administrada por la tal Nazaret, una sevillana licenciada en Dirección y Administración de Empresas actualmente trabajando como creativa en publicidad, ilustradora y editora, “Pinkshines” vendría a ser una especie de “Aquí hay tomate” a nivel internacional y en versión web pero con muy mala gaita. La gracia de “Pinkshines” se basa en sus fotografías, todas ellas publicadas a una altísima calidad. En ellas podemos encontrarnos desde la peor de las caras de Amy Winehouse, hasta Christina Aguilera luciendo sus vestidos abominablemente horteras, pasando por Lindsay Logan o Britney Spears en estado de embriaguez o bajando del coche dejando ver sus partes más íntimas. ¿Qué gracia tiene esto? Explicado no mucha, pero si entramos en la web y vemos las composiciones gráficas y los comentarios y pies de foto que se curra su autora, siempre en clave de humor socarrón, enseguida nos daremos cuenta.

La web está presentada a modo de blog en el que se pueden dejar comentarios a los artículos publicados, y aunque no se actualice con demasiada frecuencia, cuando uno está aburrido y quiere echarse unas risas (aunque sea a costa de los famosos), nunca viene mal darse una vuelta por “Pinkshines”.

domingo, 27 de julio de 2008

Concierto de Ben Harper (Pavelló Olímpic de Badalona, Badalona 10/07/2008)

La faceta más mística de Ben Harper llega a tierras catalanas

Dicen que después de la tormenta siempre llega la calma. Más que tormenta fue un huracán lo que el martes día 8 de Julio pasó por el Pavelló Olimpic de Badalona con el concierto de Lenny Kravitz y, dos días más tarde, era Ben Harper con sus Innocent Criminals el que se subía a las tablas de la cancha de “La Penya” para promocionar en directo su último álbum de título “Lifeline”. El rock, el funky y el soul de Lenny Kravitz dejaba paso al folk-rock de Ben Harper con tan sólo 48 horas de diferencia, y la verdad es que muy poco tuvieron que ver ambos espectáculos a excepción de que nuevamente se volvía a organizar en víspera de día laborable.

Los encargados de abrir el show fueron los murcianos M-Clan, unos más que dignos teloneros que consiguieron hacer botar al público de Badalona a pesar del agobiante calor del pabellón. No pude disfrutar del “set” completo de M-Clan debido a mi retraso en la entrada al recinto, pero durante el tiempo que los vi tuve la extraña sensación de estar viendo a la banda de rock que fueron hace cosa de cinco años en lugar de a los M-Clan del siglo XXI, más próximos al pop comercial que al rock. Algo difícil de comprender lo de estos tíos.

Sobre las 21:30 h., con una puntualidad exquisita, uno a uno y de forma escalonada, fueron subiendo al escenario todos los componentes de The Innocent Criminals hasta que, en último lugar, apareció un Ben Harper vestido con camisa de leñador abrochada hasta el cuello, pantalones vaqueros y... ¡gorro de esquí!... Algo alucinante dado que estábamos en Julio y el Pavelló Olímpic de Badalona parecía la cocina del infierno. Inmediatamente después, Ben Harper empuñaba su Gibson Les Paul color crema y comenzaba el concierto con los aires reggae de “Jah work”. Este sería el único tema de toda la noche durante el cual el californiano utilizaría la guitarra eléctrica. Para el resto de canciones hizo uso de una guitarra acústica y de sus ya míticas guitarras “steel”. Puede parecer un detalle sin importancia pero fue un claro reflejo de que Ben Harper venía más en son de paz que con ganas de hipnotizarnos con un concierto eléctrico y psicodélico como los que ofreció durante de su anterior gira. Escuchando “Lifeline” uno ya se da cuenta de la esencia acústica y relajada que éste desprende, así que el concierto no iba a ser más que una prolongación al directo de esta faceta de Harper.

La actuación prosiguió con un “set” compuesto por algunos temas de sus anteriores discos como “Excuse me Mr.” o “Waiting for you”, y otros de “Lifeline” como “Fight outta you” o “In the colors”. El público respondía a cada una de las piezas con total emoción y entrega, independientemente de la intensidad de estas, e incluso hizo soltar una carcajada a Ben Harper con los típicos cánticos futboleros de "Oé, oé oé oé". A continuación, por primera vez en toda la noche, los técnicos sacaban a la parte frontal del escenario la clásica silla cubierta con un tapiz en la que Ben Harper suele sentarse para interpretar los temas que requieren del sonido de su guitarra “steel”. “Use me”, “Gold to me”, “Welcome to the cruel world”, “Diamonds on the inside” y “Whiping boy” fueron las canciones que compusieron este bloque. Sin duda alguna son grandes temas y fue una gran interpretación con una brillante ejecución, pero quizás estos sean más propios para ser llevados al directo en un recital celebrado en un teatro y no en un concierto celebrado en un pabellón deportivo abarrotado con 8.000 personas, muchas de ellas de pie en la pista. La cuestión es que muchos de los allí presentes nos quedamos un poco fríos en esta parte del espectáculo.

Después de este momento místico llegó la parte más divertida del concierto con la puesta en escena de “Forgiven”, un “Burn one down” iniciado con la maestría en los bongos del minúsculo Leon Mobley, el funky “Black rain” durante el cual Ben Harper deambuló por el escenario tocando todo tipo de instrumentos de percusión y donde el bajista Juan Nelson hizo una verdadera demostración de lo que significa tocar el bajo, y para terminar, el tema pseudohindú “Better way”, ideal para despedirse del público de Badalona de forma apoteósica. Como se puede observar, himnos como “Sexual healing”, “Faded” o “Waiting on an angel” no hicieron acto de presencia en el repertorio del concierto, sólo Ben Harper sabe porqué.

Pero aún quedaba más. Tras unos instantes de descanso, Harper volvía al escenario, en esta ocasión él solo, para sentarse nuevamente en su silla y colocar en su regazo una de sus guitarras “steel”. El escenario permanecía en total oscuridad con la única iluminación de un foco centrado sobre la posición que ocupaban Ben Harper y su silla, cuando dio comienzo el estremecedor tema instrumental “Paris Sunrse #7”. Éste se prolongó muchos más minutos que el registrado en el álbum y, al igual que el tema original, fue concatenado con “Lifeline”, la canción que da título al último álbum de Harper. Durante la interpretación de estos dos temas fusionados en uno, el público asistente guardó un silencio sepulcral, llegando algunos a hacer callar a las voces aisladas que podían oírse, como si en un ritual religioso ininterrumpible nos encontrásemos. Lo que pasó después me lo han contado y lo he leído pero no lo pude ver porque, después de mi experiencia con el transporte público de Barcelona tras el concierto de Lenny Kravitz hacía dos días, preferí abandonar el recinto a las 23:47 h. y poder coger el último metro, antes que volverme a quedar en la puta calle durante largas horas esperando un taxi. Triste, pero Barcelona es así.

sábado, 26 de julio de 2008

The boys are back in town (Thin Lizzy)

Seguimos con el acontecimiento estrella de este mes de Julio y, a su vez, una de las experiencias más lamentables de mi vida: el “Monsters of Rock” del 2008. Como ya he comentado en otro artículo, el festival tuvo que suspenderse debido al temporal que se desencadenó durante el segundo fin de semana de Julio en Zaragoza, y los que nos desplazamos allí nos quedamos con un palmo de narices sin poder disfrutar de las actuaciones de Deep Purple, Saxon, Twisted Sister o Iron Maiden. Como consuelo, decir que previamente sí tuvimos la oportunidad de presenciar algunos otros conciertos, mucho menos atractivos aunque no por ello de mala calidad, que parece ser que al final nos saldrán gratis. En pleno mediodía del verano zaragozano, sin una pizca de sombra bajo la que cobijarse, y entre manguerazo de agua va y manguerazo de agua viene, Thin Lizzy, la banda originalmente irlandesa y actualmente ni se sabe, ofrecieron un magnífico show pese a no ser unos de los cabeza de cartel del festival. La canción del mes es “The boys are back in town”, la que a mi gusto es la mejor de la historia del grupo.

“The boys are back in town” fue publicada en 1976 en el LP “Jailbreak” cuando Thin Lizzy estaban formados por el difunto Phil Lynott en el bajo y la voz, Brian Robertson y Scott Gorham en las guitarras y Brian Downey en la batería. Se trata de un tema con unos patrones rítmicos y sonoros muy en la línea de lo que hoy denominaríamos hard rock o incluso heavy metal. El “riff” que sirve de puente entre las estrofas y el estribillo puede que sea uno de los más representativos del rock de los 70's y, sin duda, uno de los himnos de la banda de Dublín.

De los Thin Lizzy que grabaron “Jailbreak” únicamente queda en la banda que viajó a Zaragoza el guitarrista Scott Gorham. El resto del grupo actualmente está compuesto por John Sykes (guitarrista de Thin Lizzy desde 1982 y cantante desde 1996) en voz y guitarra, Marco Mendoza (ex-bajista de Whitesnake y Ted Nugent) en el bajo y Tommy Aldridge (ex-batería de Black Oak Arkansas, Ozzy Osbourne y Whitesnake) en la batería. No son los Thin Lizzy originales ni muchísimo menos pero la verdad es que dieron bastante el pego e interpretaron muy dignamente el repertorio clásico de la banda.

Ficha Técnica:
· Título: The boys are back in town
· Álbum: Jailbreak
· Año: 1976
· Intérprete: Thin Lizzy
· Autor: Phil Lynott

Escucha un fragmento:


“¿Adivinas quiénes acaban de volver hoy? Aquellos chicos de mirada temerosa que habían estado fuera”

jueves, 24 de julio de 2008

Enrique Bunbury. Lo demás es silencio (Pep Blay) 2007

“Enrique Bunbury. Lo demás es silencio” es la biografía autorizada de Enrique Bunbury escrita por el periodista musical catalán Pep Blay. Concebida durante la gira “Freak Show” y gestada durante el periodo de tiempo que fue entre el accidentado final de la gira “El viaje a ninguna parte” y el anuncio del regreso a los escenarios de Héroes del Silencio, “Enrique Bunbury. Lo demás es silencio” narra con todo lujo de detalles la trayectoria musical del artista aragonés. En ella se explica desde su primer contacto con la música y la formación de sus primeras bandas; hasta el día después de ponerse a la venta las entradas del primer concierto de Zaragoza de la gira Tour 2007 de Héroes del Silencio; pasando por la creación, crecimiento y primera disolución de Héroes del Silencio y por todas las etapas de su carrera en solitario.

El estilo narrativo de Pep Blay en este libro es un tanto curioso. Al contrario que muchas otras, esta no es la típica biografía en la que su autor comience a contar la historia del personaje en cuestión en riguroso orden cronológico, en tercera persona y desde la objetividad de alguien que se está limitando a explicar unos hechos. Aquí, desde un principio, Pep Blay se implica en la historia y la cuenta prácticamente en primera persona, dando la sensación de estar leyendo una novela policíaca en la que su protagonista (en este caso Pep Blay) es un detective que investiga unos hechos (en este caso la vida de Enrique Bunbury) recopilando diferentes pruebas y testimonios para llegar a resolver algún caso. Tanto es así que Blay no deja escapar prácticamente ningún detalle sobre sus fuentes de información, sobre el lugar concreto donde se producen sus citas con diferentes personajes del entorno de Enrique Bunbury, o incluso sobre sus entrevistas y encuentros personales con el mismo Enrique Bunbury, totalmente al corriente de lo que Pep Blay se trae entre manos. En el hipotético caso de que la biografía no hubiera sido autorizada, me pregunto si Pep Blay hubiera tenido el mismo acceso a determinadas fuentes de información como ha tenido.

Por lo que se puede leer, parece como si Pep Blay no hubiese sido un gran admirador de Enrique Bunbury hasta bien avanzada su carrera en solitario. Datos que cualquier fan medio de Héroes del Silencio o Bunbury conocen a la perfección desde hace algunos años, es como si a Pep Blay le provocasen una enorme sorpresa así como los va conociendo. Lo que no deja de ser curioso es cómo alguien que sigue la carrera de un artista que lleva más de veinticinco años en activo desde hace relativamente poco, puede acabar idolatrándolo de la manera que lo hace Blay. En determinados pasajes del libro uno no sabe si está leyendo la biografía de Enrique Bunbury, un cantante zaragozano, o la de Moisés, Abraham o cualquier profeta bíblico que se encuentra por encima del bien y del mal.

Como conclusión puedo decir que “Enrique Bunbury. Lo demás es silencio”es un libro muy entretenido y del todo imprescindible para cualquier fan de la carrera de Bunbury que se precie. De todas formas no sé para qué digo esto si todos los fans de Bunbury ya se lo habrán leído incluso más de una vez.

martes, 22 de julio de 2008

Monsters of Rock

Los pasados días 11 y 12 de Julio debían haberse celebrado en la Feria de Muestras de Zaragoza los dos acontecimientos más importantes del año en lo que a música heavy se refiere, los festivales “Monsters of Rock” y “Metalway”. Deep Purple, Twisted Sister, Saxon, Barón Rojo, Avantasia o Iron Maiden eran algunos de los dinosaurios del rock que iban a pasar por allí si no llega a ser por la tromba de agua, viento y piedra que cayó en Zaragoza durante la noche del 11 al 12 de Julio, la cual hizo que ambos festivales fueran cancelados.

La foto del mes de Julio es la de una pandilla de heavys que se las prometían muy felices durante el concierto de Ted Nugent pero que, probablemente, se llevaron el chasco de sus vidas al enterarse de que iban a quedarse sin ver a muchos de los grupos cuyos nombres llevaban bordados en los parches de sus modernísimos chalecos vaqueros. Os juro por lo que queráis que la foto ha sido realizada en pleno 2008 y no a principios de los 80's.


Autor: El Artista Multimedia todavía sin fango.

sábado, 19 de julio de 2008

Concierto de Lenny Kravitz (Pavelló Olímpic de Badalona, Badalona 08/07/2008)

La revolución del amor desembarca donde Cristo perdió el gorro

Sin abandonar la dinámica que en el último año se está siguiendo en Barcelona, la gira de otra estrella internacional del mundo de la música llega a la Ciudad Condal en la víspera de un día laborable. Resulta paradójico que las autoridades recomienden a los ciudadanos el uso del transporte público, pero que cuando se organiza un evento de la magnitud de un concierto de la gira europea de Lenny Kravitz en Badalona un día entre semana, ni tan siquiera se facilite de alguna forma la llegada desde el lugar del concierto hasta el centro de Barcelona. Con el metro cerrado desde las doce de la noche, sin autobuses nocturnos que pasasen por la zona del Pavelló Olímpic de Badalona, sin apenas taxis circulando a esas horas y con tantísima gente buscando uno al mismo tiempo, los asistentes al magnífico concierto que ofreció el artista newyorkino aquella noche permanecimos abandonados en la calle durante largas horas, olvidando prácticamente el fantástico espectáculo que acabábamos de presenciar. Voy a hacer un esfuerzo para no cagarme en la madre de nadie y evitar posibles demandas, así que hablaré de lo verdaderamente importante que fue lo puramente musical.

Las puertas del recinto se abrieron con puntualidad y los teloneros, una banda compuesta por cuatro tipos vestidos de ninja y liderada por una rubia con trenzas vestida con un traje de novia rojo, subieron al escenario según el horario establecido. La actuación de estos, cuyo nombre desconozco y realmente me importa un pimiento, fue un terrible muermazo y no tuvo nada que ver con lo que podría haber sido si el telonero llega a ser Chris Cornell como previamente había sido anunciado. Aún así, la gente echaba fotos y grababa vídeos, supongo que por las exóticas indumentarias más que por su calidad musical.

Con media hora de retraso con respecto horario de comienzo del concierto, por los altavoces comenzaron a sonar los acordes de un tema con aires funky a la vez que toda la banda habitual de Lenny Kravitz iba ocupando su posición en el escenario. Finalmente, con su Gibson Flyin’ V negra de purpurina colgada del cuello y vestido con pantalones de pitillo, botines de punta, levita de piel y unas gafas de sol negras que le duraron pocos segundos en la cara al salirles volando en uno de sus primeros movimientos de cabeza, apareció Lenny Kravitz para recibir la ovación del público y dar comienzo al show con “Bring it on”. Los 6.000 espectadores que se dieron cita en el pabellón se volvieron locos y el bosque de brazos levantados fotografiando y grabando con cámaras de fotos y teléfonos móviles prácticamente no dejaba ver a los músicos. Tras un excesivamente largo “Bring it on”, Kravitz y sus muchachos continuaron con algunos de sus clásicos como “Always on the run”, “Dig in”, “Fields of joy” o “It ain’t over ‘til it’s over”, dando una auténtica lección desde un principio de cómo se canta y cómo se hace música en directo.

A estas alturas del concierto Lenny Kravitz ya tenía a toda la audiencia en el bolsillo pero acabó de ganársela del todo halagando las grandezas de la ciudad de Barcelona y felicitando a los españoles por “patear en el culo” (literal) a toda Europa deportivamente hablando, tanto en el fútbol como en el tenis. Estaba pletórico y se le veía a gusto, encantado de estar en la ciudad donde un día quiso comprarse un apartamento, y así lo demostraba durante todo el concierto acercándose al público, tendiendo la mano a las primeras filas y subiéndose en las pasarelas laterales del escenario para estar más cerca de su público.

Tras este primer bloque de grandes éxitos de su carrera les llegó el turno al funky “Dancing til dawn” y al rock n’ roll “Love, love, love”, ambos publicados en su último trabajo discográfico “It’s time for a love revolution”. A continuación vendrían “Be” (con un eterno solo de trompeta) y “Stillness of heart”, temas que darían paso a “I’ll be waiting” interpretado por un Lenny Kravitz sentado delante de su horterísimo piano transparente con acabados dorados y luminosos. Así llegábamos prácticamente al ecuador del concierto.

La última parte antes de que la banda se retirara a los camerinos por primera vez estuvo compuesta por tres de los más recientes éxitos de Lenny Kravitz como “Where are we running”, la versión de los míticos Guest Who “American woman” y el coreado “Fly away”. Tras ellos llegó uno de los momentos estelares de la noche, la puesta en escena del tema “Let love rule” que fue alargado más de dieciocho minutos y durante el cual Lenny Kravitz bajó al nivel del público para subirse por las gradas e introducirse entre medio de la gente cual mesias ante sus fieles, con robo de abanico a una de sus fans incluido. La verdad es que el tema se hizo demasiado largo y no hubiera estado mal acortarlo un poco para, o bien interpretar más temas en el mismo espacio de tiempo o en todo caso acabar antes la actuación dadas las horas que eran. Tras este momento de catarsis, el grueso del espectáculo llegaba a su fin con el tema que da nombre al último álbum y a la gira de Lenny Kravitz, “Love revolution”.

Estaba claro que el concierto no podía acabar de esta forma, así que Lenny y su banda volvieron al escenario para hacer dos bises más, el primero de ellos interpretando “Believe”, donde Craig Ross se salió en el solo de guitarra; y el segundo y último el esperadísimo por todos “Are you gonna go my way”. Sin duda fue una formidable manera de bordar la espléndida actuación de uno de los grandes del mundo de la música actual.

Muchos han acusado a Lenny Kravitz de repetitivo, de comercial, de poco original y de dejar ver demasiado sus influencias en sus canciones, en su sonido y en su actitud en el escenario; pero lo único cierto y lo verdaderamente importante cuando uno se gasta 45 Euros en la entrada de un concierto es que, tanto él como la magnífica y profesional banda que le acompaña (empezando por el guitarra Craig Ross, acabando por la veterana sección de vientos y pasando por la sólida parte rítmica), dieron un auténtico espectáculo de rock n’ roll, funky y soul que muchos tardaremos en olvidar. Un diez para el tío Lenny.

martes, 8 de julio de 2008

Roxanne (The Police)

El pasado sábado día 5 de Julio, enmarcada dentro del macrofestival “Rock in Rio” celebrado en la localidad madrileña de Arganda del Rey, tuvo lugar la más que probable última actuación en nuestro país de los resucitados The Police. El concierto fue emitido íntegramente por la 2 de Televisión Española y en él pudimos disfrutar desde todos los rincones de España de la fantástica calidad y del inmejorable sonido de la banda británica. Durante toda su actuación The Police estuvieron inmensos y dejaron a la altura del betún a otros artistas con los que compartieron cartel como por ejemplo Alejandro Sanz, El Canto del Loco, Estopa o Amy Winehouse entre otros. Parece increíble que, veinticuatro años después de su disolución, una voz, un bajo, una guitarra y una batería tocados por tres tíos que rondan los sesenta años puedan ofrecer más calidad y transmitir más energía que todo el resto de grupos juntos.

El vídeo del mes de Julio del 2008 es un fragmento de esta genial actuación, concretamente el correspondiente a la puesta en escena de su particular versión del tema “Roxanne”, el cual bordaron y al cual le tengo especial cariño por ser uno de los temas que cada miércoles tocamos en mi grupo.

lunes, 7 de julio de 2008

Permanent vacation (Aerosmith) 2004

En los últimos años la editorial Masterplan se está dedicando a publicar, a un precio muy asequible, antiguas grabaciones de conciertos íntegros de las bandas clásicas del hard-rock de los 90, posiblemente registradas en su momento para su posterior emisión en televisión. En este DVD le toca el turno a uno de los más grandes grupos, no sólo de los 90 sino de la historia del rock: Aerosmith. La cita tuvo lugar la noche del 19 de Enero de 1990 durante la gira de promoción del álbum “Pump”.

Cuando le damos al botón de “play” lo primero que nos llama la atención es la lamentable calidad de imagen y de sonido del DVD. Lejos de pasar por un mínimo proceso de limpieza y remasterización digital, el concierto parece haber sido pasado a pelo de la cinta al DVD. Incluso en determinadas tomas da la sensación de estar viendo una cinta VHS muy usada más que un DVD.

Al margen de temas técnicos, el concierto en sí es todo un derroche de energía y rock and roll protagonizado por un Steven Tyler que, ataviado con un mono blanco que deja su pecho al aire, no suelta su clásico pie de micro cuajado de fulares; y por un Joe Perry que inicia el show portando una chupa de cuero en la que puede verse grabada la cruz de la portada del “Appetite for destruction” de sus colegas Guns N’ Roses, y que va cambiando de modelo de guitarra prácticamente en cada tema. Por lo que respecta al resto de la banda, a excepción del batería Joey Kramer, los demás miembros prácticamente ni se cantean de su sitio del escenario, un escenario decorado como si de la azotea de un hotel se tratase.

El repertorio del concierto es el que cualquiera puede esperar en una actuación de Aerosmith: “Mama kin”, “Rag doll”, “Draw the line”, “Dream on”, “Love in an elevador”, “Sweet emotion” o “Train kept a rollin” son algunos de los temas que suenan. A excepción de “Walk this way” y de los temas más conocidos del álbum “Get a grip” (todavía no grabado en aquella fecha), el concierto es un recopilatorio de grandes éxitos de los de Boston interpretado en directo. Y es que poco más han hecho Aerosmith que valga la pena después de 1990. Tampoco falta el tema cantado por Joe Perry con el que se da descanso a Steven Tyler, en este caso el clásico del blues “Red house”. Como anécdota, decir que sorprende el hecho de que ninguno de los miembros del grupo tenga micrófono en su posición pero que durante todo el concierto suenen coros en las canciones. ¿De dónde salen esos coros?

Sin duda alguna, el concierto debió ser formidable para estar allí presente y vivirlo en directo, pero para verlo por televisión y en las condiciones visuales y sonoras ofrecidas por Masterplan, pues la verdad es que no vale mucho la pena, para qué nos vamos a engañar.